Esta prueba de diagnóstico prenatal permite detectar malformaciones en el feto precozmente. Para determinar el riesgo la prueba combina una analítica con una ecografía. Está dirigido a embarazadas durante el primer trimestre de gestación.
El test combinado es una prueba que permite detectar anomalías cromosómicas en el feto, como el Síndrome de Down y el Síndrome de Edwards. Según explican los especialistas, “tiene una sensibilidad superior al triple test, el porcentaje de detección de anomalías de esta prueba es del 90% y presenta un número menor de falsos positivos”.
Actualmente, el Departamento de Salud de Elda ofrece a todas las gestantes esta técnica que aporta mayor fiabilidad que las pruebas utilizadas hasta el momento, además de adelantar dicho diagnóstico.
Este test, que consta de una prueba bioquímica y una ecografía de las doce semanas, además de no ser invasiva conlleva una disminución de amniocentesis, puesto que aporta mayor fiabilidad. No obstante, los especialistas advierten de que “es una técnica moderna, pero no infalible. Y es que hay que tener en cuenta que no existe ningún test que permita detectar las malformaciones al 100%”.
El test combinado determina el riesgo basándose en varios criterios: la translucencia nucal, la determinación de dos hormonas en el suero materno, que son la PAPP-A y la B-HCG libre, la edad de la embarazada, el número de fetos, el peso de la paciente, si es fumadora y si es diabética.
Debido a la diversidad de marcadores que se van a utilizar para determinar el riesgo es indispensable la coordinación de los diversos profesionales que tratan a la paciente: Servicio de Obstetricia y Ginecología, matronas y Laboratorio. Respecto a la organización para la realización de la prueba, la gestante debe ponerse en contacto con su matrona y ésta le indicará los pasos a seguir.