BIOGRAFÍA de Armando Aalberola y Rosario Die
Jorge Juan y Santacilia. Nació en Novelda en 1713 y fue educado en Alicante y Zaragoza. Su tío y tutor lo envió a Malta a los doce años como paje del Gran Maestre de la Orden de ese nombre. Allí permaneció hasta mediados de 1729 en que, tras recibir la encomienda de Aliaga, regresó a España para ingresar en la Academia de Guardias Marinas que en 1717 se había creado en Cádiz. Su sólida formación en Matemáticas y Astronomía le permitió embarcar casi de inmediato participando, entre otras, en la expedición que en 1731 trasladó a Nápoles al futuro Carlos III y en la que reconquistaría la plaza norteafricana de Orán en 1732. La experiencia adquirida en navegación y sus más que suficientes conocimientos fueron determinantes para que en 1735, con tan sólo veintiún años y siendo un simple guardiamarina, fuera elegido junto con Antonio de Ulloa. Enviados por la Academia de Ciencias de París, contaban con el preceptivo permiso del rey de España para dirigirse al virreinato del Perú y allí efectuar las observaciones y trabajos conducentes a la medición del grado de un arco de meridiano por debajo de la línea del Ecuador; tarea que, a posteriori, consagraría a los marinos españoles como científicos y les proporcionaría bien ganada fama, sobre todo a él. Jorge Juan llegó al puerto de Brest en octubre de 1745. De allí pasó a París, donde fue nombrado miembro correspondiente de la Academia Real de Ciencias, llegando a España a comienzos del año siguiente. En noviembre de 1748 fue enviado a Londres, a instancias del propio marqués de la Ensenada, con el encargo de obtener la máxima información posible sobre el estado y progresos de la marina inglesa, el funcionamiento y organización de sus arsenales, el empleo de las denominadas bombas de fuego y los métodos de aprendizaje de los marinos. La publicación por Jorge Juan del Examen Marítimo facilitó que, a partir de entonces, la construcción de navíos se efectuara por métodos científicos. En 1770 fue llamado a la Corte para hacerse cargo de la dirección del Seminario de Nobles.
De su fructífero paso por la dirección de la Compañía de Guardias Marinas, de la que fue nombrado jefe en 1751, son pruebas fehacientes la mejora del plan de estudios y de la calidad de las enseñanzas a impartir a los futuros oficiales de la Armada española así como su destacada labor científica que culminaría, en 1753, con la creación del Observatorio Astronómico gaditano. Con su prematuro fallecimiento, acaecido el veintiuno de junio de 1773, no solo quedaba incompleta su tarea sino que España perdía un hombre, sino a un genio que supo enriquecer las Ciencias e ilustrar la Nación.
Ya son varios los siglos en que Novelda viene conmemorando con diversas celebraciones los diferentes eventos de los que estuvo plagada la vida del mayor científico español del siglo XVIII.
Y esto que parece una exageración, no lo es tanto si recordamos que el primer escrito dedicado al marino por nuestra población, fue durante el siglo XVIII. Consiste en un poema descubierto por el Asambleísta noveldense Amadeo Sala Cola, con motivo de las obras de restauración del órgano barroco de la parroquia de San Pedro Apóstol de Novelda.
El Fondonet, finca propiedad de la familia y lugar donde nació el Insigne marino, vibró con el homenaje que se le tributó durante la octava década de mil ochocientos, saliendo a la luz también en ese tiempo, la primera biografía de Jorge Juan, escrita por el noveldense Nicolás Ávila.
El siglo XX comenzó con el magno homenaje que le tributó Novelda con motivo del segundo centenario de su nacimiento, cuyo comité de honor estuvo bajo la presidencia de honor del monarca Alfonso XIII, presidida por el notario Miguel de Liñan, y compuesta por diversas personalidades de la localidad como Luis Calpena, autor de la letra del Himno a Jorge Juan, que se estrenó el día de la inauguración del monumento de la Plaza Vieja, y del compositor José Ramos Gómis, siendo alcalde de la ciudad Rafael Gómez Maestre.
Aquella gran celebración que nos dejó el monumento con la estatua del marino en la Plaza Vieja, obra del escultor alicantino Vicente Bañuls, marcó una época e inició una de las tradiciones más queridas por los noveldenses, la de entonar el Himno de Jorge Juan, todos los 5 de enero, a las 5 de la tarde a los pies del monumento. El casino del Novelda, y desde la misma fecha, lo cantaba, pero el 6 de enero a medio día, modificándose esta costumbre en los últimos años, para hacerlo inmediatamente después del de la Plaza Vieja. A esto se añade el concierto de música barroca, que la Casa Museo Modernista viene celebrando el viernes anterior a la fecha del nacimiento desde el año 1999.
Más recientemente, la Asamblea Amistosa Literaria, que fundó Jorge Juan en 1755, y de la que es Presidente de Honor en Novelda Manuel Torregrosa, y Vicepresidente Pau Herrero, ha venido celebrando desde 1973 diversos actos de homenaje a Jorge Juan y Santacilia. El ayuntamiento de Novelda acordó en el pleno de marzo solicitar al Almirante Jefe del Estado Mayor de la Armada que se le asigne a uno de los buques en construcción el nombre de Jorge Juan y Santacilia.
Por tanto, Novelda viene celebrando anualmente desde aquella fecha actos más o menos relevantes en honor del gran científico español.
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