La Casa Museo Modernista de la CAM acogió en Novelda la conferencia del historiador británico, Paul Preston, quien considera imprescindibles “el diálogo, la paciencia y el sacrificio” para alcanzar la paz con ETA
El Modernismo o la fusión de las artes (arquitectura, escultura, pintura, entre otras) recupera el trabajo hecho a mano que, a finales del siglo XIX, se esfumó con la Revolución Industrial. La prueba son las disquisiciones que muestran las flores, la forma de sus muebles y la naturaleza de unos espacios que envuelven, sorprenden y deslumbran al visitante, que acaba siempre emplazándose a una nueva cita. De este modo, la Casa Museo Modernista de la CAM en Novelda rezuma en cada rincón “la incesante búsqueda de esta belleza por el artista”, recreándose mediante la figuración o fusión de las mencionadas disciplinas artísticas, según comenta la directora del museo, María José Azuar.
A todas estas artes que se aúnan y pueden vislumbrarse en la Casa Museo Modernista de Novelda, se unió ayer una más. De hecho, con la conferencia que ofreció el historiador británico, Paul Preston, en “tan magnífica casa” se pudo disfrutar del arte de la oratoria; de la investigación; la verdad histórica y, sobre todo, del arte y éxito de conseguir aglutinar a más de 200 personas en un lunes por la noche para saber “un poco más de nosotros mismos”, ante un público que se dispuso a emprender un viaje que nos permitió conocer en profundidad los secretos de nuestra historia más reciente.
Así fue cómo Preston habló de la figura del rey, Juan Carlos I, “que se presenta como sucesor de Franco, no porque era heredero del trono” creando así distintas suspicacias en parte de la población española “que salía de una guerra civil y de un cruel dictador que acaba de poner al rey” y, en definitiva, asuntos que “quitaban legitimidad al monarca”. A partir de ahí, el profesor Preston desgranó aquella etapa histórica con los “sufrimientos personales de un joven príncipe que tuvo que callar”, los enfrentamientos con su padre, D. Juan de Borbón, las relaciones políticas con la dictadura y la lucha por un trono “que Juan Carlos I se ganó a pulso”, afirma.
Paul Preston tuvo oportunidad ayer de abordar otros puntos como el papel y la unidad que otorga la monarquía en España. “Hay países muy nacionalistas como Bélgica, que lo único que les mantiene unido es la monarquía. Lo mismo ocurre con otros países y, en el caso de España, es más que evidente. Aunque también este trabajo de unidad se lo ha ganado el Rey”, apunta.
Por otro lado, el profesor británico aludió al IRA y sus relaciones con Inglaterra, aportando a su parecer las claves para alcanzar el ansiado proceso de paz que mantiene el Gobierno español con la banda terrorista ETA: “La acción contra el terrorismo provoca más violencia. Por eso, lo que se necesita verdaderamente para lograr la paz es diálogo y muchísima paciencia y sacrificio, y huir de la venganza contra el terrorismo porque el dolor político, en este sentido, debe ir más allá”, señaló.