La Unió de Llauradors y Ramaders, señala que las altas temperaturas de las últimas horas han provocado una elevada mortandad de animales -fundamentalmente pollos- en aquellas granjas de la Comunitat Valenciana con sistemas más tradicionales y por tanto menos modernizadas. También hay daños por los incendios en algunas parcelas cultivadas, aunque la mayoría han actuado como cortafuegos.
La mortandad de animales por asfixia se da fundamentalmente en el sector avícola. En la ganadería extensiva se observa por el calor una falta importante de pastos y una disminución de la reproducción y un aumento de abortos. Otras anomalías detectadas se basan en una menor producción de leche, un menor contenido de grasa o una disminución del peso de los animales.
El sistema actual de seguros agrarios en el sector avícola es insuficiente porque por un lado tiene poca aceptación ante la elevada franquicia que contemplan las normas y por otro es injusto que el productor deba hacerse cargo de todo el coste del seguro cuando los animales en el caso de los pollos son de la empresa integradora.
LA UNIÓ reclama una serie de medidas con carácter excepcional para todas aquellas zonas afectadas por las extremas temperaturas y los incendios. Entre ellas se encontraría la publicación inmediata de una normativa de ayudas por parte de las dos Administraciones Públicas que contemple compensaciones para los cultivos dañados por el fuego y para las granjas. En este último sentido se deberían mejorar la línea de ayudas existente para la modernización de las granjas. Otras medidas serían la condonación del Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI) de naturaleza rústica, la exoneración del pago de las cuotas del Régimen Especial Agrario de la Seguridad Social (REASS) o el establecimiento de créditos con interés preferente.
LA UNIÓ demanda así mismo una deducción de la base imponible en la declaración del IRPF para aquellos agricultores y ganaderos encuadrados en estimación directa y una reducción de los módulos para el resto, tal y como se prevé en el artículo 35, 4-1 del Reglamento del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas, donde se especifica que se pueden beneficiar de la misma todos aquellos casos en los que su actividad se vea alterada por incendios, inundaciones u otras circunstancias excepcionales que afecten a un sector o una zona determinada, tal y como es el caso de esta ola de calor en la Comunidad Valenciana.
Josep Botella, Secretario General de LA UNIÓ, señala que «el abandono de las zonas de cultivo en las zonas rurales incrementa considerablemente el riesgo de incendios ya que éstas actúan como cortafuegos. La mejor política contra los incendios es apostar por el mantenimiento de la población en el medio rural y por incentivar a los agricultores y ganaderos para evitar el abandono de las explotaciones».
Botella insiste en que «muchas veces se pretende criminalizar a los agricultores y ganaderos como autores de los incendios como consecuencia de negligencias cuando si no fuera por estos el peligro en nuestros montes sería mucho mayor. No hay más que ver que allá donde se produce un incendio y hay zonas de cultivos, el paisaje queda como un tablero de ajedrez».