El domingo 18 de septiembre tuvo lugar la firma de confirmación de ambos sacerdotes como nuevos responsables de San Pedro y la celebración de la misa de bienvenida
En primer lugar, el párroco Eduardo Lorenzo y el vicario Carlos Gandía se reunieron con otros responsables eclesiáticos para firmar su confirmación como nuevos curas de la Iglesia de San Pedro Apóstol. Dejaron constancia de su nueva estancia desde los Salones Parroquiales.
Tras ello, regresaron a la eucaristía para celebrar su primera misa oficial como sacerdotes de la parroquia. En el encuentro, estuvieron presentes, el alcalde de Novelda, Fran Martínez y la concejala de Turismo, Genoveva Micó, además de los Padres Reparadores, las religiosas del colegio San José de Cluny, el claustro del Oratorio Festivo, el Consejo de Pastoral de San Pedro, los familiares de los sacerdotes y miembros eclesiásticos que estuvieron presentes en la celebración, sin olvidar a todos los fieles que llenaron la iglesia.
La misa fue oficiada por el vicario episcopal de la zona del Vinalopó, D. Francisco Carlos Carlos, y en el altar estuvieron presentes distintos sacerdotes y cargos eclesiáticos para acompañar a Don Eduardo Lorenzo y Don Carlos García.
Antes de comenzar con la ceremonia ambos pastores fueron presentados. Don Eduardo nació en Almoradí. En 2007 fue ordenado diácono ejerciendo en la parroquía Nuestra Señora de Gracia de Alicante. En 2008 y durante un período de seis años, es formador en el seminario de Orihuela y padre espiritual en el colegio Santo Domingo de Orihuela, colaborando en las parroquias de Nuestra Señora del Carmen y Nuestra Señora de Monserrate. En el 2014,es enviado a cursar estudios superiores en Roma y en 2017 es nombrado párroco del Buen Pastor de Elche y capellán del colegio de las Carmelitas. El pasado 1 de septiembre, tomó posesión como director titular en el colegio Oratorio Festivo.
Por su parte Don Carlos García es natural de Villena. Entró en el seminario con 12 años. Este último curso ha estado como seminarista un año de pastoral en la parroquia de la Inmaculada de San Vicente de Raspeig. Fue nombrado diácono el pasado 18 de junio.
Después de las presentaciones, el arcipreste, Antonio Alcolea, leyó el nombramiento de ambos párrocos por el obispo de Orihuela-Alicante, José Ignacio Munilla. Seguidamente, el nuevo párroco respondió al nombramiento con el juramento de fidelidad, reafirmándose en su fe y prometiendo devoción al pueblo.
La celebración transcurrió de forma habitual con la lectura del libro sagrado. Después el párroco, Eduardo Lorenzo, y el vicario, Carlos Gandía, recorrieron los puntos clave de la parroquia donde ejercerán sus cargos de ahora en adelante. Pasaron por la pila bautismal y el confesionario donde recibirá a los y las noveldenses y su trono en el altar donde presidirá las eucaristías. Tras repatir la hostia consagrada, Don Eduardo Lorenzo recibió la llave del Sagrario para conservar el pan eucarístico y proteger las pertenencias de San Pedro.
Como detalle de bienvenida, se les otorgó dos imágenes de la patrona de Novelda, Santa María Magdalena y para finalizar la ceremonia dedicaron unas palabras a todos los presentes.
El vicario Carlos Gandía comenzó su discurso con la frase: «Dios es grande y muchos tienen suerte». Explicó que conoció Novelda a través de una estampa de Santa María Magdalena que guardaban en su parroquia. «No me creo todos los caminos que el Señor ha puesto en mi corazón», confesó el vicario. A su vez afirmó que «venimos a disfrutar, a estar con vosotros y a deciros, en el nombre del Señor, que os ama con locura».
En el turno del párroco Don Eduardo Lorenzo, aseguró que no se imaginaba que en tres días pudiera experimentar tantas emociones. Con sus palabras dio gracias a todo lo que ha vivido en sus 14 años como sacerdote y todo lo que le queda por experimentar. Además, añadió el nuevo párroco: «Carlos quiero dar las gracias al Señor por ti». El sacerdote se dirigió tambien hacia el pueblo de Novelda: «Creedme si os digo que quiero enamorarme de vuestra ciudad, de vuestra historia y de vuestras tradiciones, que las habéis sabido guardar como pocos en estos tiempos».
Para finalizar su discurso dirigió sus últimas palabras a Santa María Magdalena: «La apóstol de los apóstoles, la primera testigo de la Resurrección, tú que eres la patrona de esta maravillosa ciudad, sigue guiando a todos los hijos ya nuestros pasos como sacerdotes. Sigue reflejando tu luz y Novelda».