(XIX) – Viajeros por el Mundo, con productos made in Alicante en la «maleta»
Si la provincia de Alicante se distingue desde el punto de vista económico de otras, es por lo diversa, dinámica y por su vocación exportadora. El puerto de la ciudad de Alicante le abrió rutas internacionales a muchos productos de la «terreta».
Viajaron por mar, sus vinos, el Fondillón como estrella, para media Europa, los turrones de Jijona a las «Américas» para endulzar las fiestas de los emigrantes españoles y mercado Iberoamericano, los azafranes de Novelda hasta la India o Japón. Y un gran tráfico con el Norte de África de anises de Monforte del Cid, botijos de Agost, tejas plana o «alicantina», o alpargateros y heladeros que viajaban a hacer la temporada.
La apertura del Canal de Suez en el último tercio del siglo XIX y la apertura del Canal de Panamá, en las primeras décadas del siglo XX, revitalizó el comercio internacional como hoy lo entendemos.
Las distancias se contaban en días «a bordo», no en horas de vuelo como en el siglo XXI. Las fiebres coléricas o tifoideas y las dificultades higiénico sanitarias, hicieron que muchos viajeros no retornaran nunca más a su origen, desgraciadamente.
Qué mérito tienen estos viajeros del siglo XIX y principios del XX, coleccionistas de fronteras, que no escatimaron en conocer más allá de lo establecido para traer mejor porvenir a sus negocios locales. Ya eran globales, como se dice ahora…
Después de la experiencia de una pandemia como el Coronavirus, nos cuestionaremos la velocidad, el por y para qué, se corre por la vida.
David Beltrá & Verónica Quiles