“Sahara en el corazón”

En esta ocasión, hemos querido que esta sección, donde Novelda Digital invita a nuestros conciudadanos a publicar un reportaje de interés para nuestros lectores, sea realizado por las tres personas que hace tan solo unos días han vuelto de uno de los viajes humanitarios más importantes que se realizan desde nuestra ciudad. Ramón Albero, Ramiro Verdú, y José luís Ibañez, hacen que con su trabajo desinteresado y su solidaridad, no caiga en el olvido una injusticia, tan grande como injusta, que viene padeciendo desde hace treinta y cuatro años el pueblo Saharaui (PINCHA GALERÍA DE IMÁGENES)

El pasado 21 de octubre, a las cuatro de la tarde, partimos desde la glorieta de Novelda en dirección al puerto de Alicante. Sobre las diez de la noche, el barco de bandera Argelina, ponía rumbo a la ciudad de Oran trasladando a la tercera caravana que se hace de este tipo. Son las 8 de la mañana cuando la embarcación hace su entrada en el puerto de Oran, y donde ya podemos comprobar que hemos cambiado de continente, por la lentitud de los trámites administrativos que hay que ir haciendo y que nos retrasan la salida del puerto hasta las tres de la tarde.

Nos quedan por delante dos mil kilómetros de carretera por el desierto para llegar hasta nuestro destino. Flanqueados por cuatro motoristas de la gendarmería Argelina, la caravana compuesta por 6 vehículos inicia el itinerario terrestre para llegar a nuestra primera parada en Saida, donde hicimos la primera noche después de reponer algunas fuerzas con la ingesta de una pequeña cena con pollo, que sería la base de nuestra alimentación durante todo el viaje.

A la mañana siguiente, los cuatro motoristas que nos acompañaron en el primer tramo, son sustituidos por dos todo terreno patrullados por la policía argelina cuyo relevo se iría haciendo en cada uno de los tramos. El segundo día del viaje se presentaba duro, pues nos esperaban por delante doce horas de conducción por la carretera del desierto hasta llegar a nuestro segundo destino, Bechar.

La tercera etapa del viaje, la iniciamos con la impaciencia de querer llegar a nuestro destino final, pero no sería así hasta el día siguiente, por que en esta etapa, después de otras doce horas de carretera, nos quedamos a tan solo 25 kilómetros de nuestro destino, en la ciudad de Tinduf, donde desde nuestros sacos de dormir al aire libre, contemplamos la espectacular luminosidad del cielo argelino y sus estrellas.

Era el día, nos estábamos aseando para ponernos en macha hacia nuestro destino final, los campamentos de Smara. Con la ilusión y la emoción en nuestra cabeza y corazón, de alguien que sabe que es portador de buenas noticias y de ayuda para gente necesitada, la caravana hace su entrada en los campamentos del pueblo Saharaui, donde somos recibidos como auténticos héroes.

Para que ustedes de sitúen sobre el terreno, cuando el pueblo Saharaui fue expulsado de su tierra, el gobierno vecino de Argelia, les dejó establecerse cerca de la frontera en territorio argelino, y se instalaron los campamentos Saharauis, donde hoy en día viven alrededor de doscientas mil personas.

Los campamentos está estructurados de la siguiente manera: Dentro de lo que se denomina la zona de campamentos, existen cinco campamentos diferentes, Smara, 27 de Febrero, Auserd, Aaiun, Dahla, y separados a una distancia de unos 25 kilómetros unos de otros con la finalidad de que si recibían un ataque del enemigo, no los cogieran a todos juntos.

Luego cada campamento tiene nueve ayuntamientos que representan a los establecidos en sus tierras natales, y cada ayuntamiento tiene cuatro barrios regentados por mujeres. La caravana fue recibida por la autoridad Saharaui, y la entrega de los vehículos se realizó al director de la Media Luna Roja, quién posteriormente decidirá cada cosa o vehículo donado a que campamento irá a parar. La delegación noveldense, dejamos por escrito que nuestra furgoneta con su carga, queríamos si ello fuera posible que se quedara en el campamento de Smara, y más concretamente en Daira de Bir Lehlu. Nosotros aprovechamos los dos días que estuvimos en el campamento para estar y compartir con las familias de las niñas que hemos tenido en acogida en nuestras casas de Novelda. No hay que pasar por alto que Ramón Albero es la décimo séptima visita que realiza a los campamentos, José Luís Ibáñez, es la tercera, y Ramiro Verdú es la primera.

Una vez finalizado nuestro cometido de entregar la furgoneta con su cargamento, realizamos diferentes incursiones por los territorios liberados en la ciudad de Tifariti, para visitar pozos, pinturas, y rastrear un poco la cultura y la historia de este pueblo.

Hay que recordar que el pueblo de Daira de Bir Lehlu, está hermanado con Novelda desde diciembre de 1998, con Luís Gómez de Alcalde, que los dos primeros concejales que visitaron el campamento fueron Hector Beltrá y Felipe Barberá, y que desde entonces otros concejales como Ricardo Monzó, Alonso Carrasco, Sergio Mira o Mari Carmen Beltrá se han acercado con ayuda humanitaria remitida por nuestro ayuntamiento.

Hasta llegar aquí, las vivencias que hemos sentido en nuestros corazones y las anécdotas han sido muchas. La mortífera víbora cornuda que atrapamos y que le intentaba picar a Ramón en la suela de su zapato, Los 59 grados de temperatura que tuvimos que soportar en las hora más candentes del día, la diarrea intestinal que sufrieron Ramiro y Ramón y que se la curaron con las hierbas nativas del lugar, la incredulidad que sentimos al ver un camión retirado de la compañía noveldense “Transportes Novelda”, donde precisamente, los padres de dos de los compañeros de viaje, Ramiro y José Luis, trabajaban en ella, o el comprobar escandalizados como las cabras se mantienen a parte de la poca comida de desperdicios, de comer cartón, plásticos y si nos descuidábamos nuestros propios pantalones vaqueros.

Cuando uno visita este tipo campamentos, y ve a unas personas que su único objetivo es la supervivencia y el poder comer un poco de comida diaria y beber un sorbo de agua, que por cierto todo ello en raciones muy contenidas, nos damos cuenta en que mundo vivimos los países desarrollados, donde las cosas malas las vemos solo por televisión, y mirando para otro lado, donde las prioridades y los valores humanos son tan superficiales y banales. En los campamentos te encuentras con personas generosas y agradecidas que te ofrecen compartir lo poco que tienen, en su pequeña haima, donde a penas si hay luz eléctrica mediante alguna placa solar donada por aluna alma solidaria.

Pero anécdotas a parte, lo que nosotros con nuestra solidaridad y vivencias de estos viajes humanitarios, queremos trasladar al resto del mundo y en particular a nuestros conciudadanos de Novelda, es la gran injusticia que se está llevando a cabo con el pueblo Saharaui desde hace treinta y cuatro años que fueron expulsados de su tierra.

A nosotros nos hacen muchas veces la típica pregunta de ¿Que es lo que más necesita esa gente? Ropa, juguetes, medicamentos, libros… No, que también, pero lo que más necesitan es recuperar su tierra, recuperar su libertad y su forma de vida, recuperar sus tradiciones y poder vivir en paz como un pueblo pacífico que es. Son tan buena gente, que los tiraron de su país sin oponer resistencia armada, y así y todo, no culpan al pueblo Marroquí de sus desgracias, sino, al gobierno marroquí, y a la pasividad de los países desarrollados que han mirado para otro lado, y mucha culpa de esto la tiene España, por lo tanto, a lo que aspiran los Saharauis es a recuperar su tierra y que se cumplan las resoluciones de la ONU.

Gracias a la colaboración de personas y entidades, hemos podido desarrollar este proyecto. Gracias a todos.

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