Artículo de opinión de Luís Soria Navarro
El día 21 de abril nuestro personaje real, se acercó a realizar unas gestiones en nuestro Ayuntamiento, después de recorrer las calles cercanas, por fin, vio un espacio de aparcamiento en la puerta del edificio de lo que era entonces la Cruz Roja, previamente observó si había un agente por los alrededores, para poder manifestarle que iba unos minutos a registrar unos documentos en el Ayuntamiento. Aún teniendo conocimiento de la normativa de tráfico. Aparcó, porque era el único sitio disponible. Al cabo de seis minutos e ir a recoger el coche para marcharme (estamos hablando de seis minutos estimados lectores) salió de su sorpresa, que en el parabrisas había una copia de un boletín de denuncia por estacionar en lugar no autorizado. Pero, para más sorpresa para nuestro personaje, o sea ciudadano, obrero fue encontrar los mismos vehículos estacionados, que encontró a su llegada al estacionar, pero sin que en ellos tuviera ninguna copia del mismo boletín sancionador. A decir en verdad solamente había uno, que llevaba una cartulina que autorizaba su estacionamiento, el resto como dije, no fueron sancionados. ¿Por que será?
En esos momento nuestro ciudadano observó como un agente salía del edificio de lo que era el antiguo reten municipal de la policía local. Al acercarse él, le preguntó si consideraba correcto imponer dicha sanción, teniendo en cuenta la carencia de estacionamiento en todo el alrededor y cercanías al Ayuntamiento, para poder aparcar. El agente en cuestión con cara de estar disgustado y ademán crítico, se dirigió a él diciéndole que el no había sido el causante de la sanción, pues él por norma general no usa el libreto para sancionar si no son casos excepcionales que obstaculicen la circulación de otros vehículos, además siempre supone que el ciudadano que va al Ayuntamiento tarda el menor tiempo posible y que quienes sancionan son los nuevos novatos. El agente en cuestión reconoció el gran problema de aparcamientos existente en nuestra ciudad y que sólo se acordaban cuando llegan las elecciones.
Seguidamente nuestro ciudadano volvió al estacionamiento y sacó unas fotografías, para poder probar si fuera necesario ante las autoridades afectadas. Debo reconocer que estos hechos son muy repetitivos entre ciertos agentes “sancionadores”. Como ciudadano de está ciudad, siento una profunda sensación de que nos persiguen a donde vamos, indignación sería la otra sensación que siento por la impotencia que el ciudadano siente ante tal injusticia realizada por quienes deberían dar ejemplo, ante los ciudadanos cuando se encuentra ejerciendo tan respetable profesión. Estoy convencido que estos hechos producen en la ciudadanía un profundo rechazo al mismo colectivo, haciendo que cada día estén más separados de quienes al fin y a cabo son quienes pagan sus nóminas. Por mucho que lo intento no llego a comprender que llevar el uniforme pueda en sí trasformar a la persona en “superman”. Pero en la vida real que algunos les damos la fuerza y sabiduría para diagnosticar y remediar, aunque su titulación no tenga nada que ver con ello y, encima, sin necesidad de llevar los calzoncillos por fuera, que seria lo suyo, por la forma de actuar. Pero no pasa nada, nunca pasa nada. Sospecho que algunas vez más de uno les hubiéramos enviado a casa hacer gargaritas con miel. No hay derecho a que se nos trate como simples vasallos sin derechos. ¿Acaso es una vuelta atrás en la perdida de nuestros derechos? Quizás sea que tenemos unos ineptos responsables gestores que dedican más su labor a discutir y a ver si pueden subirse la nómina, pues deben considerar que trabajar a día y sol, por ello es de justicia percibir más 6.ooo euros al mes y unos cerca de 3.000.euros, por el solo hecho de ir un ratito por el Ayuntamiento. Vergüenza deberían sentir cuando se crucen con un agricultor, un albañil, etc, los cuales perciben por trabajar ocho horas o más seguidas la cantidad de 900 euros y 1.200 al mes. Mientras tantos nuestros gestores se dedican a decir que les hace falta más dinero para poder hacer cosas para el pueblo. Ante ello, el concejal de Hacienda nos hecha al cuerpo uniformado, con el fin de recaudar más dinero para cuadrar el presupuesto, o sea “hay que estrujar al ciudadano/a-conductor/a con más sanciones de aparcamiento. Después de este vaivén. Los ciudadanos se estarán preguntando quienes son los responsables de tal berenjenal, en el ordenamiento de nuestra ciudad. Los ciudadanos reclaman una ciudad abierta y ordenada, rechazando de la A la Z que unos uniformados novatos y faltos de sensibilidad y conocimiento, sean servidos a la caza del conductor, con el fin de que los políticos de turno puedan cuadrar sus presupuestos anuales.
Dejémonos de decir y hacer tonterías en aquello que tanto perjudica al contribuyente, y que además contribuye a que cada mes puedan percibir sus nóminas. Acaso no se dan cuenta que cuando llegan a sus casa y se quitan ese respetuoso uniforme son como los demás mortales, o sea de carne y hueso. Cuando a un ciudadano se le impone una sanción incorrecta, se le está produciendo un grave daño económico y un fuerte rechazo hacia ese colectivo de buenos profesionales. El agente uniformado cuando actúa de forma incorrecta o de forma grotesca, haciendo gala de que él siempre tiene la razón; en esos momentos su credulidad es dudosa y el ciudadano lo percibe como si le estuvieran atracando. En consecuencia lo que está produciendo es un perjuicio a todo el colectivo uniformado Los lectores se preguntaran por que repito tanto en mis escrito la palabra “supuesto”. Pues bien, hoy por hoy cuando se habla de uniformes o de ciertos políticos municipales, hay que reseñar siempre “supuestos”. Estoy seguro que me habrán entendido….
Hoy por hoy, los actuales estacionamientos señalados frente al Ayuntamiento, son trampas para recaudar más dinero. Pues de lo contrario, no entendemos ese afán por el “ciudadano-conductor”. Cabe señalar que una multa es una sanción por una supuesta mala actuación, en el caso de nuestro personaje, no a cruzado un semáforo en rojo, no iba alcoholizado, no ha cometido ninguna infracción, simplemente aparcar en el único sitio disponible y donde consideró que no entorpecía el paso de peatones ni la circulación. Si nuestros políticos piensan que es mejor dejar las cosas, como estan, evidencia tener poco respeto para dar solución a las demandas del ciudadano, caso contrario evidencian una anómala actuación de incompetencia e imbecilidad para desempeñar tal cargo, ya que para estos es más rentable económicamente para sus aspiraciones profesionales, y, mirándose al espejo cada mañana se dicen; Espejo, espejo mío, ¿hay alguien con más medallas y derechos que yo? Es llamativo a veces dar una vuelta por la página de Internet y leer algunas de las respuestas que los ciudadanos dan, en relación al aparcamiento de la Plaza de España por ejemplo: ¿Por que los concejales tienen plaza de aparcamiento, mientras los trabajadores de la zona no pueden estacionar? Los concejales deberían dar ejemplo y salir antes de su casa para ir al Ayuntamiento, y no hacer uso del poder. Cuando se fue la policía local y la cruz roja, todos pensamos que tendríamos más sitio. Otro ejemplo: Es una vergüenza que estos políticos tengan tan poca sensibilidad para los vecinos, esto es una vergüenza. Y no digamos el famoso ya aparcamiento para minusválidos que nadie respeta ni se sabe para quien fue pintado y finaliza el comunicante “diciendo que no respeta ni los policías locales”. Es que son perros hasta para andar… Podríamos seguir suscribiendo más opiniones de estos ciudadanos que nos escandalizarían. Por último reseñar en el parte de hoy, que vencido el enemigo finaliza el parte de reclamaciones. Que establece que todos los españoles somos iguales. Sin que pueda prevalecer amiguismo, encubrimiento, falsedades y manipulaciones en el ejercio de nuestras vidas veraniegas. Ja, ja, ja…
Para que esto no siga sucediendo, invito a los ciudadanos/as a que se sumen al reclamo de estacionamientos libres que nos merecemos y, que pagamos con nuestro esfuerzo y sudor los impuestos, incluidos aquellos que tienen el deber de salvaguardar nuestros derechos constitucionales. Estimados ciudadanos si no somos capaces de reclamar esos derechos, al final nos sentiremos indefenso ante tanto “depredador”. Por lo tanto debemos reclamar y denunciar todo hecho que sea contrario a la Ley, pues de lo contrario estos super depredadores estarán listos y creerán que todo está perfecto y que estamos de acuerdo con todo lo que hacen
Y usted que opina…..