Mª Dolores Beneyto: «Todos los refugiados son iguales y todos merecen el mismo trato»
Los soportales del Ayuntamiento de Novelda acogieron el pasado 30 de junio una concentración para reprochar la actuación del Gobierno de España en el puesto fronterizo de Melilla el pasado 24 de junio, donde 1.700 migrantes y refugiados del conflicto de Sudán intentaron atravesar forzosamente, con palos y piedras, la frontera entre España y Marruecos.
La carga de los cuerpos de seguridad ante tales hechos provocó la muerte de 23 personas, 37 según el balance de las ONGs. Asimismo, más de 200 migrantes resultaron heridos y también fueron atendidos más de un centenar de agentes marroquíes y unos 50 agentes españoles.
Por ello, grupos en Novelda como Izquierda Unida, CNT o Anticapitalistas se concentraron en la Plaza Vieja para reprochar la política migratoria tanto española como occidental. «A nosotros nos importa la vida de los refugiados negros, porque como en todo, hay dos tipos de refugiados, los negros que vienen de África y los refugiados que vienen de Europa», ha resaltado la portavoz del evento, Mª Dolores Beneyto.
«Todos los refugiados son iguales y todos merecen el mismo trato», ha subrayado.
Además, ha criticado cómo algunos de los principales representantes de la política central española habían alabado la «contundencia» de las actuaciones llevadas a cabo por las autoridades de seguridad. Con todo, ha relacionado este suceso con la celebración de la reunión de la OTAN en Madrid, un organismo internacional que Beneyto ha criticado porque «solo saben responder con violencia armada» para así «ganar dinero con la compra de armamento».
«Estamos aquí para exigir que se cumpla la ley y los derechos humanos, sobre todo en aquellos países que abogan ser la representación perfecta de la democracia, la libertad de prensa y los derechos humanos», ha destacado.
Hay un chascarrillo muy conocido del actor José Sazatornil, que tiene pleno encaje en este asunto.
No se si es cosa mía, pero veo con estupor que se preocupa tanto por los asaltantes de fronteras que llegan con palos, piedras y ganchos para pasar a cualquier precio como que olvida por completo al medio centenar de agentes heridos entre Guardia Civiles y Policias Nacionales.
Decía el infame Adolf Hitler que «no se puede entrar en España sin permiso de los españoles» pero eso debió ser en una época en la que teníamos dignidad como pueblo y no habíamos perdido no sólo ya el norte sino hasta la brújula, como nos vemos en estos tiempos ridículos.