El “Capítulo I”

1. Es obvio que el capítulo 1 correspondiente a gastos de personal hay que reducirlo. La propia crisis ha reducido los ingresos que se obtienen cada año y , en consecuencia, los gastos también tienen que adaptarlos.
   El problema es que este equipo de gobierno, mientras deja a los proveedores sin cobrar, cuando ellos son el tejido productivo, pues destina todo el dinero a personal del ayuntamiento para mantener un servilismo al partido que gobierna. E incluso, en la situación de asfixia económica, se permiten ciertos privilegios como gastos en teléfonos, en coches oficiales o nombrar personal de confianza. Todo este tipo de gastos son los primeros que se deben eliminar, así como dar ejemplo y que los propios concejales también se bajen sus sueldos de forma considerable

2. De todas las opiniones que, en teoría, quieren arreglar este desfase económico o de presupuestos, me parece la mejor la del concejal Esteve (UPyD) pues pone el dedo en la verdadera llaga: Han de predicar con el ejemplo y los propios miembros del PP (alcaldesa, concejales de este partido y consejeros o «enchufados») que se recorten ellos/as primero, pero antes retorcerán el cuello a cualquiera, que perder un sólo euro en su bolsillo.
   En cuanto al funcionario liberado de UGT creo que ha cometido un error involuntario: Dice este señor que si el Ayuntamiento asume ciertos servicios externos, habría de subrogarse al personal de estas empresas.
   Ese supuesto se daría si el Ayuntamiento cambia de empresa externa para un servicio concreto (ej: jardines, limpieza, etc) por cualquier motivo (fin del contrato, renuncia o quiebra de la empresa anterior, etc). En este caso, la empresa que acceda al servicio, ha de asumir al personal que la empresa anterior dejó, pues se aplica entre empresas privadas (la empresa A finaliza y la empresa B, se subroga al personal de la anterior)
   Pero la Administración (en este caso nuestro Ayuntamiento) firmó en su día un contrato de duración e importe determinados con la empresa A. Si el contrato ha llegado a su fin y esta empresa no quiere o no puede continuar, el Ayuntamiento convoca nuevo concurso y se lo adjudica la empresa B. Pero el Ayuntamiento es ajeno a este personal, que podría cambiar de empresa, pero no integrarse en la Administración local.
   Por último, un tirón de orejas a los/las funcionarios/as que vi en su día, usando el ordenador para ver el MARCA, o para intercambiar chistes, versos o refranes, o llamando y recibiendo llamadas telefónicas por el móvil de sus propios familiares (especialmente, de hijos menores que han de decirle a la mamá si se han portado bien o han hecho los deberes. Y la funcionaria que llama a casa para recordarle a alguien que las lentejas deben estar una hora a remojo, antes de añadirles el laurel. Y el funcionario que da la clasificación y los lances de juego del Barça, o del Real Madrid ¿a que sí, a que de estos también los hay?). También es mejorable y se puede arreglar que haya conserjes (caso del Gomez Tortosa o de la Casa de la Cultura, por ejemplo) que estén leyendo el periódico en horas de trabajo. ¿Acaso no hay quien les dé tareas que puedan llevar a cabo, como poner al día ciertos papeles o documentos, o cambiar una bombilla, o cualquier otra tarea que pueda hacer un/a conserje y así, evitarían tener que pagar a otro/a funcionario/a para que lo haga?
   Vergüenza ajena me daba ver estos casos (que no son extensivos a todo el que trabaja en el Ayuntamiento). Conseguí tragarme las críticas en la calle, hasta que me jubilé. Ahí también pueden ahorrar.

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