La entrada a las mismas es libre pero con un 25% de aforo limitado
Las XIV Jornadas de la Ciencia en el Casino de Novelda se inaugurarán este jueves y tendrán lugar en el Salón Mediodía, siendo la entrada a las mismas libre pero limitada al aforo del recinto (un 25% del habitual).
Para la celebración de las mismas, se llevarán a cabo todas las medidas de prevención necesarias:
– Uso obligatorio de mascarilla.
– Medición de la temperatura.
– Ventilación constante del espacio.
– Separación de las sillas 1,5 metros.
– Limitación del aforo un 25% del habitual.
No existe obligación de hacer reserva, si bien puede hacerse llamando al 965600030.
Las charlas programadas son las siguientes:
- Jueves, 5 de noviembre, a las 20:00 horas «Aspectos psicológicos de la guerra. Detalles de la Guerra Civil en Novelda» por Miguel Ángel Cantó Gómez y Manuel Beltrá Torregrosa.
- Domingo, 8 de noviembre, a las 12:00 horas «Los secretos de las partículas más pequeñas del universo» por Inés Gil Botella.
- Domingo, 15 de noviembre, a las 12:00 horas «Código postal Vs Código genético: desigualdades sociales y salud» por Miriam Navarro Beltrá.
- Domingo, 22 de noviembre, a las 12:00 horas «Matemáticas, en femenino» por Mónica Vera Picó
ELCHE: CANTOS DE CIENCIA SE OYERON CERCA DEL VINALOPÓ
Diego García Castaño. Catedrático de Matemáticas
Si al publicar el año 2002, la Biografía y Matemática de Jorge Juan, dimos a conocer su
vida y una primera aproximación de su obra, resaltando su categoría científica, especialmente
matemática, así como su ilicitanismo inducido por las familias maternas de los Santacilia y los Soler
de Cornellá de Elche, lo que nos anima a volver a escribir sobre el Sabio Español, que es como lo
distinguían sus colegas europeos o sobre el Euclides Español, como lo identificaban en la Escuela
Naval de Cádiz, es el deseo de compartir, de que no se pierdan sin más, las sugerencias recibidas y
las experiencias acumuladas, que se recuerden ciertos comentarios que sobre el mismo hicieron
algunos de sus contemporáneos y sobre todo que se conozca el caudal científico-matemático que
hemos escudriñado en sus obras como hicimos en el trabajo Jorge Juan el introductor del Cálculo
Infinitesimal en España que seleccionado por la revista Suma, una de las de mayor prestigio de
nuestro país, llegó a casi la totalidad de las universidades españolas y a bastantes del extranjero.
De entrada, como se da el hecho de que casi todas las biografías que se han escrito, sobre
Jorge Juan Santacilia, han ignorado que Elche fue su referente familiar durante toda su vida ya que
su madre Violante Santacilia y Soler de Cornellá era ilicitana, cuestión esta última que no conocen
incluso una mayoría de sus atemporales paisanos que vislumbran que cuando nació Jorge Juan
Cantos de ciencia se oyeron cerca del Vinalopó, por Novelda, Monforte , Elche y también por
Alicante y Orihuela. Por eso aprovecharemos la oportunidad que nos brinda el periódico
Información para desagraviar a la familia de su madre afincada en Elche.
Y es que estamos convencidos de que algunos de los pasajes que incluimos en este artículo,
sobre los Santacilia y los Soler de Cornellá, no están exentos de un cierto valor histórico para el
mundo de la cultura, de la Iglesia y sobre todo para los ilicitanos, como el de aquella trascripción de
la «Consueta», o sea, del libro del «Misteri d’Elx», hoy día Patrimonio de la Humanidad, realizada
en 1625 por Gaspar Soler de Cornellá, que fue, antes de que desapareciera, la primicia documental
sobre la «Festa d’Elx», de la que dio fe sólo iniciarse el siglo XX, Teodoro Llorente, en su obra
Valencia. Sus monumentos y artes. La reproducción más antigua de la Consueta, en la actualidad, es
la del año 1709 y se conserva en el Archivo Histórico Municipal de Elche.
También incidiremos, por ejemplo, en la singularidad religiosa que emana de aquel vínculo
que instituyó Nicolás Caro, primo hermano de Violante y Serafina, casadas respectivamente con
Guillermo Santacilia y Leonardo Soler de Cornellá, y que aún disfruta la Patrona de Elche, como
beneficiaria que es del mismo, desde que muriera, en 1707, Antonio Soler de Cornellá, hermano de
la abuela materna de Jorge Juan Santacilia.
Una curiosa, casual e intrascendente anécdota nos puede servir de ejemplo para intuir el
protagonismo de algunos familiares de Jorge Juan Santacilia en Elche, porque el año 1766, durante
el Motín de Esquilache, resulta que dialogaban acaloradamente un representante de los amotinados
y otro de la Corporación, en la actual plaza Menéndez Pelayo, junto al Ayuntamiento y al cobijarse
los dos en el porche de una de las casas, que rodeaban la plaza, para poder seguir conversando,
salió Bernardo, Señor de Asprillas y hermano de Jorge Juan Santacilia, invitándoles a entrar en su
casa para que siguieran negociando sin los inconvenientes y desasosiego que la inmediatez de la
revuelta conllevaba. En esta misma casa, pasó una larga temporada enfermo y en cama nuestro gran
científico, el año 1773, hasta que medio repuesto de la enfermedad que le aquejaba regresó a
Madrid donde moriría el día 21 de junio, o sea, el día del Solsticio de Verano, es decir, el día más
largo del año.
En otro plano de estricta normalidad, y por lo tanto con más carga de bits de información,
encontramos, por ejemplo, a Francisco Soler de Cornellá y Ros de Ursinos, alcalde de Elche, casado
con una sobrina de Jorge Juan Santacilia y primo segundo de éste, y a su hermano Leonardo,
nacido en 1736, que llegó a ser uno de los ilicitanos más ilustres de su tiempo: cura del Salvador de
Elche, canónigo de Orihuela, autor de los seis tomos de la obra Aparato de eloqüencia para los
sagrados oradores, conocida hasta en el extranjero; arqueólogo, que realizó con éxito excavaciones
en el yacimiento de la Alcudia, cuna de la Dama de Elche, donde se conserva una de las camas de
Jorge Juan Santacilia propiedad de Rafael Ramos Fernández.
Buscando referencias sobre nuestro personaje, realizadas por contemporáneos suyos, nos
encontramos una carta que Geert Meermans, miembro del Tribunal de Justicia de la Haya, escribió
a Gregorio Mayans, a uno de los más célebres representantes de la Ilustración española y enemigo
explícito del tradicionalismo estéril, en la que le expresaba su extrañeza por la resistencia de los
científicos españoles, si se exceptuaba a Jorge Juan Santacilia, a aceptar la teoría cosmológica de
Newton, cuando ésta era la adoptada en la mayoría de las universidades europeas. Por eso no tiene
nada de extraño que muchos científicos europeos percibieran que en España sólo Jorge Juan
Santacilia, aunque con la lógica prevención inquisitorial, era quien la defendía activamente.
Téngase encuenta que España seguía aún, desde la trastienda de la intelectualidad, con la
teoría de los «vórtices» o de los «torbellinos» de Descartes y ni el padre Feijoo, ni el excéntrico
catedrático de Matemáticas de Salamanca y famoso literato, Diego de Torres de Villarroel, ni tan
siquiera los más alejados en el tiempo Tosca y Corbachán, por nombrar a los más conocidos,
hicieron algo comparable a lo realizado por Jorge Juan Santacilia en esta empresa de innovación
científica.
Por parecernos de una excepcional viveza, incluiremos algunas de las críticas, a modo de
despedida, con las que Jorge Juan Santacilia puso fin a su alegato newtoniano, copernicano, a su
Estado de la Astronomía en Europa: “¿Será decente con esto obligar en nuestra Nación a que al
explicar los «Systemas» y la «Philosophia Newtoniana», haya que añadir detrás de cada alusión a un
hecho que dependa del movimiento de la Tierra: «pero no se lo crean, porque va contra las Sagradas
Escrituras»?, ¿No será ultrajar éstas el pretender que se opongan a las más delicadas demostraciones
de Geometría y de Mechânica?, ¿Podrá ningún Católico entender esto sin escandalizarse? Y quando
no hubiera en el Reyno luces suficientes para comprehenderlo ¿dexaría de hacerse risible una
Nación que tanta ceguedad mantiene? “