Alejandro Valverde, ”el Bala”… de cañón, por Vicente Díez

Este ciclista de amplia fama ha conseguido hace pocos días el sueño de todo ciclista profesional; proclamarse campeón del mundo y voy a intentar resumir su biografía deportiva.

Nació en el año 1980 y desde niño, prefería montar en bicicleta al resto de juegos infantiles propios de esa edad. Su padre, Juan, había sido corredor amateur y le compró su primera bici cuando Alejandro tenía seis años. Se integró en la Escuela de Ciclismo como Principiante y de inmediato, observaron que el pequeño “tenía madera de la buena". De hecho, poco después participó en su primera carrera, en Jumilla y llegó segundo a la meta, algo inusual para un novato. Si bien, lo mejoró en la segunda ocasión que se le presentó y fue el primero en Yecla. Desde entonces, a no ser por caída o avería, siempre acababa primero, incluso alcanzando por detrás o doblando al resto de chavales en los circuitos urbanos y ya le habían endosado el apelativo de "el Imbatido". El monitor comentó en cierta ocasión a su padre: "…este zagal se sale". Llegó a sumar más de 50 triunfos hasta los trece años y su ídolo de entonces fue Miguel Indurain, al que veía invariablemente llevarse el Tour de Francia. En aquellos años iniciales coincidió con un muchacho de su edad, el noveldense Juan Carlos Escámez Peiró, del que ya se publicó su biografía tanto de ciclista como posteriormente, masajista en el equipo profesional Movistar y que apareció en las imágenes de televisión tras la meta de este reciente Mundial.

En categoría Juvenil, Alejandro siguió afianzándose en su progresión, hasta que los cazatalentos de los equipos superiores se fijaron en él y a continuación, le pusieron a prueba en el equipo Banesto amateur, aunque en familia decidieron aceptar la oferta del conjunto Kelme en categorías inferiores al profesionalismo, pues era evidente que llegaría a dar el salto. En el conjunto ilicitano volvieron a coincidir Valverde y Escámez, por lo que desarrollaron una amistad íntima y duradera. En esos años intermedios entre la Escuela y el profesionalismo, sus mejores registros fueron ser campeón nacional en ruta; primero en el ranking de la RFEC (Federación Española de Ciclismo) y logró la Copa de España sub-23, tras una serie de pruebas prestigiosas, celebradas por todo el país. En los Juegos del Mediterráneo en Túnez acabó tercero. Y en pista, demostró que también dominaba, al ser campeón nacional en tres modalidades del piñón fijo.

Por fin, llegó para Valverde el momento de pasar a profesionales en el año 2002, con las credenciales de ser buen sprinter tanto en llano como en llegadas en alto, además de excelente rodador; lo que se dice "un todo terreno".

Y pronto llegaron los triunfos; tanto en carreras de un solo día como por etapas. Según los datos que tengo, en profesionales ha conseguido 122 triunfos hasta hoy. Entre los de más renombre, sin duda este campeonato mundial y la Vuelta Ciclista a España 2009. Sería larga la relación de victorias, por lo que vamos a separarlas en cuatro grupos:

1. Carreras de tres semanas (las 3G): Ya se comentó la Vuelta 2009, así como en el año 2006, en que incomprensiblemente dejó marchar a Vinokourov, un rival directo en los últimos lances, quien le arrebató el liderato. Asimismo, ha finalizado en otras Vueltas a España en puestos de podio con un total de once etapas en diversas ediciones de nuestra ronda. En cuanto al Tour de Francia, también subió al podio como tercero, en el año 2015 y tiene en su haber un total de cuatro etapas en sus diversas ediciones. Por último, en el Giro 2016 también acabó tercero, con un triunfo de etapa.
2. Carreras por etapas, hasta una semana: Dos veces la Dauphinè Liberè; tres ediciones de la Volta a Catalunya; dos en la Vuelta a Burgos y una temporada en la Vuelta al País Vasco y en la de la Comunidad Valenciana, con dos etapas. Sin duda, guarda un inmejorable recuerdo de “su vueltica”, la Vuelta a Murcia de cinco etapas en los años 2004, 06 y 07, con un total de dos etapas y es que conseguir ser profeta en su tierra, es algo que llena de satisfacción a cualquiera. Años después afirmó “Vencer en la Vuelta a Murcia me llena más que en una Milán-San Remo”, algo comprensible aunque la balanza de la fama y el prestigio se inclina mucho más hacia la prueba transalpina que abre en primavera la temporada de las Clásicas de primer orden.

Asimismo, tiene en su vitrina alguna etapa en diversas pruebas, como la australiana Tour Down Under y en otras.

3. Pruebas de un día: (habría que subdividir en tres) *c1) Clásicas, del mayor prestigio internacional, como cinco ediciones de la Flecha Valona; cuatro veces en la Lieja-Bastogne-Lieja y dos en la Clásica de San Sebastián. *c2) Otras semi clásicas y pruebas menores de un día, como la París-Camembert; las italianas Roma Máxima y la Strade Bianche, una vez en ambas pruebas. Y *c3) Pruebas con una mayor satisfacción personal, como el campeonato nacional 2008 y 15 de fondo en carretera; o dos ediciones (2014 y 17) de la Vuelta a Murcia, reducidas a una sola jornada, por problemas de presupuesto.
4. Clasificaciones aportadas por la UCI: En su día escribí que, para mí, el verdadero campeón mundial de una temporada no es quien llega primero en esa prueba de un día, sino el que sume más puntos por sus distintas clasificaciones en el año. Pues bien, con el sistema de puntación, en el año 2006 fue segundo en la Bicicleta de Oro al mejor ciclista del año y tercero en la temporada 2014. La verdadera puntuación y que valora económicamente al ciclista para futuros contratos es la otorgada por la UCI (Unión Ciclista Internacional), que en su versión Pro Tour se llevó en las temporadas 2006 y 2008. Y con la versión World Tour también logró doble triunfo: 2014 y 2015, lo que significa que fue el corredor que más puntos aportó a su equipo para inscribirse en las mejores pruebas y para revalorizarse él personalmente.

  Concluyo con el tradicional sistema de disputar el Campeonato Mundial de Fondo en Carretera, que se viene celebrando desde 1927. Alejandro Valverde había conseguido hasta antes de este último campeonato un total de seis medallas: dos de plata en Hamilton (Canadá, 2003) y en Madrid (2005). Y cuatro bronces en los años 2006, 12, 13 y 14, precisamente esta última en Ponferrada (León). Tanto en Canadá como en León fue el gregario fiel que defendió al compañero destacado, controlando a los perseguidores, como fue en Hamilton con el triunfo del vasco Igor Astarloa y en Ponferrada, donde Joaquim “Purito” Rodríguez no pudo al sprint con el portugués Rui Costa. En ambos casos, Valverde adelantó en el sprint al resto de perseguidores. Pero en esta última edición, celebrada hace pocos días en Innsbruck (Austria), la selección funcionó y maniobró de manera impecable, con sus compañeros preparando la ocasión final en la que le vimos con otros tres rivales, a los que batió al sprint, proclamándose al fin campeón mundial y le otorgaron el maillot Arco Iris. Fueron seis veces en que rozó el triunfo, y… ¡Al séptimo descansó!

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