La Iglesia de San Pedro celebró el pasado miércoles la imposición de la ceniza a los fieles, así como el acto del encendido de la Cruz de Cuaresma, situada en la fachada principal del templo.
A la celebración de la Santa Misa, oficiada por el párroco Francisco Rayos, acudieron miembros de la Junta Mayor de Cofradías y Hermandades y fieles para recibir la imposición de la ceniza.
El Miércoles de Ceniza está precedido por el Martes de Carnaval y es el primer día de Cuaresma, el periodo de seis semanas de penitencia antes de Pascua.
Se celebra cuarenta días antes del Domingo de Ramos, fecha que marca el inicio de la Semana Santa. La ceniza, cuya imposición constituye el rito característico de esta celebración litúrgica, se obtiene de la incineración de los ramos bendecidos en el Domingo de Ramos del año litúrgico anterior.
El simbolismo de la ceniza se relaciona con el hecho de ser el residuo frío y desintegrado de la combustión, lo que persiste tras la extinción del fuego. La ceniza simboliza la muerte, la conciencia de la nada y de la vanidad de las cosas, la nulidad de las criaturas frente a su Creador, el arrepentimiento y la penitencia, se trata de una costumbre que recuerda a los que la practican que algún día vamos a morir y que el cuerpo se va a convertir en polvo.
Tras la eucaristía se trasladaron todos hasta el exterior del templo, y el párroco Francisco Rayos procedió a la lectura de una oración de bendición, y tras ella bendijo la Cruz que permanecerá en la fachada principal de la Iglesia de San Pedro durante toda la Semana Santa.
Para finalizar este Miércoles de Ceniza, la Banda de Cornetas y Tambores del Ecce Homo interpretaron algunas piezas de Semana Santa.