Una oportunidad perdida
La propuesta legislativa de la reforma de la Política Agraria Comunitaria supone un claro retroceso en la búsqueda de explotaciones viables, competitivas y orientadas al mercado. El borrador presentado por el Comisario de Agricultura Dacian Ciolos en octubre supuso una verdadera decepción y la incertidumbre ha aumentado de manera vertiginosa esta misma semana tras el anuncio de que probablemente el acuerdo no pueda alcanzarse hasta que no ultimen todos los plazos, es decir, en 2014. Hasta entonces, desconoceremos el sistema productivo agropecuario que funcionará en los países miembros. Nos quedamos sumidos en la más pura ignorancia.
Pues bien, los agricultores no podemos esperar tanto tiempo en conocer las medidas que tienen en mente los políticos. Acciones que, por cierto y por supuesto, no afectarán a los ‘europolíticos’ que las aprueben, si no a los agricultores y ganaderos que queremos vivir de este digno trabajo. Ellos reflexionan, debaten y actúan, pero sus decisiones las sufrimos nosotros.
Urgen soluciones. Cada instante permanecemos pendientes de si por fin el Parlamento Europeo se dará cuenta de que debe primar un principio de preferencia comunitaria en las importaciones, que hay que mejorar los precios en origen, que necesitamos agua de calidad y a un precio adecuado,…pero desconocemos si pondrán o no en marcha estas medidas porque nuestros políticos permanecen sumidos en el más absoluto silencio, la inoperancia y el oscurantismo.
Como no nos queda otra, en ASAJA Alicante exigiremos que tomen en consideración nuestras necesidades y, de momento, ya hemos hecho los deberes, consensuado nuestras opiniones y concluido que lo que realmente necesitamos los agricultores alicantinos es:
1. Medidas de mercado. Desde un principio se difundió que la nueva PAC se estructuraría en tres pilares, contemplando en el tercero de ellos actuaciones legislativas para acabar con la especulación y los abusos que se producen en la cadena alimenticia. Finalmente, este tercer pilar se ha suprimido. Perdemos, por tanto, una oportunidad de oro para corregir las anomalías que se producen no sólo contra el agricultor, si no también contra el consumidor, que paga precios que registran espectaculares aumentos respecto a los que se perciben en el campo. La crisis no se soluciona incrementando los impuestos de luz, agua, subiendo el IVA, aplicando peajes en todas las carreteras,… El sistema en sí está tan contaminado que hay que dinamitar las estructuras básicas y establecer otras en las que no tenga cabida la explotación y el abuso de los productores y los colectivos más débiles.
2. La nueva PAC es nefasta respecto a los precios. Se confirma el recorte importantísimo de los fondos destinados a la agricultura, en donde el sector agrario verá recortada su ficha financiera en más de un 11%. Deben incrementarse las partidas y si no es posible porque, como tanto se repite últimamente, no hay dinero, que adjudiquen la totalidad del presupuesto a las medidas de mercado. A ver si se percatan de que los agricultores no queremos sus limosnas, sólo poder sustentarnos de nuestros negocios de agroalimentación que tantos beneficios aportan a la sociedad.
3. Otro de los puntos a modificar es el establecimiento de una Tasa Plana para los Pagos Directos, sin reconocer la diversidad de cultivos, zonas de producción y métodos, lo que pone en serio peligro la viabilidad de muchas explotaciones, precisamente las más eficientes, con altos rendimientos, pero también con importantes costes productivos. Existen en la actualidad mecanismos fiables que permiten diferenciar de forma objetiva y no discriminatoria la realidad de la producción agrícola y ganadera en España, la más diversa de toda Europa. De ir adelante esta propuesta, dichos mecanismos de diferenciación deberán ser implementados.
La ventana para el cambio ya se ha abierto en España, pero el Partido Popular debe ser consciente de que debe trabajar para que la Unión Europea no contribuya a debilitar más a nuestro país. Para conseguirlo, deben desaparecer los personajes políticos que abandonaron España para irse a vivir y no a trabajar a la tierra soñada, Bruselas. En sus instituciones se deciden asuntos que afectan de manera directa en nuestras vidas. Es, por tanto, justo ahí donde debe ponerse ‘toda la carne en el asador’ para conseguir que la política comunitaria deje de primar los intereses alemanes y franceses sobre los del resto. En los organismos de la eurozona tienen que haber representantes y técnicos nacionales efectivos, resolutivos, ágiles y, sobre todo, que sepan moverse por los pasillos para presionar a eurodiputados y europarlamentarios hasta conseguir que aprueben actuaciones que nos favorezcan. Durante muchos años hemos echado de menos esta presencia y aún seguimos haciéndolo. Así nos va en Europa.
Sr Eladio,Bruselas es el sueno de todo CHORIZO echo realidad,los politicos destinan a estos ( trabajos ) a amiguetes o a fieles lacayos que por el tiempo que nos representaran saben como vivir muy bien a costas del erario publico y que solo traeran promesas y mas promesas…….