“He aprendido a convivir con muchas personas y cada una de su madre y de su padre”
María José Mestre Iniesta, es hija de Joaquín Mestre, de la fábrica de mármol González y Mestre, y de Pepi Iniesta. Majo, como le gusta que la llamen, tiene dos hermanas pequeñas, Lucía (21) y Carolina (13). A sus 27 años, esta Tauro empedernida, lleva ya 4 viviendo fuera de España, en Colonia (Alemania), aunque eso de salir de la península lo lleva haciendo desde muy joven. Pasó su niñez en el barrio de María Auxiliadora, donde la hemos visto disfrutando de estas fiestas pasadas. Cuando hablamos con ella nos recordaba las tardes que pasó en el colegio Alfonso X el Sabio con su compañeros y profesores y los buenos recuerdos que guarda del coro de la iglesia del barrio y de sus fiestas.
¿Por qué decides ir a vivir a Alemania?
En estos momentos y desde septiembre de 2007 vivo en Colonia, una gran ciudad conocida por su fantástica catedral: el Kölner Dom. Se dice que los Reyes Magos están enterrados aquí, así que es buen lugar para echarles la carta antes de Navidad.
Para explicarlo tengo que remontarme a mis años de universidad. Estudié Traducción e Interpretación de alemán y recibí en el último curso una beca que me dio la posibilidad de pasar un año en Alemania. Anteriormente ya había pasado un año de Erasmus en Berlín, y fue la experiencia que me marcaría hasta ahora a seguir conectada con este país. Comencé a hacer prácticas en un instituto perdido, en un pueblo perdido pero que me dejó muy buen sabor de boca. Descubrí una nueva aptitud: la paciencia. Tras este descubrimiento personal y la realización personal que me daba dar clase de español a jóvenes de entre 16 y 18 años, decidí quedarme un poquito más. Así fui alargando mi beca y llegué a parar a otro pueblecito más perdido todavía con nombre de santo: Sankt Augustín. En este instituto aprendí mucho, viví de todo, entre otras cosas, un intento suicida. De ahí fui a parar a otro instituto donde actualmente trabajo. Este estaba todavía más perdido si cabe, pero eso sí, en un entorno de ensueño en medio de la naturaleza. Si miras a tu alrededor desde las clases, tan sólo ves un precioso paisaje verde. La verdad que es un lugar inspirador, aunque quizás no lo suficiente, ya que cuando acabe el curso dentro de 3 semanas, lo dejo. Ha sido una etapa extraordinaria en la que los estudiantes alemanes me han hecho mucho reír diciendo cosas como: voy a la cochina. Quiero dar un giro profesional y dedicarme a lo que siempre quise: a los idiomas. Actualmente y tras haber habitado en todo tipo de pisos compartidos y con todo tipo de compañeros, por fin he encontrado 31 m² que me bastan y son rápidos de limpiar. Sin lugar a duda, a pesar de mis experiencias desde traumáticas hasta graciosas, he aprendido a convivir con muchas personas y cada una de su madre y de su padre.
¿Es difícil vivir ahí? Descríbenos un poco cómo es tú día a día
La vida aquí no es ni más fácil ni más difícil que allí, pero depende de cómo se vea. Hay una circunstancia obvia y es que estando lejos de casa la presencia de la familia se extraña. Una de las cosas más complicadas y desquiciantes de este país es la burocracia, pues imagínate solucionar todo el papeleo en un idioma que suena a “estrujenbajen” y sin ayuda de tus padres… Una diferencia patente es el ritmo de vida que llevan los alemanes. Estos viven estresados y eso que aquí el día empieza mucho más temprano. Haz una desviación de dos horas. Yo me levanto casi todos los días con ganas de llorar a las 6 de la mañana para poder estar los 15 minutos de rigor en el atasco matutino de las 7 de la mañana.
¿Qué costumbres, a diferencia de las españolas, tienen?
Después de 4 años viviendo en este país, tendría tantas diferencias culturales para contar que podría suplir la sección durante todo el año. Pero como tengo que resumir… ¡costumbres diferentes muchísimas! A pesar de ser europeos, cada día descubro un nuevo matiz. Me río mucho sobre esto con mis amigos alemanes diciendo: otra diferencia cultural, ¿verdad? Pero por ejemplo, aquí en las fiestas les cuesta bailar, a no ser que el nivel de alcohol sea alto. No se debe interrumpir cuando alguien está hablando en grupo. ¡Gran diferencia! Los alemanes no entienden de compromisos, por eso las bodas nunca sobrepasan de los 70 invitados. En Alemania no existe la cultura de pagar una ronda cada uno y algo muy curioso que en España es más difícil de ver, en el instituto, cuando se le hace una pregunta a los alumnos, todos se matan por contestar.
¿Qué sueles cocinar allí?
Respecto a la comida… ay, sí, cuanto echo de menos les fasegures de mi abuela o la paella de mi madre… Así que como siempre tengo poco tiempo y pocas ganas, acabo comiendo ensaladas o lentejas, que se hacen rápido.
¿Qué hobbies tienes?
Mis aficiones no han cambiado desde que me he ido, me sigue gustando jugar al baloncesto y bailar salsa, aunque una de las cosas que más me gusta es ir en bicicleta. A ver si en Novelda hacen un segundo carril bici para poder volver por la Avenida y se empieza a usar este medio de transporte barato y no contaminante.
¿Qué es lo que más y menos te gusta del lugar?
Cuantas veces he escuchado: Majo, te has vuelto alemana. Y es verdad, muy a mi pesar y sin darme cuenta, me ha influido el carácter germano y ahora, ya no puedo hacer nada… Soy una española, noveldera y medio colonesa. Me guste o no, como el lugar. Cojo todo lo que me gusta de ambas culturas. De la alemana me gusta mucho el esfuerzo personal que le ponen a cualquier cosa que hagan, son muy responsables y conscientes del cuidado al medio ambiente. Lo que menos me gusta es la seriedad, el orgullo de nación y lo mal que saben perder (especialmente si se trata de fútbol).
¿Sigues la actualidad de Novelda?
De vez en cuando me meto en la página web de Novelda Digital para cotillear y ponerme al día. Es importante volver informada al poble
¿Tienes alguna anécdota para contar que te haya sucedido?
Alemania es un país conocido por sus reglas y normas. Todo está prohibido aunque sea algo ilógico y estúpido. De esta forma, hay una frase que les encanta a los alemanes: Das geht nicht (Esto no es posible). Por ejemplo, si quieres una coca cola con hielo: Das geht nicht. Si quieres un gofre con nata y quieres además que te pongan chocolate, que no aparece en el menú: Das geht nicht. Cuando estás aprendiendo una lengua, creas situaciones ridículas sin darte cuenta, como decir que estoy caliente en vez de decir que hace calor. Hay que tener cuidado.
¿Has estado en algún otro país?
Siempre me gustó poder hablar otros idiomas y aproveché muchos veranos para hacer algún curso. Gracias al lugar estratégico de Alemania en el centro de Europa, he conocido muchos países pero viviendo he estado en Inglaterra y Grecia donde estudiaba de día, y disfrutaba de noche. De Grecia me gustó el desorden de vida que llevan los griegos, las piscinas vacías en pleno agosto a 40 grados y la musaka.
GUAPA -GUAPA Y GUAPA
Desde este lugar que me resisto a dejar ni tan siquiera por unos días para ir a verte, te digo: Guapa! Te quiero mucho!. Besos y un abrazo, hasta pronto!