Ayer jueves convocaron de nuevo a los ciudadanos de Novelda para debatir sobre un nuevo tema que afecta a todos. Se trata del desempleo, uno de los puntos más preocupantes para los españoles.
¿Qué ocurre cuando una persona se queda sin empleo después de los cuarenta? En situaciones así, el riesgo de no volver a trabajar es alto y los desempleados de larga duración se ven abocados a la exclusión social. En otros casos, como los de personas con alguna discapacidad, encontrar un empleo puede resultar aún más complicado. “La realidad es que contamos con personas muy válidas que podrían desempeñar muy bien ciertos trabajos, pero que no lo consiguen porque el sistema las deja fuera”, como explicó la trabajadora social Virginia Tovar, quien participó este jueves en un nuevo debate ‘Hablemos de Novelda’ organizado por UPyD.
La charla, en palabras de la ponente, trató de “cómo montar una empresa en la que se solucione un problema social, que cree puestos de trabajo y repercuta de forma positiva en la sociedad”. Tovar propuso el establecimiento de cooperativas y asociaciones que se ocupen de cubrir necesidades sociales y proporcionen trabajo a personas con dificultades de acceso al mercado laboral; necesidades como la apertura de un centro social para mayores, un servicio de catering para guarderías y personas con ingresos bajos y la puesta en marcha de empresas agroalimentarias.
“Desterremos la idea del empresario-emprendedor que pide un préstamo”, dijo la trabajadora social. “Juntémonos todos y empecemos desde cero”. Tovar destacó la cantidad de personas que se acercan a su despacho con ideas, pero sin una guía a la que acogerse para llevar adelante los proyectos. “Hace falta juntarnos, creérnoslo y trabajar en equipo”, señaló.
Uno de los ejemplos que Virginia Tovar utilizó para ilustrar su propuesta de “empresa social” son las lanzaderas de empleo y emprendimiento solidario, que ya están funcionando en el norte de España. Estas agrupaciones ponen en contacto a personas desempleadas que quieran aumentar y compartir sus conocimientos y competencias con el fin de conseguir un empleo, bien sea por cuenta propia o ajena.
Otros ejemplos expuestos en el debate los encontramos en la empresa alicantina A Puntadas, una empresa de ropa que da empleo a mujeres en riesgo de exclusión social, bien por tener algún tipo de discapacidad o por ser mayores de cuarenta años y no encontrar trabajo. Y también lo vemos en el caso de La Fageda, empresa catalana del sector agroalimentario que emplea a personas con discapacidad psíquica.
Virginia Tovar cree que la clave está en generar empleo y que las administraciones públicas deben implicarse para que el empleo llegue al ciudadano. Para la trabajadora social, “el apoyo desde lo público puede venir en forma de exención de ciertos impuestos para las empresas sociales o con la cesión de locales para que lleven a cabo su actividad”.
El portavoz de UPyD en el Ayuntamiento de Novelda, Armando Esteve, que introdujo el debate, dijo confiar en que “estas iniciativas pueden funcionar en Novelda y ser muy beneficiosas para empresas y ciudadanos”. También destacó que, aunque el empleo no es una competencia directa de los ayuntamientos, desde UPyD se han llevado propuestas a los plenos con el fin de favorecer la creación de puestos de trabajo, como el plan para simplificar los trámites administrativos a la hora de abrir un negocio, el apoyo a los autónomos, la apertura de espacios municipales para el coworking o trabajo en común y la puesta en marcha del consejo de comercio local.
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