La Vuelta al Cole
El mes de septiembre es el mes de la vuelta a todo por antonomasia. Vuelta a la rutina, al trabajo y vuelta a la universidad, al instituto y al colegio. Y es aquí donde centraré la atención del artículo de este mes porque lo del inicio de curso de este año no tiene nombre ¡¡Comenzar las clases el 3 de septiembre!!
Y es que, conseguir el titular de los medios de comunicación, «Somos la primera autonomía en empezar las clases» – Catalá dixit- para así apuntarse el tanto ante Wert y Rajoy (no sabemos muy bien para qué si la Comunitat es la más marginada por el PP), ha llevado al inicio del curso más caótico y, lo que es aún más importante, más peligroso para la salud de los alumnos que se recuerda.
Institutos y colegios sacando al patio las clases por el calor asfixiante en las aulas y cientos de denuncias ante la Inspección de Trabajo al superarse en las aulas la temperatura y humedad permitidas por la ley -27 grados- han sido la tónica habitual de esta Vuelta al Cole.
Además, este inicio de curso, que tendrá cuatro días más en Primaria y dos en Secundaria, es más complicado de lo habitual, al implantarse una reforma educativa obligada: la LOMCE-Express. Que conlleva cambios en los cursos impares de Primaria con la incorporación de seis clases de 45 minutos, consejos escolares descafeinados, desaparece Educación para la Ciudadanía y aparece Cultura Valenciana, nuevos libros, se incorpora la FP Básica el día 12 de septiembre, ante la imposibilidad física y material de ponerla en marcha antes, etc. Como leéis, todo un auténtico contrasentido.
Y por si todo esto fuera poco, el adelanto del curso escolar al día 3 de septiembre, una idea personal, precipitada y poco madurada de la consellera Popular Catalá (la misma que decidió cerrar las líneas educativas del Gómez Navarro y Alfonso X El Sabio) no satisface a ningún sector de la sociedad: ni docente, ni social, ni empresarial de nuestra comunidad. Es una medida impuesta, sin consultar, que la sociedad no quiere, que no ha solicitado, que ha alterado y precipitado el inicio de curso.
Las clases empezarán con una normalidad exterior forzada, y con mucha tensión interior por las prisas, y la improvisación, que no tiene beneficio alguno para aumentar la calidad del sistema educativo valenciano, sino todo lo contrario. Siendo los datos reveladores y muy clarificantes: empieza el curso con 9.000 alumnos más pero con 139 maestros y 104 aulas menos. Amén de los ya habituales barracones.
Pero es que, para terminar de rematar la faena, desde el Grupo Municipal Popular de Novelda, nos obsequiaron con un comunicado de prensa en el que el Concejal de Educación, Valentín Martínez, tildaba la vuelta al cole de “absoluta normalidad”. Será que para él la “absoluta normalidad” sea iniciar las clases faltando profesores gracias a la decisión injustificada de adelantar el inicio, faltando por adjudicar maestros interinos, lo que provoca desconcierto e inseguridad. O que dar clases a temperaturas cercanas a los 35º (con el riesgo consabido de lipotimias, mareos, deshidratación, etc.) sea lo más lógico y normal del mundo. O que iniciar el curso sin haber solucionado la espada de Damocles en forma de cierre que pende sobre los dos colegios públicos de nuestra ciudad, Gómez Navarro y Alfonso X El Sabio, sea para él y los populares un “inicio de curso normal”. Lo que para él y los populares es la “absoluta normalidad” para nosotros, los socialistas, es la viva imagen de la “absoluta incompetencia “.
Y es que si el curso empieza es, sin ninguna duda, gracias a la profesionalidad y responsabilidad del profesorado y de los equipos directivos de los centros educativos, demasiado habituados, desgraciadamente, a las ocurrencias de los Populares.
Me parece que, en tu artículo, das vueltas a la noria sobre un punto absolutamente contigente. Desde hace muchos años se pone de relieve que España es la única nación cuya población escolar goza de mayor tiempo de vacaciones de verano. Empezar el curso el 3 de setiembre dices que causa un sin fin de problemas. ¿Y si se hubiera comenzado el 1 o el 4, o el doce, o el 18?
Es este un tema tan aleatorio que casi no requiere un artículo completo.