UN MILAGRO
En España, con el gobierno del PP, llevamos tres años y 41 subidas de impuestos y tasas. Aun así, el Estado, las comunidades autónomas y algunos Ayuntamientos, como el nuestro, no dejan de pedir créditos y préstamos con alegría, como si no hubiese que pagarlos. En los próximos cincuenta años tendremos que devolver miles y miles de millones, con sus respectivos intereses. Un billón, con B, es la deuda que hemos alcanzado hasta este momento.
Yo, de momento, no creo en los milagros. Sobre todo porque aún no he visto ninca ningunoSe han rescatado Bancos y Cajas. Se han congelado los sueldos de los funcionarios. Se ha modificado la revisión anual de las pensiones, para que suban un 0,25 %, en lugar del IPC. Hay casi un 25 % de paro. Es decir, más de 4,5 millones de personas sin trabajo. Un millón de familias sin ningún ingreso conocido. 2,5 millones de personas que ni tienen trabajo ni posibilidad real de volver a estar ocupados nunca. Se han despilfarrado decenas de miles de millones en rescatar a ineptos y corruptos. La diputada Fabra, hija del exalcalde de Castellón, ha firmado un documento para pedir el indulto de su padre, al que le tocaba la lotería un año sí y otro también. Hoy, en este país, no en África, hay un 30 % de niños en situación de riesgo y pobreza. Los llamados «nuevos empleos» son, casi siempre, con salarios que se sitúan en torno a los 500 euros. Uno de cada tres titulados universitarios (dentro del 50 % de media de paro entre los jóvenes) ejerce un trabajo para el que no se necesita titulación alguna. Hemos destruido empleo decente y lo sustituimos por empleo basura. Pero tenemos más coches oficiales que en Estados Unidos. Ha crecido el número de millonarios, en estos tres últimos años, al mismo tiempo que ha aumentado la pobreza.
En 1984 el PSOE, sustituyó la anterior Ley de Administración pública, por la 30/1984, anulando las oposiciones y los méritos, por la libre designación masiva, los asesores y demás parásitos; de la que el PP ha sabido también sacar rédito, para colocar a hijos, sobrinos y demás parientes. Desde entonces, tenemos dos millones de enchufados públicos.
La destrucción de empleo sigue a todo ritmo, por muchos trabajos basura que se sigan creando. Mientras, Rajoy, Guindos y Montoro son vendedores de humo, y dicen que «la recuperación es cada vez más intensa».
No, España, me temo, no está caminando hacia la salida de la crisis, sino hacia una quiebra a corto plazo. Nos dirigimos hacía un encarecimiento automático de los tipos de interés. Más y más bajadas salariales. Familias y pequeñas y medianas empresas abocadas a un colapso irremediable. Hacía eso vamos.
Aquí, por ejemplo, que nos coge más a mano, en el Ayuntamiento de Novelda, la deuda financiera ha superado los 31 millones de euros. Esto significa que un 30% del presupuesto se destina a pagar la deuda contraída con los bancos. Hacen falta 10 millones de euros para pagar las nóminas del personal, 5 millones para pagar la deuda con los bancos y 2,5 millones para la limpieza de espacios públicos y la recogida de basura. Y aún quedan otros 2, 5 millones de otros gastos. El gobierno del PP ha anunciado unos ingresos de 20 millones euros, pero se ingresarán realmente 17 millones. Tenemos pues, tres millones de euros que irán sumándose así a la deuda que vamos generando año tras año. Exactamente lo mismo que hizo el anterior equipo de gobierno.
¿Y cuál es la solución a todo esto? ¿Cuál? ¿Cuál podría ser?… No se preocupe. Algunos ya la han encontrado… La independencia. El derecho a decidir… O, mejor aún, «acabar con la casta». Así de sencillo. U otro mejor, el gobierno del PP nos sacará de la crisis. Esa será la solución milagrosa a todos los problemas.
Yo, de momento, no creo en los milagros. Sobre todo porque aún no he visto nunca ninguno. Puestos a pedir, si es por pedir, yo solo pediría uno, que la gente deje de esperar eso, milagros y, si es posible, haga algo, algo más que esperar que otros arreglen las cosas. Eso sí que iba a ser un milagro.
Me ha gustado tu artículo, Ricardo. Alguna pega: es un poco pesimista y no adelanta soluciones.