EL CIBERNÁUTA QUE NO PAGA
Es algo más que un destello lejano: la ley Sinde empieza a desbrozar el camino, se abre paso, lenta pero segura, y cada vez con más adhesiones, incluida la de ese grupo político del “No a todo”; de manera que lo que a finales de año adquiría tonalidades de improbabilidad, en este arranque de febrero diríase que se ha desembarazado de tanta traba y prepara su asentamiento definitivo en nuestra computadora, para darnos una colleja por las travesuras cibernéticas y decirnos: “Oiga, no. Eso se paga”. Se trata de otra ley del Gobierno que hinca su garras en una limitación de derechos, para unos, los usuarios, de prácticas adquiridas por la ocupación de un espacio hasta ahora no bien regulado; pero también porta esa ley el correlato de la protección y vigilancia de los derechos de autor, para otros, los creadores, derechos, por cierto, prostituidos y rebañados desde que la “máquina de las luces” llegó a nuestro hogar haciéndonos sentir legisladores de nuestro propio destino. Pero a diferencia de la malísimamente mal explicada ley antitabaco, y malísimamente peor ejecutada, esta otra, la ley Sinde, si se tiene un cierto tacto, y unos gramitos de delicadeza, podría llegar a la calle, al usuario de la Red, en definitiva, con menos movimiento de barco. Aun así, apuesto a que, al menos al principio, no le va a ser fácil a doña Sinde para que la ley que lleva su nombre camine por las españas sin alguna que otra pitada.
Las asociaciones de usuarios están que trinan por considerar una especie de expolio el que el Gobierno pueda llegar a colocar un candado en las páginas que les han servido el arte en casa sin abrir la cartera, convencidos acaso de que ese libre acceso les confiere una suerte de propiedad sobre la cosa. Un candado con una ranura: si cae la moneda, se abrirá. Así de fácil. Y siempre que la ley acabe viendo la luz, claro, pues aún quedan trámites por sortear y bastantes flecos por peinar. Pero orillando las dobleces jurídicas que esta ley brinda y que tanto enfrenta a legisladores, artistas y usuarios, el asunto, tecnológicamente planteado, cierto es que también deja sus dudas. Porque si está autorizada la venta de un artilugio que nos permite pasarnos por el forro casi todo el derecho de propiedad intelectual, ¿por qué ahora nos llega la ministra para amputar el corazón funcional del aparato? En todo caso, el intríngulis no descansa en que se nos acoten unos pretendidos derechos de descarga gratuita de un producto protegido jurídicamente, sino en que para adquirirlo se haya de pagar. Algo que se me descuelga de lógica. No se cancelan, pues, las páginas de descarga de música o de películas, se nos indica lo que vale ese producto, simplemente, y luego nosotros decidimos; ni más ni menos como cuando acudimos a la tienda en donde están debidamente expuestos y sopesamos la conveniencia de comprarlo. Y no me conteste, lector, que la distribuidora o los intermediarios se llevan el gran pellizco de los beneficios, mientras que el autor las migajas. No nos compete, entiendo, el reparto de beneficios dado por los acuerdos internos de un gremio, libremente consentidos entre las partes, ni justifica esa descarga ilegal el que en nuestra pretensión de no pagar se alojara un imaginario ánimo justiciero en favor del artista. Me suena más a coartada.
Que nadie desenvaine la espada contra este pensador que desde la neutralidad trata de explicar, y de explicarse, por qué una composición musical, una obra pictórica o un libro, hayan de pagarse, con independencia del conducto para hacerse con él. Yo también soy pirata, oiga. Cutre, poco avezado y eventual, pero pirata.
Miren. Hace poco pirateé el último disco de Sergio Dalma (aún se puede decir). Diría que en la tienda andará su precio por los veinte o veintidós euros. Es un CD dejado de vender, se lo aseguro, como tantos y tantos. Para más inri, y en mi contra, añado casi cómicamente: con tres mojitos, hubiera comprado el disco. Con una cena, posiblemente dos. Un pantalón decente me habría dado para tres o cuatro. Y la entrada para el pasado Hércules – Barça, hubiera cubierto unos veinte de ellos. ¿Realmente pensamos que un CD o un buen libro tienen en la calle su precio desorbitado, lejos del alcance de un bolsillo medio?
En todo caso, y me despido con el consuelo, que siempre lo hay, está por ver que la ley goce de holgura y flexibilidad suficiente como para salir al encuentro del pirata cuando éste abra nuevos mares en el inabarcable océano de Internet. Pues llegará la “invención” de lagunas, de vacíos normativos, no lo dude, ni usted ni Sinde deben dudarlo, que faciliten nuevas descargas hasta que, otra vez, llegue el del silbato. Y así eternamente.
Los autores que necesitan ingresos para vivir desean una difusión gratuita de sus creaciones, para que la gente los conozca y poder hacer giras. Lo de comprar Cds a 20 euros solo es un pelotazo de los artistas que ya tienen un nombre y un alto nivel de vida que mantener y temen perder.consumir cultura es un lujo en este país, con los libros a 20 euros también. Si pusieran todo a 10 euros (en gran bretanña por ejemplo lo hacen, y hay muchos más artistas que aquí), se acabaría el problema, proque a esos precios si se preferiria cmprar el producto y guardarlo en la estanteria.
Este librador de combates dice que comprende el contenido del articulo desde el nerviosismo social aunque haya zonas que cabreen al mas pintao. Si yo fuera artista, y no un vulgar arbitro de duelos, apuntaria con mi pistola al que fuera de gratis con mis cosas. Me retiro, este mundo es muy complicado para mi.
Imagino que lo de «mala leche» lo dices de broma, no sé de dónde te sacas que la tengo, pero volviendo al asunto veo que sigues igual. Prueba de nuevo con esto:
http://alt1040.com/2011/01/que-es-la-ley-sinde
No es una cuestión de descargas sí, descargas no, de pago o no pago, la Ley Sinde va mucho más allá de eso, copio y pego del enlace anterior:
«El objetivo de modificar estas leyes es permitir que un grupo de personas dependientes del Ministerio de Cultura (una comisión cultural o comisión de propiedad intelectual), tengan la potestad de cerrar páginas web que, de acuerdo a su propio criterio, vulnere los derechos propiedad intelectual previa autorización de los Juzgados Centrales de lo Contencioso Administrativo»
«Aunque un juez intervenga en varios puntos del proceso de actuación de la Comisión de Propiedad Intelectual, es justamente ese el primer y mayor problema: la denuncia y el propio hecho de determinar si hay falta se hace por una vía administrativa (es decir, un organismo del gobierno) y no por la vía judicial (es decir, una decisión hecha en juzgado, por jueces). ¿Por qué es este el mayor problema?:
Porque se vulnera un derecho y liberatad fundamental en España: la libertad de expresión. Que un organismo administrativo designado por un Ministerio (en este caso, el de Cultura) formado por personas que no conocemos, con facultades que desconocemos, se les otorgue tal poder y tal responsabilidad no solo es una falta de respeto a la ciudadanía, es darle una bofetada al sistema jurídico español.
Porque la actuación del juez en todo el proceso se limita al derecho de autorizar o no aquello que la comisión determinó. El juez no se ve involucrado ni tiene voz durante el desarrollo del proceso mismo. Por definición, la ausencia judicial en el proceso no garantiza que las decisiones de la comisión sean justas.»
O lo que es lo mismo:
http://www.filmica.com/david_bravo/archivos/010952.html
«Síntesis de la Ley Sinde:
La industria del copyright movió un dedo y se enviaron cartas advirtiendo de acciones legales. Cuando las cartas se ignoraron, la industria movió un dedo y se interpusieron las acciones judiciales. Cuando los jueces resolvieron en favor de denunciados y demandados, la industria movió un dedo y se recurrieron las resoluciones. Cuando volvieron a perder en los juzgados, la industria movió un dedo y desaparecieron los jueces.»
Luis, no te enfades. Los juristas, sobre todo cuando debemos escribir sobre un tema que afecta a nuestro artículo, solemos estar al tanto de la Ley en cuestión. Lo contrario, no sería honrado.
Mi opinión es que, de siempre, la vida ha ido antes que el Derecho. En este caso, además, internet ha hecho saltar por los aires la legislación sobre propiedad intelectual de todos los países del mundo ¿Que se quieren poner leyes? Que se pongan..
Quien pueda poner puertas a su campo, que las ponga, está en su derecho.
Pero si tu te pones colonia, sales a la calle y la gente huele tu rastro, no me prohibas que huela, basta con que no uses colonia.
Pero ¿de verdad tienes una remota idea sobre el contenido de la Ley? …resulta aconsejable informarse de qué se está hablando antes de decir cualquier tipo de disparate en un medio de comunicación público. Podrías empezar por aquí:
http://www.filmica.com/david_bravo/
Luis, iba en broma lo de «mala leche», claro, aunque me ha parecido que te habías levantado con la escopeta cargada… y el asunto es para debatirlo, no para enfrentarnos. Me parece algo de mucho calado, esto de la protección de los derechos de autor, demasiado en solfa (si no te disgusta la expresión) como para que te limites a copiar/pegar fragmentos de textos que encuentras en Google.
Te repito que no veo necesario un exhaustivo estudio de la ley, por cierto, todavía inconclusa, y provocadora, por tanto, de miles de interpretaciones (cabe la tuya y la mía, si me regalas el detalle).
Se trata de aplicar el sentido común, tú y yo, y todos, como usuarios habituales de estas prácticas. Y si no estás de acuerdo con mi punto de vista en favor del pago por las obras protegidas, del tipo que sean, no pasa nada, estás en tu derecho, y prometo que no me molesta. Pero, por favor, no me pegues del Google un clase de Derecho de no sé quién lo escribe; tanto me da, siempre habrá un detractor en otra página que diga lo contrario.
He sido alumno de Derecho una «porrá» de años, y algo sé, por más que te mofes a la ligera. Ahora me apetece pensar y escribir lo que pienso. Deja tanta teoría copiada, «plis». Y expón tus verdaderas razones que, te aseguro, si me convencen, las aplaudiré.
Carlos, es que son 2 debates distintos:
Uno es acerca de cómo deberían ser remunerados los artistas por sus obras, que da para mucho, pero yo no hablaba de ello, ni la Ley Sinde tampoco dice nada al respecto.
El otro es el de la Ley Sinde que su única pretensión es establecer un procedimiento administrativo que permita el cierre de páginas web que contienen enlaces a contenidos «protegidos» como tú llamas. Hasta el momento todos los intentos de cierre los han perdido en los juzgados.
Mezclar uno y otro como si fueran lo mismo es lo que tú has hecho. De ahí mi comentario al respecto y el copia/pega de fragmentos, mucho más cargados de razones que mis propias afirmaciones, no entiendo cuál es el problema que ves en ellos.
Hace poco Álex de la Iglesia se reunió con, entre otros, el abogado David Bravo (uno de los que te copio/pego) y le expusieron su punto de vista acerca de la Ley. Álex pasó de ser pro-Sinde a tener muchas dudas acerca de la conveniencia de la aprobación de esta Ley, hasta el punto de dimitir como Presidente de la Academia cuando finalmente se produjo el acuerdo con el resto de los partidos para su aprobación. Y nadie podrá negar que es uno de los primeros interesados en proteger sus «derechos», pero para entonces ya tenía claro que no era precisamente la Sinde quien iba a velar por ellos …no te pierdas la gala de los Goya de este año, seguro que dirá algo al respecto.
Un saludo y un placer.
Mira, Luis, no es aconsejable estar con tan mala leche a las siete de la mañana. Paz, hombre. Que ni tú ni yo salvamos el mundo.
El «incunable» radiofónico ese al que me remites, tampoco aclara demasiado. Quizá sólo dos cosas:
1.- Que el galimatías jurídico es, todavía, monumental. Ni ellos son todavía capaces de ordenar la orquesta. No pretendas que lo haga yo. Se necesita tiempo (lo digo en el artículo)
2.- Que el carácter finalista de la ley es la protección de la propiedad intelectual, como cualquier otro derecho de propiedad, ni más ni menos, y de ver de hasta dónde y de qué modo hacerlo en el desmadre en que se ha convertido Internet. En ese punto es donde más leña se dan. Y en ese punto es donde en la calle también se da el debate (lo «redigo» en el artículo).
Salvo que la ley Sinde, claro, sea la del tabaco, sin que nos hayamos enterado… y todo haya sido un mal sueño.
¿Habéis visto?
Yo no me decanto y puedo picar de todos un poco. No es de tontos afirmar que uno no sabe algo.
De Claudio recojo el «sentido común», y de Luis también, porque es lo que ambos demostráis.
De Julio recojo el guante de la calle, no podemos dejar la cultura de nuestros hijos a 20 euracos la obra, porque yo podría comprarle una al mes y quitando raciones de pan. Y hay millones de obras que debe ver, si es que es verdad eso de que la cultura es un derecho y no un negocio.
Bueno bueno, que genio tiene la gente…
Yo soy ambiguo en cuanto a esta ley. Por un lado me identifico con los que se ven preocupados con sus derechos como autores y que necesitan de esos ingresos para poder vivir. Por el otro me siento identificado con la cultura en mayúsculas.
El otro día, en otro medio, bregaba con un tipo menos inteligente que yo, rara vez pasa, me gusta escoger rivales de mas calado intelectual que el mió, y me decía que en España ganar dinero está mal visto. Ya digo que era bastante mas cortito que un servidor.
Lo decía a raíz de un comentario mío en el que le dije que era vergonzoso que, mientras reciben ayudas públicas y la gente solo disfruta de hambre y miseria, la Caixa haya ganado la millonada que declaró o que ayer mismo el BBV declarara que había aumentado los beneficios en un 10% el el 2010,el año mas severo de la crisis a la espera de que este termine. No son beneficios malos, son vejantes por inmorales, no por ser beneficios, sino por lo que ha habido que sacrificar para que estos existan.
Lo mismo ocurre con Sergio Dalma por ejemplo. Este señor grabó un disco que fue lanzado por su compañía, gustó y adiós muy buenas, dos semanas al año en un estudio, distribución y, ¡Aleop!, multimillonario.
Supongo que no tiene nada de malo si no analizamos que más ha sido necesario para ello.
En primer lugar, una practica de las multinacionales de la música es contratar a todos los grupos jóvenes que practiquen el mismo tipo de música no para vender sus discos, sino para evitar que vean la luz y, de esa manera vender Sergios Dalmas por un tubo, a 20 euros la pieza, mientras que a los demás, tan buenos o mejores que este, se pudren en los almacenes de distribución con un único disco publicado y sin marquetig.
Con ello sus beneficios son mayores, pero se está privando la voz a otros tantos músicos, y con ello, quizás, se esta privando al publico de un futuro Beethoven para proteger a un actual producto mediocre pero comercializado.
Además esta el precio. Y en esta época más. A 20 euracos, los jóvenes se verían obligados a crecer musicalmente al son de los 40 o cadena 100, brazo armado de las mismas multinacionales, con lo que realmente lo que se hace con la cultura es comercializar una y ocultar la otra.
Hablas Claudio del partido del Hércules Barcelona para ponernos un ejemplo, ese no me vale. ¿Cuánto pagarías por un DVD con el partido del Barsa ahora, una semana después? Una cosa es la música en directo, y otra la enlatada.
Otra cosa son los libros por ejemplo. A no ser que te llames Mª Rosa Quintana, para escribir uno necesitas horas y horas y horas, años quizá. El trabajo está hecho, lo envías a la editorial y ya no es tuyo.
Quizá por eso tengo un Ebook con 1500 libros y cada noche acabo con dolor de brazos por culpa del libraco de 1400 paginas que me estoy leyendo.
La cultura y su expansión popular es imparable, por lo menos mientras el hombre siga siendo más curioso que los gatos.
Saludos.
Palabras textuales de Clinclinclinclok:
«El otro día, en otro medio, bregaba con un tipo menos inteligente que yo, rara vez pasa, me gusta escoger rivales de mas calado intelectual que el mió, y me decía que en España ganar dinero está mal visto. Ya digo que era bastante mas cortito que un servidor.
Lo decía a raíz de un comentario mío en el que le dije que era vergonzoso que, mientras reciben ayudas públicas y la gente solo disfruta de hambre y miseria, la Caixa haya ganado la millonada que declaró o que ayer mismo el BBV declarara que había aumentado los beneficios en un 10% el el 2010,el año mas severo de la crisis a la espera de que este termine. No son beneficios malos, son vejantes por inmorales, no por ser beneficios, sino por lo que ha habido que sacrificar para que estos existan.»
Cierro lo que dijo Clin
No aprendes paleto e ignorante Clin. El dinero que le dieron a los bancos es para cubrir el hueco dejado por los prestamos otorgados y permitidos por el Banco de Espana. Lo peor del caso es que el dinero que falta es de los que lo tenian ahorrado o sea que si ese estado benefactor no hubiera salido a poner dinero en los bancos,a lo mejor con toda tu inteligencia te hubieras quedado con tres palmos de narices al ver que «tu» dinero se habia evaporado de el banco donde lo tienes o sea que el dinero es para que el pueblo no le falte ese dinero que tan alegre dejo despilfarrar el Banco de Espana. Has entendido???
Al referirme a que en Espana esta mal visto ganar dinero es por que tu,con esa aviesa intencion tuya de mal informar y tergiversar las cosas que tienes de siempre no logras comprender que en un trato que hagan dos personas o dos entidades siempre lo hacen con el afan de ganar y lo hacen por su propia y absoluta voluntad y si alguien gana mas que otro no es por que lo «roba» si no por que lo «gana» Has entendido??
Yo que soy tan bruto lo he entendido desde siempre,tu, al ser tan inteligente ya te lo dejo a tu albedrio si el «calado intelectual que tienes» te lo permite.
Atila.