Núria, Marisa y Sergio (Novelderos en el Camino de Santiago)

Como bicigrinos, nuestra admiración y agradecimiento a los peregrinos es total

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Nuestro viaje en bicicleta comienza en Ponferrada a 200 kilómetros de Santiago de Compostela. Es la primera vez que lo hacemos y estamos algo preocupados por cómo lo llevará Núria, nuestra pequeña de casi tres años ya que vamos sin coche de apoyo; Marisa lleva las alforjas y Sergio a Núria en su silleta.

Comenzamos la peregrinación el día 3 de agosto de 2012, dividiéndose en las siguientes etapas:

1. Ponferrada-Portela de Valcarce
2. Portela de Valcarce-Triacastela
3. Triacastela-Portomarín (variante de Samos)
4. Portomarín-Melide
5. Melide-Santiago de Compostela.

Realizamos entre 40 y 50 kilómetros diariamente. Finalizando cada etapa hacia las 14 horas, teniendo así las tardes libres para poder disfrutar con Núria de los columpios y otras actividades.

Llevábamos las credenciales que nos facilitó amablemente Paco Serra, sellándolas en las iglesias, hoteles, restaurantes, etc., de las diferentes poblaciones que recorrimos hasta nuestra llegada a Santiago.

Como bicigrinos, nuestra admiración y agradecimiento a los peregrinos es total, debido a que se veían obligados a romper sus ritmos en las sendas y caminos para dejarnos pasar, siendo siempre animados (no dudamos que en muchas ocasiones gracias a Núria) con las palabras “Buen camino”.

En lo que respecta a la climatología nos fue benigna, disfrutando todos los días de unas temperaturas agradables mientras estábamos en ruta, tan sólo una tarde nos acompañó la lluvia.

Digno de admiración fue un niño de aproximadamente 8 años, también bicigrino, el cual viajaba junto a su padre compartiendo la carga con él, coincidiendo con ellos hasta llegar a Santiago.

Una vez en la Catedral, siguiendo la tradición fuimos a abrazar a Santiago y nos emocionó que nos parasen para bendecir a Núria.

Llegando así al final de nuestra pequeña peregrinación.

Buen camino.

Núria, Marisa y Sergio.

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