Artículo de opinión de Iván Ñíguez Pina, Secretario de Organización y Comunicación del PSOE
La Generalitat y el PP sólo se dedican a vender humo, también en vivienda, pese a que la Comunitat sufre con mayor gravedad la crisis.
Hemos sabido que “el Consell sólo ha edificado 432 VPO de las 22.000 que anunció en 26 municipios”. Me refiero a los acuerdos que se firmaron entre el Instituto Valenciano de Vivienda y una treintena de ayuntamientos. Los anuncios a bombo y platillo de los acuerdos siempre se han hecho meses o semanas antes de unas elecciones. Entonces y ahora sólo nos venden humo.
Los Planes de la Generalitat son sólo anuncios y compilación de medidas incumplidas. La Generalitat es experta en anunciar grandes planes con dos características comunes. En primer lugar, el dinero que se anuncia nunca tiene consignación presupuestaria en las cuentas de la Generalitat y cuando se hace, es gracias a transferencias extraordinarias del Gobierno de España. La Generalitat no aporta nada o lo hace de forma simbólica. Un exponente claro de esto es la política de vivienda, como explicaré a continuación, o gran parte del Plan “Confianza”.
La segunda característica de los planes de la Generalitat es que normalmente quedan en nada o sólo en leyes carentes de financiación que, en algunos caso, no sólo no aportan derechos a las normas aprobadas por las Cortes Generales a propuesta del Gobierno de España, sino que en algunos casos los recorta o matiza para impedir su disfrute, como es el caso de la aprobación por ley, del silencio administrativo negativo en el caso de las solicitudes de dependencia, o el tortuoso camino burocrático para solicitar la Renta de Emancipación Básica.
En política de vivienda el Gobierno de España aporta 9 de cada 10 euros. La Política de Vivienda es el gran ejemplo de la política de humo, pues vende el Conseller un Plan propio de la Comunitat que dice que supondrá una inversión directa de la Generalitat de más de 900 millones de euros, cuando sólo el Gobierno de España, vía convenio con la Generalitat, aporta 933,46 millones de euros. La pregunta es donde están los 33,46 millones de euros que el Conseller no incluye en el Plan de la Comunitat.
Es también un ejemplo de la obstrucción de derechos y servicios públicos aprobados por el Gobierno de España, el caso de la Renta de Emancipación Básica. La Generalitat no sólo no amplía la ayuda mensual al pago del alquiler de 210 €, ni la fianza, ni el aval, sino que además pone más trabas burocráticas para que los jóvenes no podamos acogernos a este avance social.
No son tiempos de humo, sino de acciones reales. Acciones reales que lleguen a las familias, a los trabajadores, a los autónomos, y a los empresarios. La Generalitat y el PP hacen lo mismo que hacían cuando la economía marchaba bien, a pesar de su acción gubernamental. Y dicho pese a su acción gubernamental porque se crecía gracias a la dedicación de los trabajadores, autónomos y empresarios, no a las medidas de la Generalitat, pues ni antes ni ahora hacen nada. Sólo venden humo, hacen grandes anuncios que se quedan en nada. Da igual que hablemos de vivienda, de turismo, de industria, de comercios, de autónomos, de deudas con proveedores.
La diferencia es que antes daba igual porque la economía tiraba. Antes crecíamos por debajo de la media, pero crecíamos. Ahora, batimos récords de paro, recesión, EREs, cierre de comercios o bajada de consumo en comercios. Y Camps sigue con su humo. De seguir así, en la Comunitat el problema socioeconómico de las personas será mayor y la salida de la crisis más tardía y en peor posición.
El Consell de la Generalitat debe trabajar y tomar medidas y no abandonar a los ciudadanos a su suerte. El President Camps debe preocuparse por los valencianos y las valencianas y no tanto por el y sus amiguitos los que están entre rejas. Ya está bien de mentiras y balones fuera. Incluso el Plan Confianza es poner una marca a medidas que están en el cajón y ya veremos cuando se hacen y cómo se van a pagar, u otras medias que se pagarán con el nuevo modelo de financiación que ha planteado José Luis Rodríguez Zapatero.