La persona no ha sufrido daños físicos pero ha sido trasladada a Urgencias debido a un ataque de ansiedad
Las rachas de viento de hasta 47km/h de esta mañana han provocado la quiebra de una rama de grandes dimensiones en la Glorieta. En el lugar se encontraba una mujer desarrollando labores de limpieza en la zona, que ha sufrido un ataque de ansiedad tras haberle caído la rama a pocos metros de distancia. El accidente podría haber sido una desgracia mayor.
Los operarios de las Brigadas Municipales de Parques y Jardines han actuado rápidamente en la Glorieta, retirando el follaje y las ramas secundarias caídas y cortando definitivamente la gran rama que ha provocado el suceso. Por su parte, la Policía Local ha cerrado el tráfico en la vía mientras se realizaban las labores de retirada del follaje.
Desde la concejalía de Mantenimiento de Ciudad, José María Chacón ha subrayado que a este tipo de arbolado en la Glorieta se le había permitido crecer desde hace unos años de forma natural, es decir sin destacables podas, para cumplir con los objetivos de la Agenda 2030 en materia de medio ambiente.
Este accidente, indica el responsable del área, ejemplifica perfectamente lo debatido durante las últimas semanas respecto a la poda del arbolado. Cabe recordar que Verdes de Novelda criticó duramente al equipo de Gobierno por ejecutar una poda «brutal» en el antiguo solar de la Comparsa Damasquinos, que ahora es propiedad del Ayuntamiento.
El tema ganó aún más impulso durante el pasado pleno ordinario de mayo, lo que provocó un debate y sus correspondientes encontronazos principalmente con Guanyar Novelda, que defendía eliminar las podas y que los árboles crecieran de forma natural.
«Por eso dije en una rueda de prensa anterior que hay excepciones a la hora de podar árboles en sitios donde haya afluencia de gente, y lo tenemos que prever para que no ocurra ningún accidente», ha resaltado.
En dicho momento, Chacón defendió la estrategia de poda actual, más controlada y severa cuando debe serlo para aumentar en seguridad los espacios, sobre todo en excepciones donde los árboles son de gran altura y sus ramas y follaje cuentan con un peso propicio para provocar un accidente. Sin embargo, esta estrategia no se aplicó en los árboles de la Glorieta para mantener las características típicas del lugar.
Tras este susto, el edil del área ha anunciado que se estudiará cada gran árbol de la Glorieta para estimar si se les debe realizar una poda para evitar futuros accidentes. «En breve se les va a realizar un recorte del peso, sin ser una poda excesiva, para evitar fututos accidentes», ha comunicado.
Hace ya unos 10 a 15 años, un ficus en la Glorieta, el más cercano al comienzo de la calle Valencia perdió una rama, en una madrugada. Por suerte, sólo causó daños materiales en la carrocería de un vehículo estacionado. No creo que el viento tronche una rama, sino que debe ser por estar podrido el interior de esos ficus centenarios. Hay que revisarlos bien, pues no es fácil vigilar para que nadie se coloque cerca o debajo de estos árboles.