EL ECLASIÁSTICO
Hay una cosa en este Libro, escrito hacia 190 a.C. considerado por San Agustín “el más precioso para la educación espiritual”, que me desconcierta. El Libro es un tratado de sabiduría. No hay relación personal, profesional, familiar, religiosa, humana, ninguna situación social, en definitiva, que no sea contemplada en su texto. Nada deja de ser tenido en cuenta por el Libro. Tiene, como se diría de un buen diccionario, todas las entradas posibles. Un prodigio.
La cosa que me rechina en el alma, se refiere a la mujer, víctima de bastante machismo semita en las Escrituras, (Cristo traerá un enorme alivio a la situación).
Junto a perlas como “El que glorifica a su madre posee un tesoro”, negatividades del orden de “No te entregues a una mujer de forma que ella te domine”. Ya empezamos…Al lado de “El que adquiere” (adviértase la expresión posesiva) “a una mujer, tiene el comienzo de la fortuna; una ayuda semejante a él, una columna de apoyo”, o “dichoso el que vive con una mujer inteligente”, o “igual que el sol naciente en las alturas del Señor es la belleza de la mujer en una casa bien llevada”, el siguiente exabrupto moral:” Mas vale la maldad de un hombre que la bondad de una mujer”. ¿Lo malo del hombre mejor que lo bueno de la mujer? Lo siento por San Agustín, pero me parece una aberración impresentable. Eso no puede ser “precioso para la educación espiritual”, además de aparejar un notable insulto para la inteligencia y una violenta coz en medio del corazón. .
Cristo mete en las Escrituras mucho respeto a la mujer. En su Madre, en María Magdalena, en la samaritana, en la mujer adúltera, salvada de “la primera piedra”, en las prostitutas, en las protagonistas de tantas de sus parábolas, en Marta y María, las hermanas de Lázaro, en la mujer de las hemorragias. Su mejor amigo en la tierra fue mi patrona/paisana, la Santa, que venera la ciudad de Novelda. Quien mas lo quiso, se entiende que luego de su Madre.
Esa parte del Eclasiastés, en que lo peor del hombre puede ser mejor que lo mas excelso de la mujer, no debía figurar en el Canon eclesial. El cristiano que suscribe, se atreve a proponerlo. Con todos mis respetos a San Agustín. Uno también es iglesia. La maldad de un hombre no vale nada. Es aborrecible y despreciable. Y la bondad de una mujer es un lujo moral. Lo vale todo. La bondad es buena y la maldad es mala. Y hombre y mujer son la misma cosa, un ser humano.
Porque Dios, al encarnarse, al hacerse como nosotros, se hizo de la misma naturaleza que los hombres y las mujeres, aunque naciese hombre y no mujer. Se hizo ser humano. No podía encarnarse en solo uno de los dos géneros de la especie, excluyendo al otro. Eso no sería teología sino zoología. Y discriminación.
Ya el breve Papa Juan Pablo I, aquel Luciano Albini, quiso tratar también a Dios como Madre. Lo pensó y quiso desarrollar la idea, pero no le dio tiempo el Altísimo, que lo hizo pasar por el Vaticano como la visita del médico, en un Dios también Madre, en una Maternidad Divina propia, no solo la debida a María, sino otra superior, que ya es decir, ejercida por el propio Dios.
Y es que en muy pocas cosas hay mas Dios que en la madre. Yo creo que en ninguna…
Precioso alegato de la mujer. En estos tiempos de tanta reinvindicación más que justificada de la mujer, es reconfortante comprobar que ya Cristo, fue el más feminista, dentro de una época de absoluto machismo.
Ha habido mucho machismo, mucha injusticia hacia la mujer, pese a que ya, como nos has hecho ver, Cristo siempre defendió a la mujer. Perdón, he dicho ha habido.Error, sigue habiendo y terrible.
Se agradece comprobar que Cristo ya defendía a la mujer, más que la propia Iglesia que la discrimina brutalmente.Pero no entremos en detalles… son tan evidentes.
Luis, hay una expresión que siempre nos viene a nuestro pensamiento, que nos sale del alma, del corazón, de nuestros más íntimos sentimientos, en una palabra, de Dios mismo, y es la exclamación que en momentos de dolor ponemos en nuestros labios “Hay madre”, y esto nos pasa a todos tengamos la edad que tengamos.
Esta expresión de súbito amor incondicional, desinteresado, de verdadera veneración por la que nos dio la vida por orden del mismo Dios, en el que los hombres ponemos nuestro granito de arena para esa posibilidad creadora, (Que los caminos del Señor son infinitos), esa madre, exclamada, en momentos de dolor, es mujer, y como tú dices Luis, Jesús en su vida las veneró a todas ellas, ninguna lo negó en su pasión, y fueron ellas mismas las que lo acompañaron en su calvario y le ungieron con sus aromas.
(Voy a ser crítico) La iglesia, y cuando me refiero a ella, me refiero a los que tienen o han tenido, sean santos o no, esas ideas retrógradas de colocar a la mujer en un sitio de servicio dentro de la iglesia y no de privilegio, de sumisión y no de gestión.
Fijémonos en las residencias de sacerdotes mayores y retirados, están regentadas y servidas por mujeres monjas, el mismo hecho de no poder acceder al matrimonio los mismos sacerdotes es un signo de machismo absoluto, Ninguna monja está representada en los órganos de decisión de la iglesia, pero sí las elevan a los altares cuando ya no están en este mundo.
Disculpa Luis, por ser tan claro en mis críticas hacia nuestra iglesia, la que hubiese querido que fuese, y no ha sido, y no se si será, la que dignificara a la mujer como un ser con la misma sapiencia que el hombre pero con una sensibilidad añadida, más clara o más a la vista que en el hombre, característica que Dios le imprimió a su ser, y la hizo madre de su hijo, ¡¡Que máxima dignificación que esta, que su iglesia no ha seguido!!
Un abrazo, Luis.
Es verdad: Cristo hablaba con mujeres, lo ponian verde por eso..!Tela marinera!
Pero nosotras se lo pagamos bien, y fuimos las que estuvimos al pie de la Cruz, y por eso El hace que tambien seamos nosotras las que tengamos antes el encuentro con el Resucitado.
Jesus es buen pagador, vale la pena trabajar solo para El. Pues el tiempoi para rapido.
Gracias D Luis y Wifredo por vuetro apoyo, porque aunque yo ya soy de una generacion, en la que no he tenido que demostrara nada, he tenido las mismas posibilidades que cualquiera, se por la historia todo lo que hemos sufrido. Y quien olvida su historia esta condenada a repetirla.
A LA MUJER
Si el hecho de pisar Tierra es vivir
y el darse a los demás es querer,
tú vives, quieres y sabes cumplir
porque eres maestra del buen hacer.
Si en los muchos años que has vivido
has dado a los tuyos paz y calma;
a los años que vienen de seguido
verás que les toca alegrar tu alma.
Alejarán de ti cualquier apuro,
que podrán disfrutar tus bellos ojos
en un ambiente tranquilo y puro.
Y si el pasado fue escaso en enojos,
aún será mucho mejor el futuro
pues complacerá todos tus antojos.
El eclesiástico, forma parte de la Biblia griega, pero no del canom judio. Forma parte integrante del Canon Amplio Oriental y Occidental, sustento de las Biblias propias de las iglesias cristianas Ortodoxas, Orientales y también por la Iglesia Católica Romana. como uno de los libros deuterocanonicos.
Su nombre castellano, el Eclesiástico, proviene de la voz latina Ecclesiásticus, nombre que le asignó Jerónimo en su Biblia Latina, llamada la Vulgata, y que, a su vez proviene de la expresión en griego το εκκλησιαστικον (to Ekklesiastikón, el libro de la iglesia, asamblea o congregación), nombre que le dio Cipriano de Cartago, padre de la Iglesia, que vivió entre los Siglos II y III (160-258), en clara referencia al uso que de él hacía la Iglesia, a causa de sus ricos contenidos morales, para la formación y la edificación del catecumenado, es decir, de las gentes que previamente habían sido ya bautizadas.3
Su autor : Jesus ben Sira, preconiza que la sabiduria viene del Señor. su principio es el temor de Dios, forma a la juventud y procura la felicidad. Tiene las mismas incertidumbres que Job y el eclesiastes sobre el destino humano y el tema de las sanciones.
Recoremos que tiene el problema deuteronomico: ya que se pensaba que Dios pagaba la bondad ya en este mundo, sinembargo veian que los buenos salian muy mal parados, mientras que los malos ganaban y eran ricos.
Es un libro de una riqueza incomparable. Os invito a leerlo.
La notoria influencia del Sirácida se siente en todo el Nuevo Testamento:
Especialmente en la Epístola de Santiago 1,2-4.6-9.12-14.19.21;2,9;3,1-13.18;5,4.
También en los Evangelios:
Juan 13,31;14,10.14.15.21.23.28;15,1.8.15;
21,28-31;&version=RVR1960; Mateo 5,42;10,10;11,25;15,4-6;20,26-29; 21,28-31;
Lucas 7,35;9,57-59;10,21;14,28-37;
En las cartas de Pedro (1Pedro 2,12;3,20;4,12 y 2Pedro 2,5);
En las cartas de Pablo (v.g. Romanos 2,21; Filemón 16; 1Timoteo 6,10) y
En Apocalipsis 3,18.
Hola, Lola. Efectivamente, como reconoces, esos libros no formaban parte del canon judío, la biblia hebrea, que era la que citaban Jesús y sus apóstoles. Está clara la elección: o escoger el Antiguo Testamento que sancionó Jesús y sus apóstoles, o escoger el canon ampliado por los eclesiásticos con criterios… ¿qué criterios?.
Ennumeras también ahí una serie de citas del Nuevo Testamento en los que SUPUESTAMENTE se notaría la influencia de Eclesiástico (o Sirácida), pero no pones las citas de Eclesiástico correspondientes para comparar o contrastar esa pretensión, porque bien podría ser influencia de Proverbios o Eclesiastés, que tratan temas cercanos a Eclesiástico… Por favor, ¿podrías aportarme la correspondencia de esas citas con Eclesiástico? Gracias.
Finalmente, puesto que tú si reconoces este libro como inspirado, ¿cómo interpretas la cita de Luis ” Mas vale la maldad de un hombre que la bondad de una mujer” (Eclesiástico 42:14)?
Quiero felicitar a Lola Cerezo por su bien estudiada aportación. A mi me basta con saber que el Concilio de Trento incluyó al Eclesiástico en su lista, para afirmar que es un libro canónico. Doctores tiene la Iglesia Católica que nos sabrán siempre ilustrar.
Para empezar, no hay que leer un versiculo aislado jamas, sino que como en medicina, y en cualquier parte de la vida, es algo integro.
El eclesiastico, es un libro, que esta escrito en una epoca, donde la mujer era menos que nada, se la podia repudiar, recuerda la ley mosaica.
A la Biblia Protestante le faltan libros
En el 1534, Martín Lutero tradujo la Biblia al alemán. Pero rechazó los últimos siete libros del A.T. porque estos contradecían sus nuevas doctrinas. Por ejemplo, al quitar los libros de Macabeos, le fue mas fácil negar el purgatorio ya que 2 Macabeos 12, 43-46 da por supuesto que existe una purificación después de la muerte. Lutero dice que Macabeos no pertenece a la Biblia. Sin embargo Hebreos 11,35 (Nuevo Testamento) hace referencia a 2 Macabeos: «Unos fueron torturados, rehusando la liberación por conseguir una resurrección mejor». Los únicos en el Antiguo Testamento a quienes se aplica este pasaje es a los mártires macabeos, que fueron torturados por conseguir la resurrección (2 Mac. 7:11, 14, 23, 29, 36).
¡Lutero consideró conveniente optar por el canon de Jamnia que los judíos habían establecido para distanciarse del cristianismo!. Lo prefirió a pesar que le faltaban libros que Jesús, los Apóstoles y la Iglesia desde el principio habían reconocido (ver arriba). Agrupó los libros que quitó de la Biblia bajo el título de «apócrifos», señalando: «estos son libros que no se tienen por iguales a las Sagradas Escrituras y sin embargo son útiles y buenos para leer».
Lamentablemente Lutero propagó sus errores junto con su rebelión. Por esa razón a la Biblia Protestante le faltan 7 libros del AT. Los consideran libros que ellos llaman «apócrifos».
Tobías
Judit
Ester (protocanónico con partes deuterocanónicas)
Daniel (protocanónico con partes deuterocanónicas)
I Macabeos
II Macabeos
Sabiduría
Eclesiástico (también llamado «Sirac»)
Baruc Lutero no solo eliminó libros del Antiguo Testamento sino que quiso eliminar algunos del Nuevo Testamento e hizo cambios en el Nuevo Testamento para adaptarlo a su doctrina.
Martín Lutero había declarado que la persona se salva sólo por la fe (entendiendo la fe como una declaración legal), sin necesidad de poner la fe en práctica por medio de obras. Según él todas las doctrinas deben basarse solo en la Biblia, pero la Biblia según la acomoda e interpreta él. Por eso llegó incluso a añadir la palabra «solamente» después de la palabra «justificado» en su traducción alemana de Romanos 3, 28. También se refirió a la epístola de Santiago como epístola «de paja» porque esta enseña explícitamente: «Veis que por las obras se justifica el hombre y no sólo por la fe». (Ver: Fe y obras; Estado actual del diálogo Católico-Luterano al respecto)
Lutero además se tomó la libertad de separar los libros del Nuevo Testamento de la siguiente manera:
Libros sobre la obra de Dios para la salvación: Juan, Romanos, Gálatas, Efesios, I Pedro y I Juan
Otros libros canónicos: Mateo, Marcos, Lucas, Hechos, el resto de las cartas de Pablo, II Pedro y II de Juan
Los libros no canónicos: Hebreos, Santiago, Judas, Apocalipsis y libros del Antiguo Testamento.
Gracias a Dios, los Protestantes y Evangélicos tienen los mismos libros que los católicos en el Nuevo Testamento porque no aceptaron los cambios de Lutero para esta parte del canon. Pero se encuentran en una posición contradictoria: Reconocen el canon establecido por la Iglesia Católica para el Nuevo Testamento (los 27 libros que ellos tienen) pero no reconocen esa misma autoridad para el canon del A.T.
Es interesante notar que la Biblia Gutenberg, la primera Biblia impresa, es la Biblia latina (Vulgata), por lo tanto, contenía los 46 libros del canon alejandrino.
la Biblia es obra del Espíritu Santo. la Biblia no cayó ya hecha del cielo sino que Dios utilizó numerosos escritores. Ellos son los autores humanos, instrumentos de Dios. Pero, ¿Con qué autoridad decimos que un libro es de verdad escrito de un profeta de Dios? ¿Quién reconoce al profeta y quién reconoce que el libro es del profeta? En otras palabras, ¿quién estableció la lista de los libros reconocidos como Palabra de Dios? ¿Quién estableció que la Segunda Carta de Juan que tú citas es realmente parte de la Biblia?
El mismo Dios que utilizó hombres para escribir los libros, fundó una Iglesia, llamada Católica, y le comunicó su Espíritu Santo y su autoridad para determinar la lista -Canon- de libros que componen la Biblia, separándolos de muchos otros que pretenden serlo (como el ahora famoso evangelio de Judas). Por medio de la Iglesia el Espíritu Santo no sólo escribió los libros del N.T. sino que también dio a la Iglesia sabiduría y autoridad para establecer el Canon. Gracias a la Iglesia Católica y por su autoridad divina todos los cristianos, aun los no católicos reconocen hoy que son 4 los Evangelios y no más ni menos. Reconocen igualmente un total de 27 libros en el N.T.
CAPÍTULO 2 del libro del eclesiastico: ¿A quien no le gusta?
La constancia en medio de la prueba
2:1 Hijo, si te decides a servir al Señor, prepara tu alma para la prueba.
2:2 Endereza tu corazón, sé firme, y no te inquietes en el momento de la desgracia.
2:3 Únete al Señor y no te separes, para que al final de tus días seas enaltecido.
2:4 Acepta de buen grado todo lo que te suceda, y sé paciente en las vicisitudes de tu humillación.
2:5 Porque el oro se purifica en el fuego, y los que agradan a Dios, en el crisol de la humillación.
2:6 Confía en él, y él vendrá en tu ayuda, endereza tus caminos y espera en él.
La confianza en Dios
2:7 Los que temen al Señor, esperen su misericordia, y no se desvíen, para no caer.
2:8 Los que temen al Señor, tengan confianza en él, y no les faltará su recompensa.
2:9 Los que temen al Señor, esperen sus beneficios, el gozo duradero y la misericordia.
2:10 Fíjense en las generaciones pasadas y vean: ¿Quién confió en el Señor y quedó confundido?
¿Quién perseveró en su temor y fue abandonado? ¿Quién lo invocó y no fue tenido en cuenta?
2:11 Porque el Señor es misericordioso y compasivo, perdona los pecados y salva en el momento de la aflicción.
2:12 ¡Ay de los corazones cobardes y de las manos que desfallecen, y del pecador que va por dos caminos!
2:13 ¡Ay del corazón que desfallece, porque no tiene confianza! A causa de eso no será protegido.
2:14 ¡Ay de ustedes, los que perdieron la constancia!¿Qué van a hacer cuando el Señor los visite?
2:15 Los que temen al Señor no desobedecen sus palabras y los que lo aman siguen fielmente sus caminos.
2:16 Los que temen al Señor tratan de complacerlo y los que lo aman se sacian de su Ley.
2:17 Los que temen al Señor tienen el corazón bien dispuesto y se humillan delante de él:
2:18 «Abandonémonos en las manos del Señor y no en las manos de los hombres,
porque así como es su grandeza es también su misericordia».
La actitud frente a las pruebas: Carta de Santiago
1:2 Hermanos, alégrense profundamente cuando se vean sometidos a cualquier clase de pruebas,
1:3 sabiendo que la fe, al ser probada, produce la paciencia.
1:4 Y la paciencia debe ir acompañada de obras perfectas, a fin de que ustedes lleguen a la perfección y a la madurez, sin que les falte nada.
La constancia en medio de la prueba Eclesiastico capitulo 2
2:1 Hijo, si te decides a servir al Señor, prepara tu alma para la prueba.
2:2 Endereza tu corazón, sé firme, y no te inquietes en el momento de la desgracia.
2:3 Únete al Señor y no te separes, para que al final de tus días seas enaltecido.
2:4 Acepta de buen grado todo lo que te suceda, y sé paciente en las vicisitudes de tu humillación.
2:5 Porque el oro se purifica en el fuego, y los que agradan a Dios, en el crisol de la humillación.
2:6 Confía en él, y él vendrá en tu ayuda, endereza tus caminos y espera en él.
Deberes hacia los pobres Eclesiastico 7
7:32 Tiende la mano también al pobre, y serás plenamente bendecido;
7:33 sé generoso con todos los vivientes y no niegues tu piedad a los muertos;
7:34 no des la espalda a los que lloran y comparte la aflicción de los que sufren;
7:35 no dejes de visitar al enfermo: con tales obras te harás amar.
Mt, 2534. Entonces dirá el Rey a los de su derecha: «Venid, benditos de mi Padre, recibid la herencia del Reino preparado para vosotros desde la creación del mundo.
35. Porque tuve hambre, y me disteis de comer; tuve sed, y me disteis de beber; era forastero, y me acogisteis;
36. estaba desnudo, y me vestisteis; enfermo, y me visitasteis; en la cárcel, y vinisteis a verme.»
D. Luis, he estado unos días sin internet y acabo de ver su artículo. Quería decirle que hace usted muy bien proponiendo que el Libro de Eclesiástico no forme parte del CANON CATÓLICO de la Biblia, porque ciertamente ese libro no es inspirado por Dios ni por tanto forma parte de la Biblia. (En su artículo usted lo confunde con el de Eclesiastés, que sí pertenece al canon).
El Rey de Egipto Tolomeo Filadelfo, uno de los cuatro generales herederos del imperio de Alejandro Magno, se interesó por apoyar la cultura y la literatura de los pueblos. Durante este período la ciudad de Alejandría llegó a ser un centro de gran influencia judía. Por orden suya, se produjo la versión griega de la Biblia hebrea (nuestro Antiguo Testamento) llamada Septuaginta, entre 280 y 150 a. C. El rey pidió al sumo sacerdote Eleazar que le enviara a Alejandría setenta eruditos hebreos (‘Los Setenta’ o ‘Septuaginta’) para realizar dicha obra. Esta traducción permitió que todo el mundo conocido en la época –que conocía la lengua griega– leyera las Sagradas Escrituras. Debido al interés de los judíos de la diáspora (exiliados), también se tradujeron del hebreo al griego otros libros de la cultura hebrea estimados por ellos. Con el tiempo, algunos empezaron a considerarlos como parte del Antiguo Testamento, hasta que la jerarquía católica declaró oficialmente en el Concilio de Trento (1.546) que incluía varios de esos libros en el Antiguo Testamento: Tobías, Judit, adiciones griegas a Ester, Sabiduría, ECLESIÁSTICO, Baruc, Carta de Jeremías, adiciones griegas a Daniel y Libros I-II de Macabeos. Y así aparece en las versiones católicas.
Aunque son cercanos a los libros bíblicos, no afectan doctrinas importantes y algunos no carecen de cierto valor histórico, los protestantes no los incluyen en la Biblia por importantes razones:
– porque no forman parte de la biblia hebrea (Antiguo Testamento), pues a Israel le fue encomendada esa parte de las Escrituras (Romanos 9:4-5);
– nunca fueron citados por Jesús ni por los apóstoles (los demás sí);
– los primeros escritores cristianos no los consideraban parte de la Biblia;
– su calidad inferior cuando se los compara con los canónicos.
Por estos motivos yo tampoco los considero parte de la Biblia.
Citaba usted de Eclesiástico “El que adquiere (adviértase la expresión posesiva) a una mujer, tiene el comienzo de la fortuna; una ayuda semejante a él, una columna de apoyo”. Compárese con una idea ‘parecida’ expresada en el Libro bíblico de Proverbios: “El que halla esposa halla el bien y alcanza el favor del Señor” (18:22).
De todos modos, D. Luis, en este caso acertó usted, pero como vé los criterios para incluir o no un libro en la Biblia son objetivos (hay más). Si hubiera que quitar cada libro en el aparece alguna expresión que molesta la sensibilidad de alguien, probablemente no habría Biblia. El concepto bíblico acerca de la mujer, del sexo y del matrimonio, está tan lejos del feminismo como del machismo, así como de la ideología de género o la ideología gay. Y los cristianos se caracterizan por no conformar su mente a las ideologías de este mundo, sino por renovarlas a la luz de la Biblia, que reconocen como Palabra autorizada de Dios. Los que conocemos a Dios sabemos que “el Señor es justo, y rectos todos sus juicios… todos sus mandamientos son verdad… son justicia; …sumamente pura es su palabra; tu siervo la ama… “Palabra de vida” (Ver salmo 119; Filipenses 2:16).
El Concilio de Trento lo que hizo fue declarar que se continuase utilizando la vulgata, que era la que siempre se habia utilizado. Como podemos leer en los numeros 1051 del Denziger.
La Vulgata es una traducción de la Biblia al latín, realizada a finales del siglo IV (en el 382 d.C.) por Jerónimo de Estridón. Fue encargada por el papa Dámaso I dos años antes de su muerte (366-384). La versión toma su nombre de la frase vulgata editio (edición para el pueblo) y se escribió en un latín corriente en contraposición con el latín clásico de Cicerón, que Jerónimo de Estridón dominaba. El objetivo de la Vulgata era ser más fácil de entender y más exacta que sus predecesoras.
La Biblia latina utilizada antes de la Vulgata, la Vetus Latina, no fue traducida por una única persona o institución y ni siquiera se editó de forma uniforme. La calidad y el estilo de los libros individuales variaba. Las traducciones del Antiguo Testamento provenían casi todas de la Septuaginta griega.
Dios es un Padre lleno de ternura, de infinito amor; hay que llamarle Padre en la intimidad de nuestro corazón y decirle que le queremos, que le le queremos muchísimo y que sentimos el orgullo y la fuerza de ser hijos suyos. Dios es Padre y Madre a la vez…
La Biblia griega, comúnmente llamada Biblia Septuaginta o Biblia de los Setenta, y generalmente abreviada simplemente LXX, fue traducida de textos hebreos y arameos más antiguos que las posteriores series de ediciones que siglos más tarde fueron asentadas en la forma actual del texto hebreo-arameo del Tanaj o Biblia hebrea. Representa una síntesis en que se subraya el monoteísmo judío e israelita, así como el carácter universalista de su ética.
La Biblia Septuaginta contiene los 24 libros que conforman el canon de la Tanaj judía (Biblia hebrea-aramea), los cuales, ordenados según la usanza griega y reparticionados, llegando a un total de 39, constituyen los textos más comúnmente aceptados del Antiguo Testamento de las Biblias cristianas (católica, ortodoxa, protestante, etc.).
Además de los textos del Tanaj o Biblia hebrea, la Biblia Septuaginta incluye algunos otros que no son incluidos en aquélla, pero sí en ésta. Estos textos reciben varias nomenclaturas: las iglesias cristianas ortodoxas los llaman “anagignoscomenos”, la iglesia católica romana los llama “deuterocanónicos”, y la mayoría de grupos protestantes actuales los llaman “apócrifos”. Fueron incorporados al texto de la Biblia por maestros judíos de habla y cultura griega de los Siglos II y I a.C., y usados desde entonces, y en siglos subsecuentes, por las comunidades judías de habla griega, y, en siglos sucesivos, por las comunidades cristianas primitivas. Y son reconocidos e incluidos hasta la actualidad por todas las iglesias cristianas ortodoxas (calcedonianas y no calcedonianas), y también por la iglesia católica romana. Algunas importantes ramas del protestantismo, como los luteranos, anglicanos, episcopalianos y anabaptistas, incluyen estos libros en sus Biblias, y los consideran lecturas recomendables ricas en enseñanzas, aunque no como textos de autoridad normativa o dogmática.
El único criterio válido de canonicidad es la Tradición divino-apostólica, es decir, el uso que la Iglesia ha hecho desde la época apostólica de estos libros, en los que ha reconocido la «norma – canon de su fe». Pero esta Tradición no se ha formado de modo irracional, sino que se ha elaborado teniendo en cuenta unos motivos de canonicidad. Estos motivos son:
El origen apostólico: Se consideran canónicos aquellos escritos que surgen de los apóstoles, o de sus inmediatos colaboradores, o de las comunidades directamente emparentadas con ellos.
La ortodoxia, es decir, la conformidad de estos escritos con la auténtica predicación sobre Cristo, su vida y su anuncio. Así, se rechazaron los apócrifos.
La catolicidad, es decir, su uso en todas o casi todas las Iglesias, según testimonia su uso litúrgico. Los libros que fueron usados en una única Iglesia fueron rechazados.
2. El canon del Antiguo Testamento
1. El canon judío
En la actualidad, las comunidades hebreas sólo aceptan como canónicos los libros escritos en hebreo, es decir, los protocanónicos.
Historia de LA elaboración del canon judío:
SIGLO I: No parece existir un canon fijo de la Biblia hebrea, si bien se aceptan como libros sagrados y con autoridad los contenidos en la Ley (Gn, Ex, Lv, Nm y Dt), los Profetas y algunos Escritos, fundamentalmente los Salmos.
Entre 70 d.C y 135 d.C.(período entre las dos Guerras Judías): Parece ser que en esta época los judíos fariseos elaboran un canon concreto. No están claros los motivos que les llevan a esta decisión, pero podrían estar relacionados con:
La necesidad de tener un aglutinante que defina su identidad tras las catástrofes nacionales del 70 d.C. (primera revuelta judía, y destrucción de Jerusalén por Tito y Vespasiano) y el 135 d.C.(revuelta de Bar Kokba y represión de Adriano).
Distinguir los libros realmente sagrados de los libros apocalípticos.
Reacción frente a la constitución de otra Escritura sagrada en el seno del cristianismo.
Finales del s. II – comienzos del s. III: El canon ya está definido en su forma actual, tal como aparece en el Talmud.
2. El canon cristiano del Antiguo Testamento
Durante los siglos II y III dos comunidades religiosas, la sinagoga judía y la iglesia cristiana, están definiendo sus identidades propias, la «norma de su fe» propia, y por tanto, su «canon». La evolución histórica de la elaboración del canon cristiano es independiente de la llevada a cabo en el ámbito judío, aunque a veces entren en contacto.
Historia de LA elaboración del canon cristiano del at:
Siglo I: la Iglesia cristiana naciente hereda del judaísmo una lista de «libros sagrados», sobre cuya canonicidad, como hemos visto, no hay tomada una decisión.
SIGLOS II-V. Se discute sobre la validez del «canon largo» (que incluye deuterocanónicos) y «canon corto» (sólo protocanónicos). Pero esta distinción depende más del auditorio que se tenga enfrente, o de los interlocutores con quienes se tenga que discutir:
Ante interlocutores judíos se emplea el «canon corto», ya que se trata de demostrar que Jesús es el Mesías anunciado en las Escrituras hebreas, y para ello sólo se puede partir de un terreno común, que es el que aportan las Escrituras aceptadas por los judíos como canónicas, el «canon corto».
Ante interlocutores no judíos se emplea sin cortapisas el «canon largo», se trate de argumentar contra los paganos o los gnósticos, o se trate de exponer la fe ante un auditorio cristiano, sobre todo en las celebraciones litúrgicas.
CONCILIOS AFRICANOS DE LOS SIGLOS IV Y V: Los Concilios de Hipona (año 393) y Cartago (años 397 y 419) se decantan por el «canon largo», aunque en Oriente, el Concilio de Laodicea de Frigia (año 360) reconozca el «canon corto».
DEFINICIONES DOGMÁTICAS:
Concilio de Florencia (1441): en el Decreto sobre los Jacobitas, acepta la lista con el «canon largo» de los Concilios africanos de Hipona y Cartago.
Concilio de Trento (1546): definición dogmática solemne, con el «canon largo».
Don Luis, ya ve usted, me temo que su propuesta de quitar Eclesiástico del canon católico va a caer en saco roto.
Un saludo.
En fin, espero que los católicos puedan perdonarme que tome por Antiguo Testamento lo mismo que tomaron Jesús y sus apóstoles.
Ahí quedan expuestos para los demás lectores los argumentos de uno y otro lado para tener una Antiguo Testamento con los mismos libros de la Biblia hebrea o con algunos más. Es la diferencia más relevante entre las versiones de la Biblia, que merecía ser expuesta y explicada.
Lola: mil felicidades por tus completos comentarios y por lo bien fundamentados que están.
¡Madre mía cuantos datos! Muy buen artículo Luis.
¿Uno y otro lado? Todos los hombres somos hermanos,hijos del mismo Dios.
Dividirse es malo, leer eleclesiastico es saludable y preciso libro del genero sabiduria.
Hagamos caso de sus valiosos consejos:
La prudencia y la reserva
11:7 No censures antes de averiguar: reflexiona primero, y luego reprocha.
11:8 No respondas antes de escuchar y no interrumpas cuando otro habla.
11:9 No discutas sobre lo que no te corresponde
ni te entrometas en las disputas de los pecadores.
Son meros hechos objetibos y constatables en cualquier libro de historia o en internet: wikipedia.
Que las primeras comunidades cristianas, las que habian vivdo y aprendido todo de los apostolos, utilizaban los textos que hoy conservamos, gracias a la tradicion y al magisterio de la Iglesia.
Gracias a ella todos los que siguieron a Cristo la conocieron, y fue a partir de ella, por su porgullo y no querer seguir la oracion sacerdotal de jesus: Padre que sean uno, como Tu y Yo somos uno.
han aparecido estas escisiones y divisiones: divide y venceras.
Siempre hay que estar comenzando y recomenzando, desde dentro no formando tu parcela segun tus intereses y convenienza, quitando los textos que no te interesan para tus nuevas doctrinas, que se acoplan al modo de vida que tu quieres seguir.
Solo estudiar historia nada mas.
De todos modos se esta luchando para la unidad de todas las Iglesias. Y se han reunido en Asis de todas las confesiones , incluso no creyentes. Podeis leerlo ha sido muy enriquecedor para todos.
Yo estoy mas por la unidad, porque es lo que queria jesus.