RECUERDOS Y SOLEDAD
Los recuerdos esa percepción tan volátil que no sabemos cómo vienen, pero los presentimos como un reflejo lejano. ¿Se parecen a los sueños?, yo creo que no, los sueños casi siempre son tan irreales, absurdos, raros…
Recordar lo agradable es lo más real, pues surge en instantes de euforia como una imagen mental casi intacta en su formas, incluso en su colores los mismos que quedaron grabados en nuestra memoria, pues en realidad nunca se fueron del todo. En ocasiones se desvanecen en la distancia, aquello tan ambiguo que no se sabe muy bien que es ni donde esta: ¿Puede que en los azules de un firmamento eterno. O quizá, en los colores de la tierra?.
Para mí entre otras cosas, alcanzarla significa tocar una piedra, al hacerlo tengo en mis manos lo más sólido de la naturaleza y noto como si esa misma distancia se desvaneciera al instante, experimentando una sensación de seguridad, pues sujetas algo que puede tener miles e incluso millones de años. Piedras que tanto utilizaron para su vida cotidiana los hombres primitivos; como arma, herramienta, recipiente, o para lograr hacer fuego.
La soledad es otra sensación en la vida que en ocasiones está unida al hecho de recordar, pues en ella surge muchas veces. Soledad tan unida a la melancolía, por ello muy pocos la desean pero hay esta. Las más negativas son aquellas en la que te falta una compañía. O cuando te sobrecoge un sentimiento de desamparo, ante una pérdida o ausencia. También al encontrarte en un lugar deshabitado, aislado, desértico.
Sentir su peso cuando no la puedes evitar, es una sensación que se acentúa sobre todo en las noches, al pasar las horas acompañado/a solo de su insustancial y silenciosa presencia, en una casa desangelada, sin ruidos, pisadas, o murmullos.
Pero la peor quizá sea la de los afectos, el no sentir que alguien te toque te rose al menos, o lo que sería mejor aún, te bese y acaricie susurrándote al oído palabras de amor. Anunciándote al despertarte, que hace un día apacible donde el sol brilla con fuerza y te lleva a disfrutarlo juntos.
También está la soledad buscada que a mi tanto me atrae, estar solo para hacer lo que quieras sin prisas, solo atento a lo que te gusta hacer en un momento determinado. Es la que te ayuda a crear y sumergirte como si lo hicieras en el mar, en pensamientos positivos e incluso luminosos, que tanto nos ayudan a vivir.
Nunca estaremos solos, mientras tengamos recuerdos o sueños.
Los sueños son algo necesario para nuestra supervivencia y mi opinion personal es que son una especie de ordenacion de las ideas y vivencias que tenemos en nuestro cerebro y mas concretamente en nuestro subconciente mientras estamos descansando.
Al concebirnos y empezar a gestar una mujer en su útero a un hijo/a, a los nacidos se nos pasa una informacion genetica como pueda ser color de los hojos, piel, pelo, caracter, en tre otros, pero tambien se nos inyecta una informacion de nuestro antepasados lejanos y que permanece en nuestro subconciente, hasta que cierta noche soñamos o tenemos recuerdos de lugares donde nunca hemos estado o vivencias que nunca hemos tenido,y solo nos acordamos de dichos sueños cuando casualmente pasamos por un lugar y pensamos ….. !! esto lo recuerdo !!,… !! yo creo que he estado aqui antes !!, …. La verdad no es que hayamos estado, siono que quizas un antepasado nuestro si lo hizo y esa informacion y a traves del subconciente se ha ido pasando de generacion en generacion como puedan ser otros rasgos.
Por eso digo, que muentras tengamos recuerdos y sueño no estaremos solos, pues llevamos la compañia de nuestros antepasados en nuestro cerebro…
Bueno perdon por el rollo y algunas faltas de ortografia, pero escribo muy rapido
Un abrazo
Tienes razón, nunca he entendido los sueños, te llevan a sitios nunca visitados, situaciones absurdas, personajes que nunca has conocido y en la mayoría de las veces esos sueños se convierten en angustiosos y el despertar de ellos se convierte en una necesidad.
Los recuerdos son parte de nuestra existencia vital, muchas veces para que el presente se pueda sobrellevar recurrimos al pasado para que los bellos recuerdos nos sirvan de bálsamo para curar nuestras heridas recientes.
Y la soledad, en estos momentos conforme se están poniendo las cosas, empieza a ser hasta necesaria, porque el bombardeo de los medios y las conversaciones, todas giran alrededor del mismo tema, LA CRISIS, y uno que no tiene su composición química preparada para este volumen de información negativa, necesita de esa soledad un poco mística y poder con ella elevar el pensamiento y formar en él sensaciones positivas que puedan apartarte, aunque sea unos minutos, de esa vorágine sin sentido, a la que algunos interesadamente nos quieren llevar.
Hay, como bien dices, otras soledades no queridas, que esas sí te hacen daño en tu interior más profundo, y sobre todo cuando has dado todo lo que tienes de afecto hacia los demás, y estos no te devuelven ni una caricia, ni un sentimiento de amor cuando estás triste.
Paco, buen artículo lleno de sensaciones, un abrazo.
Excelente artículo amigo Penalva en el que vuelves a demostrar tu finura con la palabra para desgranar con un lenguaje sencillo y directo ese engranaje misterioso de los sentimientos.
Efectivamente,el hombre vive de recuerdos,precisamente sirven para eso,para vivir.
Los recuerdos nos protegen de lo que no somos, son como esa capas de pintura superpuestas en las paredes de nuestra vida que a lo largo de los años van engrosando nuestra propio identidad.Son capas de distintos colores y tonalidades,tristes una veces,alegres e impetuosos en otras y muchas veces oscuros y amargos,pero todos ellos colorean lo que fuimos y nos hacen aprender más para ser mejores en el futuro.
Los recuerdos son nuestro mejor patrimonio,los restos arqueológicos de nuestro pasado y que de vez en cuando nos vienen a la memoria para poder comprendernos a nosotros mismos.
Decía Gustave Flaubert que los recuerdos no pueblan nuestra soledad sino que la hacen más profunda.
Y es que el sentimiento de la soledad amigo Penalva acaba siendo el ansiado refugio del individualismo.Uno puede sentirse solo incluso rodeado de personas .Ni móviles ni redes sociales, ni comunicación globalizada en un mundo contemporáneo pueden acabar con ella. La soledad está ahí y en algun momento de nuestra vida nos visitará de forma inesperada, no hace falta ir a buscarla, viene a nuestro encuentro. Puede que incluso le agradezcamos la visita pero le invitaremos pronto a que se marche. Somos seres sociales por naturaleza y la soledad es un huesped que no debe hacer posada en nuestras vidas más de lo estrictamente necesario. Un cordial saludo.