Cap avant
Si quieres ver cómo se ríe Dios, cuéntale tus planes. Proverbio namibio.
No hace mucho que, entretenido en pisar las huellas de los que acaban de pasear por la playa, quedé sumido en pensamientos del estilo por qué perdí la ilusión por los trenes eléctricos y a mi mejor amigo de la infancia en un solo episodio; fin de la serie de la fantasía y primero de la cruda realidad del desengaño.
Tu web es un referente único que une y conecta a la Novelda dispersa por el mundo, que ya es mucha desde hace siete añosEl mar bramaba a mi izquierda y oscuras nubes avanzaban por mi derecha. El viento, el famoso viento de las respuestas, me sacudía el cabello y lo que quiera que contengan sus raíces tan cercanas a la “quijotera” de los pensamientos. En el paisaje de mi imaginación, revelaciones, nostalgias, anhelos y quimeras se revolvían con aquellas nubes y aquel mar. Y fue entonces que, absorto por esta especie de naufragio emocional, me encontré con un viejo amigo que tenía entendido se encontraba en una situación muy complicada. No digo más; cada cual sabe lo que es pasarlo muy mal a estas alturas. Mi “¿cómo estás?” no sonó a pregunta de cortesía; pero su respuesta, y la firmeza de su mano en mi mano, fue mítica y heróica: “p’vant”.
Siempre adelante. No hay vuelta atrás, ni al lado. Solo existe lo que me encuentro al caminar. Las huellas que acabas de imprimir se las va a llevar la espuma de las olas, somos unos intrusos en la suavidad de la arena. Lo único que tengo es lo que me queda de playa por andar. Quejarse consuela; pero al igual que el espejo de Oesed, no nos aporta verdad ni sabiduría. Es muy peligroso quedarse embelesado delante de visiones imposibles como la de que un día el presentador de las noticias va a comunicarnos que se ha acabado la crisis y que usted ya puede ir mañana a trabajar a ese puesto que siempre ha soñado.
Sé que cada día es un milagro, y doy gracias por ello, pero a los mortales solo nos queda recoger el fruto de nuestro esfuerzo, si acaso. A veces, ni eso. La alternativa es ir hacia delante y con valor.
Al poco de aquel encuentro. Antonio Ayala me comentó que la cosa estaba muy difícil y complicada, que era un acto "heróico" mantener el periódico a flote. Tras lo cual le dije que “p’vant”. Supongo que era una especie pensamiento reiterativo o de lema-mantra para un agricultor que, en los tiempos en que no había seguros, veía cómo, en unas horas, se llevaba todo su dinero y esfuerzo el pedrisco.
Por todo ello, Antonio, el esfuerzo de lo que has creado, Noveldadigital, no lo puedes abandonar por un pedrisco. No hay que perder el espíritu de lo perdurable. Estás creando un tesoro grafico, histórico y literario de gran valor. Aunque pierdas una batalla, si aguantas, ganarás la guerra.
Al parecer seguiste mi consejo y no solo has resistido sino que has mejorado con el nuevo diseño e ideas frescas.
A veces, un apretón de manos y una máxima del corazón pueden mover montañas o superar crisis. Si bien Dios se puede reír de nuestros planes, también mueve ficha por extraños laberintos.
Enhorabuena Antonio.
Estoy con lo que dice Charly: Antonio, siempre para adelante.
Estupendo artículo Charly, y por la parte que le toca a Antonio Ayala, solo decirle que la peor crisis que hay no es la económica, y que cuando uno sabe lo que tiene que hacer ya se busca la forma de conseguirlo, y eso es lo que el ha hecho. Enhorabuena a los dos!
Totalmente de acuerdo contigo, amigo Charly. Puede que las huellas que dejemos atrás se borren; pero mientras nos queden pies con qué marcar futuras huellas, sigamos «p’alante». Así que mucho ánimo Antonio y no desfallezcas. Como decía mi abuelo: «Yo creo que, para vivir así, no vale la pena morirse».
Nada de rendirse, Antonio. En teoría, según oimos recientemente, le queda poco a la crisis. Por tanto, has de seguir pàra que conozcamos el día a día de Novelda.
Fantástico Jose Fernando Martínez Fernandez