100) ENTIDADES COLABORADORAS (Protección Civil y Cruz Roja)
Hoy, como colofón a esta temporada, dedico este número especial a dos Organismos o Entidades sin ánimo de lucro y conocidas por todos nosotros. Están integrados por personas que dedican su tiempo libre para ponerlo al servicio de los demás y “por amor al arte”, como diría el refrán popular.
Comencé entrevistando a Mercedes Espada Felipe, jefa de la Agrupación de Voluntarios de Protección Civil. Dispuesta como en ella es habitual, a ofrecer lo que posee para los demás, su tiempo libre. Y me relató que esta Agrupación está integrada en la Concejalía de Seguridad Ciudadana, de nuestro Ayuntamiento. Oficialmente, los primeros pasos se dieron allá por el año 1984, en que se fundó. La matrícula inicial fue numerosa, de unos 40 miembros. Y me dice que entonces, aún era más meritoria su labor, pues no había medios para ponerla en marcha, por lo que hasta el uniforme se lo pagaron ellos mismos, con una mínima ayuda municipal. Eran “aprendices del sastre Campillo, que cosía gratis y ponía el hilo”. Incluso el primer vehículo que se usó durante años para estos menesteres era de su propiedad particular. Por fin, los concejales y políticos en general se decidieron en el año 1994 a dotarles de vehículo oficial, así como de un local o sede en el lateral del Retén de la Policía Local; e incluso dispusieron de ordenador, mobiliario e infraestructuras adecuadas.
El contingente de miembros de Protección Civil ha disminuido por diversos motivos a unos 20 voluntariosY Mercedes afirma que actualmente las féminas superan en número a los varones. De hecho, en su caso personal, ha logrado integrar a sus hijas, la nuera, a una familiar… y a su marido, Antonio, así como también al hijo y a un yerno; vamos, que son siete de ocho posibles; se merecen un sobresaliente en puntuación. Inicialmente, fueron mayoría los varones y ella era de las pocas mujeres encuadrada; si bien, se decidió que sería la jefa o coordinadora. Como es de suponer, esta dedicación es totalmente altruista y voluntaria, por lo que cada cual se dedica a su profesión, e incluso hay gente desempleada entre sus miembros. Ella es actualmente ama de casa y trabajó en Carmencita. Me relata que vive en Novelda desde la adolescencia; es natural de Baza (Granada) y su marido es jumillano. Excepto unos años en que emigraron a Suiza, regresaron definitivamente a Novelda y aquí nacieron y crecieron sus hijos.
En aquellos años iniciales de Protección Civil, era todo a costa de los propios voluntarios y “se ha de sentir pasión por lo que se hace, sin esperar recompensa alguna; salvo las gracias y nos conformamos”, asegura mi interlocutora. Hoy se ha mejorado en todos los aspectos, pero de dinero… nada de nada, como es de rigor en alguien voluntario.
Su labor principal es colaborar con la Policía Local, tanto de Novelda como de ciudades vecinas, a las que en ocasiones han acudido, como a Monforte, o La Romana y otras cercanas. Si se les necesita para alguna intervención, el requerimiento o llamada ha de pasar previamente por la Concejalía. De ahí, se pasa el aviso a la Policía Local, con quienes están en contacto directo y acuden, en consecuencia, según sean las necesidades de cobertura para un servicio determinado, que puede ser en un acto deportivo, cultural, religioso o de cualquier otra índole. Por tanto, han actuado en eventos deportivos de todo tipo; o en la Semana del Mayor; o en los desfiles de Moros y Cristianos; o incluso en procesiones, etc. Siempre están ahí; dispuestos a conseguir que todo se desarrolle de la menor manera posible para la comunidad de vecinos, de los que forman parte.
En el apartado de actuaciones en deportes, el fútbol es quizá el deporte más conocido pero al celebrarse en un recinto, no se necesitan tantos miembros. No obstante, recuerda como ahora mismo el caso de la agresión con una silla, hace varios años, que acaeció en el Campo de Fútbol de La Magdalena. Estaban de servicio Mercedes, su marido Antonio y un guardia civil, hoy fallecido, el señor Reina. A su lado sucedió aquello y Mercedes comenta que “la silla me pasó rozando”. De inmediato, atendieron al agredido, un linier, y se pudo conseguir que la gravedad no fuese excesiva; si bien, el agresor fue detenido, como sería justo. Hay que añadir que los equipos de fútbol tienen su propio servicio sanitario de urgencia, pero este caso sobrepasó sus posibilidades técnicas. Otra anécdota que recuerda sucedió en Monforte del Cid y allí estaban de servicio con motivo de una carrera de atletismo y un corredor veterano, tras llegar a la meta, le esperaba para abrazarle su propia esposa, enfermera de profesión. Al atleta, que “traía mala cara”, le quedaron las fuerzas justas para traspasar la cinta de llegada y caer desvanecido al suelo, con la atención directa y profesional de su esposa. Mercedes y Antonio colaboraron apartando a la gente, que se agolpaba para ver lo que sucedía en el suelo y llamaron a una ambulancia, que lo llevó al Centro de Salud monfortino. Afortunadamente, el atleta se repuso; se dio el final feliz y hoy repite carreras.
Y así, podríamos decir que han colaborado en multitud de deportes, para que el resultado sea mejor; por ejemplo, en la línea de meta controlando que la gente no invada la llegada; o controlando el paso de los cruces de calles… Es mucha la actividad que desarrollan y siempre beneficiosa.
Como se dijo, han actuado en el atletismo local en la Liga de Barrios; en la Carrera del Pavo o muchas veces en la Subida al Santuario, entre otras. Igualmente, están “al pie del cañón” el día 22 de Julio ante la celebración del Trofeo Santa María Magdalena de ciclismo. En esta prueba, por suceder junto a ellos, atendieron de la mejor manera que supieron a un ciclista accidentado, hasta que llegó la ambulancia. Igualmente, en las pruebas de Duatlón que se celebran y en cualquier deporte disputado al aire libre. Si se celebrase en recintos cerrados, casos del baloncesto, judo, etc. también están dispuestos, pero no son tan imprescindibles. También acudieron a las 24 Horas de Fútbol Sala tanto a las de Novelda como a las de Monforte
Otra de sus actividades no deportivas son la Semana del Mayor; o las Fiestas patronales, o las fiestas de los barrios. Su anhelo es colaborar con la Policía Local en la seguridad ciudadana, ya que la atención sanitaria urgente corre a cargo de la Cruz Roja. Me mostró Mercedes el local que ocupan y están sus paredes a rebosar de placas de agradecimiento por su actividad en multitud de actos, no sólo de Novelda sino también de La Romana o de Petrer. Incluso vi una placa dedicada a ella por su diligencia. Hay una placa con motivo del quinceavo aniversario de su fundación y fotografías del grupo en diversos años; o con los alcaldes y alcaldesa que ha habido en cada ocasión… Ahí es donde estos voluntarios se sienten como en su casa. Y desde aquí, queremos expresar con pasión nuestro agradecimiento como vecinos y en mi caso personal, también como deportista a esta Agrupación de Voluntarios de Protección Civil de Novelda.
Por otra parte, justo es también traer a estas líneas a otra entidad sin ánimo de lucro y que opera “de toda la vida” en Novelda, la Cruz Roja. Para ello, me atendió amablemente el jefe de Emergencias, Manolo Amat, un eldense que desarrolla su labor en la ciudad del azafrán y el mármol.
Comenzamos haciendo un repaso a la historia de la creación de la Cruz Roja Internacional. Fue a raíz de la batalla de Solferino, en la Italia garibaldina de 1859. En los alrededores de aquella ciudad se disputó una de las batallas determinantes para separarse del imperio austrohúngaro y como es habitual, quedaron innumerables heridos de ambos bandos en el campo de batalla, abandonados a su suerte. Allí se encontraba un personaje suizo y por tanto, neutral que, escandalizado de la barbarie, decidió ayudar a todo aquel que pudiera necesitarle, pues de noche, en el silencio, se oían los gritos y lamentos de los heridos. Salió con un grupo de voluntarios, mayoritariamente mujeres y comenzó su labor samaritana.
A continuación, se dijo a sí mismo que aquello, la asistencia desinteresada, debería continuar en cualquier parte y creó la Cruz Roja. Para ello, se diseñó un emblema con el reverso de la bandera suiza y este organismo internacional tiene fondo blanco y una cruz roja en el centro. Paulatinamente, esta iniciativa de paz se extendió por todo el orbe y así, para abreviar, llegó un día de 1925 a Novelda a través de alguien, quien tomó la iniciativa con un puñado de voluntarios, casi todos hombres y sin ni siquiera un local como sede. Se reunían y decidían dónde acudirían en los días próximos. Poco después, se les adjudicó el bello edificio que han ocupado durante décadas en la Plaça Vella, frente al Ayuntamiento y ni que decir, que el número inicial de voluntarios, indeterminado, creció hasta los 140 a 150 de la actualidad, incluidos en todos los programas que se desarrollan y prestan, como son: Ambulancias; Intervención Social; Inmigrantes; Formación; Promoción de Fondos; Medioambiente; Voluntariado y algún otro.
La plantilla de miembros o voluntarios actuales está casi equilibrada entre hombres y mujeres; Si bien, Manolo Amat alega que quizá sean algo más las féminas, a pesar de que la entidad viene de épocas en que los hombres eran aplastante mayoría, pues todo el servicio era más artesanal y requería más fuerza física para realizar cualquier urgencia u otras operaciones o servicios. Hoy, las mujeres se han incorporado a otros múltiples servicios en los que ya no es tan fundamental la fuerza física, como sería conducir una ambulancia, atender a un necesitado, contestar a un teléfono, acudir a un evento deportivo… y se intenta estar a la altura de las circunstancias ante cualquier clase de urgencia, ya sea de tipo laboral, doméstica, deportiva, o de tráfico; así como también de traslados a centros médicos para personas mayores.
Ubicada junto a la Policía Local y a Protección Civil, en la sede noveldense de la Cruz Roja se desarrollan todas las tardes laborables talleres para personas mayores, que le sirve de entretenimiento, lugar de encuentro y esparcimiento, pues realizan algo así como trabajos manuales. Por otra parte, también se desarrolla el programa de Alimentos para personas con pocos recursos, a las que periódicamente se les proporciona un aporte con lo básico, donado por el pueblo y los establecimientos de esta ciudad.
Y en cuanto a su aporte a la actividad deportiva local, Manolo Amat me relata que algo han cambiado las normas en los últimos años, debido a la inevitable crisis. Durante muchos años, para acudir ellos a la celebración de un deporte cualquiera y lo recuerdo perfectamente, pues fui varios años secretario del Club Ciclista Noveldense, era de dos tipos: en los deportes cuyas fechas están prefijadas en el calendario, tipo fútbol y baloncesto o similares, en la Cruz Roja ya disponían del calendario de encuentros, a los que acudían en número suficiente de voluntarios y medios técnicos. En cuanto a eventos esporádicos, casos del ciclismo, el atletismo o cualquier otro de surgiera un día determinado, el requisito era que el club organizador enviase una solicitud al Ayuntamiento. Tras el visto bueno municipal, la Concejalía de Deportes remitía una nota a la Cruz Roja para especificar día, lugar y hora del servicio. Esto suponía un mínimo coste, que sufragaba el consistorio. Bien, pues desde hace unos cinco años, el recorte ha hecho inviable lo de seguir costeando el Ayuntamiento esta prestación, por lo cual el Club organizador ha de enviar igualmente una carta, tanto al Ayuntamiento como a la Cruz Roja, quien valorará el número de voluntarios y cantidad de medios de todo tipo que sean necesarios para cubrir el evento. Por tanto, es evidente que, aunque sea mínima la cantidad a aportar por el Club, esa presencia de la Cruz Roja conlleva una serie de gastos en vehículos y material sanitario, que ha de afrontar el Club organizador. En toda clase de servicios prestados al deporte, se intenta cumplir de la mejor manera posible, pues no les mueve el ánimo de lucro, algo merecedor de destacar.
Como ya se dijo, los medios a aportar varían en función de varios parámetros; por ejemplo, si se celebra en un local cerrado, casos del fútbol o el baloncesto, con una ambulancia y 4 ó 5 miembros, suele ser más que suficiente. Pero si la prueba se celebra al aire libre, casos del ciclismo en carretera, duatlón o la multitudinaria Subida al Santuario de atletismo en pleno verano, hay que ubicar diversos puntos de asistencia por todo el recorrido y podemos ver hasta cinco ambulancias, el hospital de campaña y en la carpa a dos médicos y una enfermera profesionales y voluntarios, como todo aquel que vista el uniforme de Cruz Roja; (se trabaja “por la cara”, quede bien entendido). Es obvio que Novelda no dispone de 5 ambulancias, pero están en mutua cooperación con otras ciudades vecinas, casos de Elda, Petrer, Crevillente o Santapola con mútua devolución de la cooperación prestada (“hoy por ti y mañana, por mí”) y asi, nuestra dotación de voluntarios ha acudido al grandioso y multitudinario Cross de Santapola, o a las carreras pedestres en Monforte y en Aspe, entre otras salidas cercanas.
Debido al recorte en gastos, por decisión de los clubes se ha dejado de acudir a los partidos de fútbol y de baloncesto en Novelda, pero ello no quiere decir que no se esté dispuesto a intervenir en caso de llamada urgente. Me dice Manolo Amat que hace pocas fechas, un chaval de la cantera noveldense, jugando al fútbol en otra ciudad, sufrió una salida de la rodilla de su sitio. Al pensar que tenía menos importancia, le traían de regreso a casa y ante el dolor en aumento, se avisó a Cruz Roja quien salió a escape con su ambulancia para recoger al adolescente a mitad del camino, inmovilizarle, aplicarle una primera cura y le trasladaron al Hospital General de Elche. Afortunadamente, como es habitual a los 15 años, aún se tiene mucha flexibilidad ósea y pocos días después, el muchacho ya andaba por su propio pie y sin muletas. En otra ocasión me contaron que ya hace muchos años, durante la celebración de la carrera ciclista del día 22 de Julio, al tomar el “cruce de los semáforos” entre las calles Sargento Navarro y Sentenero, un ciclista derrapó con tal mala suerte que se lesionó la cadera. Por fortuna, estaba por allí un médico local, hoy jubilado, quien de un grito, ordenó que no le moviesen del suelo hasta llegar la ambulancia, pues el público, de buena fe quería incorporarlo para que siguiese pedaleando; esto, sin duda, evitó un mal mayor, a juicio del Dr. Penalva. De inmediato, llegó la ambulancia de la Cruz Roja, con sus “soldados”, se prestaron los primeros auxilios al accidentado y fue trasladado al hospital; lo que posiblemente, evitó que tuviese problemas posteriores en su cadera. Por tanto, como ya se dijo, al aire libre, las necesidades para cubrir el evento se multiplican.
Todo el voluntariado ha realizado y sigue actualizándose con toda clase de cursos, entrenamientos y prácticas de auxilio en casos de necesidad. Y en cuanto a las ambulancias, disponen de los medios necesarios para prestar lo que se tercie, como puedan ser una primera cura (los llamados casos de “chapa y pintura”, con mínima importancia) y así hasta para tomar la tensión; aplicar aire al necesitado e incluso, para una parada cardiorrespiratoria. Por supuesto, también asisten a otras muchas eventualidades que no son de origen deportivo, como sería la asistencia a todo aquel que sufra un accidente; o llevar y traer a personas mayores o con poca movilidad, a los centros médicos para revisión, consulta, rehabilitación o cura. En fin, que la Cruz Roja es algo; o mejor dicho, está formada por algunos que dedican su tiempo libre y sus ganas de ser útiles a la humanidad, sin prejuicios de ninguna clase hacia el necesitado.
Sin duda, la vida y el deporte en particular, no serían lo mismo sin la Cruz Roja.
Y concluyo, relacionando también entre las entidades colaboradoras del deporte a las fuerzas de orden público, ya sea la Policía Local o la Guardia Civil. No obstante, sin lugar a interpretaciones erróneas, estas dos últimas entidades ya no son voluntarias, sino profesionales y simplemente, cumplen con su cometido, aunque debajo del uniforme también hay un ser humano como cualquiera y quizá, aficionado a ese deporte en concreto.
P.D.- Y como en años anteriores, por estas fechas me tomo una temporada de relax y recarga de pilas Aún conservo buena cantidad de personas o clubes para un futuro próximo. Confío contar con su amabilidad y presencia para entonces.
¡Hasta la vuelta, amigos lectores de Novelda Digital!
Grandes y únicos.
Buen reportaje, porque se merecen aparecer en esta publicación, para que veamos la labor desinteresada que desarrollan la Cruz Roja y Protección Civil. Felicidades a las dos por el apoyo que prestais al deporte local.
Esto se acaba, pues ya me dijo Vicente que era la última entrega, por ahora. Pero me ha gustado el tema y es legal que se saque la faena que desarrollan estos voluntarios para bien del deporte y de la población en general.
Yo a veces he necesitado a la Cruz Roja y siempre están dispuestos. No solo en el deporte, sino para cualquier emergencia. Y Protección Civil también colabora para que vivamos mejor en fiestas, desfiles, procesiones, deportes y muchos temas más. Enhorabuena a todo el que trabaja voluntariamente.
A veces he tenido que recurrir a la Cruz Roja y siempre me han atendido bien. La vida no sería igual sin ellos, así como el deporte que mi hijo practica. Siempre hay alguien de la Cruz Rojas y de Protección Civil
Llegó el momento de parar, como otros veranos y quiero agradecer muy efusivamente su aportación a los que dejáis escrita vuestra opinión, con los diálogos. Igualmente lo agradezco a los lectores.
Bien; llegará el fin del verano y la reanudación de estas biografías. Hasta entonces, un saludo para todos.
Vicente, realmente es admirable la labor voluntaria y sin ánimo de lucro de Protección Civil. Sin embargo, tengo mis dudas respecto a la gratuidad de la colaboración en la Cruz Roja. Al menos, yo conozco a uno que cobra sueldo completo y me dice que, como él, hay otros muchos.
Tenemos que investigar.