Mucho se ha cuestionado sobre el rendimiento de los Tampa Bay Buccaneers dentro de los encuentros que han perdido en esta primera mitad de temporada 2020. Lo cierto es, que, dentro del ojo del huracán, encontramos múltiples factores por los cuales podemos justificar derrotas tales al debut de Tom Brady ante los Saints, en un partido que perdió 34-23, y la derrota 20-19 ante Bears.
Si bien podemos hablar de que el jugador tras los controles ofensivos era Tom Brady, podemos encontrar que esta temporada atípica de NFL se constituyó, principalmente, a partir de la falta de pretemporada, con lo que se privó a todos los grandes nombres y apellidos de calentar y encontrarse con su mejor juego demostrado cursos atrás. Esta es una primera razón por la que vimos al seis veces campeón errar seis de sus pases, lanzó dos intercepciones y solo completaría el 63% de sus desplazamientos en esa primera derrota ante los Saints.
Pasando a la derrota con Chicago, ya podemos encontrar menos justificaciones que salven al llamado mejor mariscal de todos los tiempos: si bien no lanza ninguna intercepción, al mariscal lo capturan otra vez varias veces y además completa el 61% de sus pases para un quarterback rating de 86.7, siendo este uno de sus peores juegos hasta la fecha. Lo más importante radicó en la idea de que Tom no podía conectar los pases con sus jugadores, ya que estos no seguían el sistema que el venía ensayando, una excusa muy mala si tomamos en cuenta los juegos anteriores donde aplastó a Broncos y Chargers. Pese a esta falta de regularidad, las apuestas online de NFL, incorporan a los Buccaneers como candidatos a todo este curso.
Finalmente, muchos acoplan este mensaje de “falta de química” la principal razón por la que Thomas Brady no encuentra el buen ritmo dentro de su nueva franquicia. Si bien esto puede estar asociado a un tema de coaching, lo cierto es que muchos son los responsables de que la ofensiva de Tampa Bay no encuentre su mejor nivel de forma constante en los partidos.
Pero el nivel de Tom Brady está lejos de cualquier duda. Es uno de los mejores jugadores de la historia de la NFL, como así demuestran todos sus registros, y es seguro que con un poco de tiempo de acople a sus compañeros ya la nueva franquicia, el quarterback volverá a hacer las delicias de millones de personas en todo el planeta.