Conoce a las nuevas figuras religiosas de Novelda y sus propuestas para el pueblo
El pasado 18 de septiembre Eduardo Lorenzo y Carlos Gandía tomaron posesión de sus cargos como párroco y vicario de la iglesia de San Pedro, respectivamente. Tras doce años de buen trabajo realizado por Francisco Rayos y Pedro Ildefonso, que han sido trasladados a Callosa de Segura, las nuevas caras eclesiásticas del municipio han realizado una extensa entrevista con Novelda Digital para darse a conocer a la localidad y comentar sus principales objetivos para la iglesia de San Pedro.
Entrevista completa
PREGUNTA.- ¿Cómo ha sido vuestra llegada a Novelda?
RESPUESTA.- Lorenzo: Ha sido una locura, en el sentido positivo. Durante toda nuestra vida el señor siempre nos ha sorprendido y ahora comenzamos a caminar con vosotros. Comenzamos el 18 de septiembre con todo ya arrancado, así que estamos poco a poco conociendo Novelda, pero la verdad es que sois una pasada de ciudad y de parroquia.
P.- ¿De dónde vienen? ¿Cómo surge en su vida destinar su camino hacia el camino de Dios?
R. Lorenzo: Yo soy del corazón de la Vega Baja, de Almoradí. El Señor me llamó y descubrí su vocación a la edad de 10 años. En mi familia son cristianos y creyentes, pero no tanto practicantes. Recibí la primera comunión y no quería nada más como la inmensa mayoría de personas, pero gracias a una campaña del seminario, en la que vino un diácono, cambió mi camino. No sé por qué, pero cuando terminó mi clase quinto de EGB sentí por dentro que yo quería ir al seminario. Eso fue el 14 de marzo de 1994, y al año siguiente comencé la aventura en el seminario. En el seminario menor se estudia como en cualquier colegio y con un ambiente maravilloso de compañerismo, de oración y de descubrir. Fue uno de los mejores años de mi vida. En esos años fui descubriendo que el Señor me llamaba para ser sacerdote y entonces me ordené
Yo comencé en el año 2007 de diácono en una parroquia del centro de Alicante, Nuestra Señora de Gracia. Después tuve el gran regalo de ir 6 años al seminario de Orihuela como formador acompañando a niños y adolescentes. Aquí en Novelda tenemos la gran suerte de tener a tres seminaristas. Durante esos años, estuve en el Colegio Santo Domingo y en parroquias pequeñas maravillosas, como Nuestra Señora de Montserrate en Hurchillo o la parroquia de Nuestra Señora del Carmen. Tras ello, estuve tres años estudiando en Roma, formándome un poco más en teología, en ciencias de la Educación. Cuando volví de Roma, estuve en Elche en la parroquia del Buen Pastor, que han sido 5 de los mejores años de mi vida y donde también hemos vivido momentos duros, porque nos pilló la pandemia. Perdimos a personas que queríamos y eran referentes de nuestra comunidad.
Y el Señor, el 22 de junio de este año, por medio del Obispo D. José Ignacio Munilla, me pidió que dejará de ser párroco de Buen Pastor y venir aquí a Novelda, con muchísima ilusión. Aunque como una persona normal me hubiese gustado formar una familia o hacer otras cosas, pero al final me fie del Señor, la verdad es que si volviera a nacer volvería a ser sacerdote. Disfruto en todo, he venido a acompañaros y conoceros muchísimo estando a vuestra disposición.
Carlos: Yo soy de Villena y era un niño que hizo la primera comunión y en mi casa había dos opciones, o acompañar a mi madre los domingos a misa o quedarme en casa en el sofá, y me gustaba más que me diera el aire. Yo iba a la parroquia simplemente a divertirme. Incordiaba a la gente porque me tiraba toda la misa jugando y corriendo de un lado a otro. Un día, no se por qué el sacerdote de mi parroquia me propuso si quería ser monaguillo y ahí vi la oportunidad perfecta de poderme mover por la parroquia sin que nadie se enfadase.
Siendo monaguillo, vino un seminarista con un sacerdote y me soltaron una pregunta a bocajarro: “¿Te has planteado alguna vez ser sacerdote?” Para quitarme aquella pregunta de encima le dije: “Eso será lo que Dios quiera”. Aquella pregunta se quedó rondando en mi cabeza y en mi corazón, y en una convivencia de monaguillos en el seminario de Orihuela descubrí que aquel era el lugar donde se respondía a esa pregunta. Así que comencé el proceso de seminario en familia y en primero de la ESO empecé esta gran aventura. Eduardo Lorenzo fue mi formador durante esos 6 años en el seminario en familia y 5 años en el seminario menor. Nuestros caminos se han vuelto a juntar en este pueblo.
El Señor se ha ido sirviendo de muchos momentos y personas para dejarme claro que me quería como sacerdote y que me quería al servicio de las personas. En mis años de seminarista estuve en la concatedral de San Nicolás, aprendiendo toda la cultura alicantina de una ciudad tan hermosa como es Alicante, y pasé 4 años maravillosos en San Vicente.
P.- Carlos, ¿En qué momento de la trayectoria te encuentras para ser sacerdote?
R.- Carlos: Cuando uno termina el seminario hacemos, más o menos, un año de pastoral, que es como un año de prácticas en una parroquia, que yo lo realicé en San Vicente. Al finalizar este curso, el pasado 18 de junio, recibí la ordenación del diaconado, es decir, cuando una persona se configura con Jesús servidor. Como diácono todavía no puedo celebrar la Eucaristía ni perdonar los pecados, pero sí que puedo bautizar, celebrar bodas y acompañar con la bendición del Señor. Además, el Obispo dejó caer que pronto será mi ordenación sacerdotal. No sabemos cuándo, pero sí que deseamos que sea pronto ese momento.
P.- Ese momento será aquí en la iglesia de San pedro?
R.- Carlos: Lo decide el Obispo, pero a ciencia cierta en la parroquia de San Pedro haremos una celebración de gracias con toda la solemnidad y alegría que conlleva ese momento. El Señor me ha regalado nacer como sacerdote en este pueblo y en esta parroquia.
P.- Ambos, como sacerdote y vicario, sois jóvenes. ¿Creéis que la iglesia está evolucionando a la par que la sociedad?
R.- Lorenzo: La iglesia, como cualquier institución, siempre va adaptándose a los nuevos tiempos. Es verdad que a lo largo de su historia la iglesia muchas veces ha sido pionera y ha ido por delante. En la coyuntura actual en la que nos encontramos la iglesia en muchos aspectos es profética, se adelanta a las necesidades. Estamos experimentando todos y vivimos en unos cambios frenéticos. En este momento, la iglesia, más que unirse a modas, prefiere dar pequeños pasos pero muy seguros. Estamos descubriendo que la iglesia no solo somos los curas, estamos viviendo un momento muy chulo de sinodalidad, es decir, nos sentimos todos parte de la iglesia.
P.- Usáis constantemente redes sociales para conectar con un nuevo público. ¿Hace falta dedicarse más a la juventud?
R.- Carlos: El que sea diácono no quita que sea joven. Los jóvenes vivimos en muchos lugares y uno de ellos son las redes sociales donde estamos muy presentes. Nos ayudan a crear lazos de unión, aunque es verdad que tenemos que desvirtualizar y vernos la cara. Pero las redes sociales sí que son un puente para encontrarnos con mucha gente que está haciendo el bien. En esta época de influencers nosotros también podemos serlo y pensamos que tenemos un lugar ahí porque tenemos mucho que aportar. Al final a este mundo hemos venido a compartir la vida y compartir camino con todos aquellos que nos encontramos.
P.- Entonces, ¿Creéis que el mensaje de Jesús llega a la juventud? ¿Falta algo para llegar a ellos?
R.- Lorenzo: En la actualidad tenemos un montón de lo que se denominan propuestas de sentido, o sea, los jóvenes más que hacerse preguntas muchas veces tienen todas las respuestas. Lo que tenemos claro como iglesia es que lo que debemos hacer, como dijo San Juan Pablo II cuando vino a Madrid: “En la iglesia no debemos imponer sino proponer”. Nosotros queremos acompañar a los jóvenes, teniendo la oportunidad de conocer a la iglesia real.
P.- ¿Qué diferencia puede haber entre considerarse católico, pero no creer en la iglesia?
R.- Lorenzo: La iglesia se percibe como algo ajeno, distante, y muchas veces la culpa la ha tenido la propia iglesia. Es verdad que la iglesia es de Dios, pero está formada por hombres, por personas. También nos equivocamos, fallamos e incluso algunas personas han hecho cosas con las que no estamos de acuerdo. Y con ello pues muchas veces nuestra imagen queda empañada. Lo más importante es creer en Dios. El Señor ha querido a la iglesia como medio para conocerlo. Ojalá que esa gente descubra el verdadero rostro de la iglesia, no tanto esos eslóganes e ideas. Estoy dando clases con 60 jóvenes en la Universidad de Alicante y me dicen: “Ojalá haya más curas como tú”. Y yo les digo: «¿A cuántos curas conoces?”. Así que, espero que nos den la oportunidad de conoceros, conocer la iglesia actual. Nosotros estamos abiertos para acompañarlos y ayudarles a ser felices.
P.- ¿Qué os habéis encontrado en Novelda respecto a la juventud? ¿Qué queréis aportar vosotros para atraer a la gente joven?
R.- Carlos: El mensaje está claro, Jesús nos da vida y nos da el sentido a nuestras vidas. Queremos hacérselo llegar a los jóvenes como desean escucharlo, con nuevas formas, con nuevos encuentros, pero sobre todo escuchando y acompañando los procesos de cada persona. Es ocasión para escuchar uno a uno para descubrir la grandeza que cada uno de ellos tiene dentro. Además, cada uno tenemos nuestras heridas y queremos ayudarles a sanarlas y a seguir el camino.
P.- Cuál es el papel y las tareas de un sacerdote?
R.- Lorenzo: Como en toda vocación, un sacerdote entrega la vida. Hemos descubierto que el Señor da sentido a nuestras vidas. La primera misión que tenemos es rezar por cada una de las personas, no solo para la gente de iglesia, nosotros como sacerdotes estamos para todos. Rezamos por todo el pueblo y no solo por los que vienen a misa. También acompañamos los procesos para que se conozca al Señor, como a través de la catequesis, todos los ámbitos de formación, celebrar los sacramentos. Ese último es uno de los más importantes, porque descubrimos que el Señor no es solo una idea que perseguimos del pasado, sino que está presente en la iglesia.
Además, somos los brazos de la caridad de Cáritas. No se entiende a un cristiano sin esa acción caritativa social, sin esa entrega a los demás. Aparte de eso, hacemos todo lo que nos echen. Aquí, en Novelda, estamos en el colegio Oratorio Festivo acompañando también a colegios como San José de Cluny o las Carmelitas. Asimismo, también tenemos otras tareas como dar clases de la universidad, de la catequesis, de la pastoral juvenil…Estamos a disposición de todos y ojalá podamos ayudar a las personas.
Carlos: Las tareas que desarrollamos a lo largo de nuestro día las podemos resumir en hacer presente a Jesús en el mundo de hoy. Desde la oración, desde la celebración, hacerlo presente tanto en Novelda como donde nos llamen.
P.- Hace un mes tomasteis posesión de vuestros cargos. ¿Conocéis las costumbres noveldenses? ¿Habéis tenido la oportunidad de ver las fiestas y todo lo relacionado con la Santa?
R.- Carlos: Antes de llegar a Novelda, tuvimos la oportunidad de conocer mucha de su riqueza gracias a los medios de comunicación locales. A través de YouTube de Novelda Digital, esa ventana en la que caminamos los jóvenes y tantas personas, pudimos colarnos un poco antes y ver estas tradiciones de las que hemos venido a enamorarnos. Hemos venido a ser uno con vosotros y a compartir la vida.
P.- ¿Os habéis podido reunir con todas las instituciones religiosas de Novelda?
R.- Lorenzo: Vamos poquito a poco. Llevamos un mes conociendo las cosas más importantes, como la catequesis, Cáritas, la Congregación, el Patronato, hemos tenido contactos con los hermanos sacerdotes y también con los Reparadores del Colegio Padre Dehon e incluso con instituciones civiles, de la Semana Santa y de los Moros y Cristianos. Estamos a la disposición de todos.
P.- Para finalizar, ¿Qué es lo que queréis hacer vosotros aquí en Novelda?
R.- Lorenzo: Hay una frase que dije en la toma de posesión y que la digo bastante: Nosotros venimos a formar parte de vuestra historia. Yo no creo en las casualidades, creo en la providencia de que Dios ha querido que en este momento nos crucemos en el camino. Lo primero es conoceros y trabajar por la juventud, estando a vuestro servicio. Somos herederos de una tradición de siglos y de una iglesia donde ha habido tantos buenos sacerdotes, como Don Francisco, Don Pedro, Don José Ruiz, Don Aurelio, Don Venancio, Don Daniel, etcétera. No venimos a inventar nada, venimos a conocer vuestra historia e intentar ayudaros con ese granito de arena para hacer que la iglesia esté a la altura de estos tiempos. Si pudiéramos ayudar para que cada uno de nosotros seamos más felices con eso me daría por satisfecho.
Carlos: De manera resumida, diría que hemos venido a disfrutar y a ser felices con vosotros, desde la alegría y esperanza