Una experiencia inolvidable

Un numeroso grupo de estudiantes italianos, del Liceo Scientifico Majorana, han visitado los puntos culturales e históricos más atractivos del pueblo así como el centro del IES La Mola, donde se ha iniciado un punto de encuentro educativo en el que el inglés se ha convertido en la lengua y vía de comunicación entre ellos. En este viaje los alumnos italianos han podido conocer el Castillo de La Mola, el Santuario de Santa María Magdalena, la Casa Museo Modernista de la CAM e, incluso, han sido recibidos por el alcalde Mariano Beltrá y la concejala de Educación Reme Boyer en el Salón de Plenos del Ayuntamiento. En este artículo, la alumna del IES La Mola Lucía Belda Ruiz relata cómo fue el viaje de los noveldenses a Italia, y la experiencia y amistad compartida en este trayecto que nunca olvidarán. ARTÍCULO DE LUCÍA BELDA RUIZ

Salimos de Valencia sobre las doce y llegamos a Roma sobre las dos de la tarde. Allí cogimos un autobús hacia Isernia, nuestro destino. Estábamos con ganas de llegar, de conocer a la persona con quien nos había tocado, bueno y a todos los demás, teníamos ganas de saber cómo eran.

Cuando llegamos estaban todos allí en la puerta del instituto esperando a que llegáramos. Nada más abrir las puertas del autobús bajamos todos deprisa para coger las maletas e irnos a conocerlos.

Nos destinaron con nuestro chico/ a y nos fuimos cada uno con su familia hacia su casa. Esa noche estuvo nevando toda la noche y hacía mucho frío. Aparte era el cumpleaños de una de las chicas del intercambio y lo celebraba, e invitó a todos los españoles que fuimos. Eso sí que fue una fiesta de cumpleaños, había de todo: comida, bebida, dj, fotógrafo… Estuvo muy bien, conocimos a bastante gente y nos lo pasamos muy bien.

Al día siguiente era domingo y ese día era libre para estar con las familias o con los amigos. Los que vivían en la “ciudad” salieron por allí, y los que estábamos en los pueblos salimos por los pueblos. Los que estábamos en el pueblo teníamos unas vistas preciosas, con todas las montañas nevadas.

El lunes fuimos a Nápoles, vimos el Palacio Real, la playa y dimos un paseo por Nápoles. De camino hacia Isernia, en el autobús estábamos muy distanciados, así que los españoles decidimos tomar la iniciativa y empezar a hablar con ellos para relacionarnos más y conocerlos. Hablamos de todo, les enseñamos canciones, palabras… Ellos también nos enseñaron a nosotros de todo, fue un viaje muy entretenido. Por la tarde, cuando llegamos a Isernia cada uno se fue a su casa y por la noche salimos a dar una vuelta.

El martes fuimos al instituto y allí estuvimos. El director nos hizo una bienvenida y por la tarde dimos una vuelta por Isernia para conocerla. Nos llevaron al Museo Arqueológico, a la biblioteca…

El miércoles fuimos a Roma. Estuvimos en el Vaticano, en la Fontana de Trevi… Estuvo muy bien, y todo muy bonito. Nos dimos algún que otro susto, pero sin importancia porque enseguida lo resolvimos.

El jueves estuvimos en el colegio. Nos pusieron una película y por la tarde libre. Algunos de los que vivíamos en los pueblos fuimos a la bolera. Era rara, con la pista estrecha, una bolas pequeñas que no llevaban agujeros, pero lo importante es que nos lo pasamos bastante bien.

El viernes era el último día y teníamos que disfrutarlo lo máximo. Por la mañana fuimos a Pompeya y al Volcán del Vesubio. Por la noche nos quedamos todos en Isernia, ya que era la última noche que íbamos a estar juntos. Nos invitaron a cenar a un restaurante y después estuvimos de bares por Isernia y no lo pasamos muy bien.

El sábado nos íbamos y la despedida fue un manto de lágrimas, qué pena nos daba irnos de allí. La verdad es que nos trataron muy bien a todos, tanto ellos como los familiares. Las madres eran como nuestras madres, igual que los padres, los hermanos, las hermanas, los abuelos…

Respecto a la comida, estaba todo muy bueno y además las madres nos hincharon a comer. Comen más temprano y también cenan más temprano que aquí. Además, allí se come muy deprisa, y solo tienen diez minutos de patio, mientras que aquí tenemos veinte o más.

La despedida fue una pena, pero lo bueno era que en menos de un mes nos volveríamos a ver.

Hemos pasado momentos de risas y otras veces situaciones no tan agradables, pero lo que creo que me queda a mí y a la mayoría de las personas que han hecho este intercambio son las amistades tan bonitas que hemos hecho, tanto con los italianos como con los españoles, y cada uno de los momentos de risas que hemos pasado, NUNCA SE OLVIDARÁN.

Algunas de las personas que han hecho este intercambio han dado su opinión:

“Lo que más me ha gustado del intercambio ha sido poder conocer Italia, conocer gente nueva y poder hablar con ellos en un idioma que no es ni el nuestro ni el suyo. También me gustó porque aprendimos algunas palabras en italiano”.

Azucena

“Me ha parecido una nueva experiencia que ha tenido muy buenos momentos. Hemos conocido gente de otro país y hemos aprendido un poco de la cultura y de lengua italiana. Me divertí mucho e hice amigos nuevos, y tuve durante una semana dos madres, cuatro hermanos y un padre.”

Sonia

“Pienso que el intercambio que hicimos ha sido realmente muy positivo, ya que hemos conocido a gente nueva, otro país y hemos practicado no solo el inglés, sino también el italiano. Y lo mejor de todo es que hemos conocido a unas bellísimas personas con las que nunca perderemos el contacto.”

Yerena

“Lo más importante de este intercambio ha sido el conocer a nuevos amigos de diferente país y la experiencia de vivir en una casa con una persona que no conoces, ¡ha sido genial!”

Miriam

“Ha sido una gran experiencia, hemos conocido a mucha gente y me lo he pasado muy bien con todos. Me gustaría que volvieran pronto.”

María

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