121) FRANCISCO SEGURA GOMEZ (multideportista)
Hoy aporto la biografía de un hombre ya veterano, el cual se define a sí mismo no como un competidor, sino más bien como alguien que ha practicado diversos deportes para mantenerse bien físicamente y a fe que lo ha conseguido, por el sano aspecto que presenta a los 76 años.
Francisco nació en el año 1941, en plena época de las cartillas de racionamiento, en el distrito o barrio del Sagrado Corazón y el mayor interés de la época no era soñar con el deporte, sino buscar la manera de poder comer algo digno.
Sus padres tuvieron cuatro hijos y nuestro personaje de hoy fue el segundo de los tres que sobrevivieron. Su colegio fue el Gómez Navarro y allí, así como en la calle, jugaban con pelotas hechas artesanalmente de papel prensado y atado, o de trapo.
Me comenta que su padre fue un hombre con inventiva para la mecánica y se hacía artesanalmente parte de sus herramientas, sin tener estudio alguno de maestría o de ingeniería. Esto lo fue observando y copiando el niño de entonces que hoy nos ocupa, quien a los 10 años salía a la calle, anunciando a voces para vender churros, antes de ir a la escuela cada día. El "empleo" de churrero lo desarrolló hasta los 13 años.
Montaba en la bicicleta de su padre y le compraron una de segunda mano, con las que se desplazaban ambos a trabajar en la huerta. Llevaba en el portabultos trasero algunas herramientas, como todo agricultor adulto y chavales de la época. Con 13 años colaboró en roturar y plantar un terreno de viñedos de 4.000 hoyos, con los deshechos de abono que trajo un camión tras 8 viajes. Siguiendo con los inventos artesanales, su padre fue capaz de mejorar la faena con algo a lo que llamaron el primer tractor Diesel en Novelda.
Paulatinamente, su progenitor comenzó a mecanizar lo de los churros y conectando cables por aquí y por allá, hizo que funcionara un aparato al que denominaron "churrera". En el cobertizo que había, asimismo fabricaban y envasaban fideos y macarrones, para venderlos por la calle.
Cuando Francisco tenía 15 años, su padre compró un ciclomotor, que él también usaba. Con la bici a veces, le daba por visitar las ciudades cercanas e iba solo o acompañado por alguno de los ciclistas expertos de la ciudad, léase "Candeleta", Jaime Risueño, Ramón Belda y algún otro, que eran mayores que él aunque iba a su paso, ya que estaba habituado a usarla. Hasta que un buen día, estos "profesionales" decidieron apretar el acelerador, además que el recorrido se amplió hasta los 90 kms. yendo hasta Castalla; de allí a Monovar y regreso a casa. Comenta que le costó mucho no perderles de vista en las rectas, pues ninguno le esperó. Ya en el hogar y con cansancio acumulado, decidió que el ciclismo no era lo suyo, aunque a veces iba con algún que otro amigo a subir con suma facilidad hasta el Santuario. En la década de los años 70 disponía ya de una bici de carreras, que costó 11.000 ptas. de la época.
Seguía teniendo interés por el deporte y un buen día, entró y vio en el campo de La Magdalena a unos hombres, practicando el tiro con arco. Sintió curiosidad y decidió observarles; entre ellos, estaban Ramón Moreno “el Cañón”; Paco Serra padre e hijo; Tomás Pérez y Paco Molina, quizá el más destacado entre éstos. El portavoz o jefe era “Cañón”, quien le invitó a probar, sin tener conocimiento previo del punto de mira o de la técnica, por lo que su primera flecha fue a clavarse en el trípode de la diana. Le gustó lo del arco y las flechas y acudía dos veces por semana a los entrenamientos del grupo de arqueros, aprendiendo a quedar rígido como una estatua antes del disparo. Y así observó cierto día un arco desmontado en la tienda de Elías; es aconsejable mantener el arco desmontado cuando no se usa para evitar que pierda potencia y es necesaria cierta fuerza y destreza para montarlo. Decidió que necesitaría un arco como aquel y observando a los expertos, uno de ellos le ofreció un arco americano de segunda mano, que compró.
Una semana después, debutó con “la tribu”, como se autodenominaban los arqueros de Novelda y fueron cerca del antiguo cuartel de Rabasa, en Alicante. Hubo premio, pues consiguió una pequeña copa al Mejor Novato. Se animó y soñaba con cotas más altas, por lo que fue con el resto de compañeros a los torneos y competiciones que se celebraban por nuestra provincia: Elda; Cocentaina, la ciudad donde más pruebas había; también a Elche, donde había muchos practicantes de este deporte e incluso algunas fuera de nuestro límite provincial. Sin gafas, que creía necesitar ni la escoliosis que le dañaba la espalda, fueron motivo de desánimo para nuestro personaje de hoy, quien se atrevía a disputar a otros el mejor tiro. Ya no aspiraba sólo a ser líder de los novatos, sino bastante más alto.
Y así, llegó un día en que se celebró el Campeonato de España en un paraje cerca de Catí, en el término de Castalla. Allí acudieron arqueros de todo el país para disputar la modalidad de Tiro Instintivo, con seis flechas en el carcaj. Se sumaban los puntos conseguidos en la diana con cada disparo. Fue un día perfecto, pues sin estar en los pronósticos de los observadores, consiguió ser Campeón Nacional.
Ya con cierta fama entre sus colegas, venció en Cocentaina en la Tirada del Pavo, por Navidad. Le dieron un plumífero enorme, “que parecía un avestruz”, comenta Francisco y comieron pavo en su casa durante todas las fiestas, hasta Reyes.
Paulatinamente, notó que ya no avanzaba a nivel local por desinterés de sus compañeros, quienes practicaban a otro nivel inferior y él no tenía rivales de su categoría y el arco se fue quedando arrinconado; además que esta actividad se apagaba en Novelda.
Aunque seguía sintiendo interés por el deporte para mantenerse activo o en forma, por lo que ya con unos 30 años, fue de los primeros socios del Polideportivo Cucuch, donde casi estrenó el frontenis en esa instalación local, en la que tantos jugadores lo han practicado asiduamente. Él juega un rato los sábados con amigos de su generación; lo pasan bien, se encuentran ágiles y disfrutan un buen rato, comentando posteriormente la jugada del día y cómo han pasado los años, con tanto jugador del frontenis que ha pasado por allí. Y como colofón, ha creado ambiente deportivo en su familia, pues su nieto Alex Segura corre con el equipo Cableworld como atleta y parece que lo hace bien. ¿Qué más se le puede pedir a la vida para ser feliz?
Conozco a Francisco y hace tiempo que no sabía de él- Me gusta saber que sigue en la brecha
¡¡HOMBRE Sr Vicente¡¡ Que alegría poder volver a disfrutar de sus biografías Deportivas. Otra persona dedicada al deporte desde el anonimato. Un saludo.
Francisco es el padre de mi amigo de bici y tenis. Me ha gustado saber sobre él
Bien, voy a intentar traer algunas biografías, aunque no semanalmente. Por otro lado, agradezco los comentarios aportados, Añado que me llamó la atención la fotografía en blanco y negro en la que se le ve y es la versión facial de su nieto Alex. Se parecen como dos gotas de agua
Estimado Vicente. Me alegro que retome su labor de divulgación sobre los deportistas de Novelda.