Este martes, los dos sacerdotes de San Pedro, junto al monaguillo que lleva el incensario, rodearán la plaza del Ayuntamiento para cumplir con esta tradición, única en España
Todos los años, Novelda cumple con su tradicional procesión de las 40 horas, única en España. Se realiza de forma anual cada martes de Carnaval, siendo el día de antes del miércoles de ceniza. Según el párroco de San Pedro, Francisco Rayos, “es un privilegio que tiene Novelda”.
Este este año se realizará de forma más escueta y sin la participación del público para seguir cumpliendo con la bula papal concedida en 1897. Una de las cláusulas de esta bula papal obligaba a sacar a la calle al Santísimo todos los años. En caso de no cumplir con el requisito, no se concedería el permiso para realizar la procesión de las 40 horas.
Por eso, en este año de pandemia, “realizamos una petición al Ayuntamiento para que no se pierda esta tradición”, explicaba Rayos. De este modo, la procesión saldrá a la calle, pero sin público, porque tan solo participarán los dos sacerdotes de la parroquia junto con el monaguillo que lleva el incensario.
El recorrido comenzará al salir por la puerta principal de San Pedro y recorrerá la plaza del Ayuntamiento, finalizando en la puerta lateral de la calle Mayor. “La gente estará en la parroquia de San Pedro cumpliendo todas las normas sanitarias”, añadía el párroco.
Este año, el recorrido se iniciará una vez finalice la misa, alrededor de las 20:15 horas: “Somos conscientes de la situación de pandemia que hay y damos las gracias al Ayuntamiento por permitirnos no perder la tradición”. Para Rayos, esta procesión se trata de “un momento especial para mí y para el pueblo de Novelda”.
Bula concedida en 1897
En esta época, el pueblo noveldense vivió una plaga de langostas e hicieron un voto al Santísimo de que, si la plaga no afectaba a los cultivos, pedirían poder celebrar una procesión en acción de gracias a Jesús en la eucaristía. Según relata Rayos, la plaga no llegó a afectar y pidieron esta procesión al Vaticano. El Papa León XIII concedió la bula papal para que se pudiera realizar esta procesión, con la condición de que se realizara todos los años. En caso de no llevarla a cabo, se perdía el derecho a esta procesión.
Desde entonces, la gente de Novelda ha cuidado mucho esta tradición, recordaba Rayos: “No se ha dejado de celebrar en ningún momento, hubiera tormenta o climatología adversa”. En estos casos el Santísimo salía a la calle, durante un breve espacio de tiempo y sin procesión.