Artículo de opinión de Luis Soria Navarro
Señor X, es natural que ahora se esconda bajo la frágil toga, de un señor que intervino ya en ciertas intrigas policiales. Ante lo cual ha sido un cobarde que tira la piedra y esconde la mano. Su conducta ética , social, política y humana ha dejado una huella difícil de borrar, especialmente entre ese colectivo de hombres y mujeres, que día a día prestan un gran servicio a la ciudadanía. Huya, que es lo suyo. Cuando una denuncia anónima urdida por usted y los suyos (que son pocos gracias a Dios) tratan de difamar nuevamente, después de haber transcurrido más de 29 años, de aquel desgraciado episodio. Los entonces participantes nos llamaron “terroristas” primero fueron de extrema derecha, luego del Grapo y quien saben que más cosas. Al final el cabo fue accedido a sargento, el teniente a capitán. Mientras un padre había comenzado una agonía que hubiera sido dramática y angustiosa, de no haber sido por unos compañeros fieles y leales que le apoyaron, ante esa falsa maquinación para conseguir la atención de sus superiores. Usted, señor X, jamás ha estado en ese trance y tampoco se lo deseo. ¿ Sabe usted el crimen que cometieron estos jóvenes ? . Usted y sus cómplices, intentaron durante muchos años intoxicar a ese colectivo de que eran unos terrorista y que no debían estar realizando sus tareas profesionales. ¡ Quédese donde está, señor X ¡. Somos muchos los ciudadanos que no le queremos ni ver.
Desde que usted está desempeñando ese honroso cargo, muchos ciudadanos reclaman la dimisión. Yo no quiero que dimita, es más: no se lo consentiría. ¿ Dimitir ? O sea, irse por su propia voluntad, dando un portazo, con la cabeza muy alta y encima farfullando que es una víctima de intereses políticos. Ni hablar. Que no dimita: que le cesen (fulminantemente), que le echen a patadas, que salga con la cabeza gacha y el rabo entre las piernas, avergonzado ( si ello metabólicamente posible para un individuo como ……) y con todo su horizonte político a sus espaldas. Que le pongan (sobre su traje de intrigas) una corona o unas orejas de burro y lo pasen por las calles, para que el resto le haga cuchufretas y chistes fáciles cambiando la acentuación de su apellido.
¿ Dimitir? ¡ Vamos anda ! A un tipo que supuestamente ha prevaricado no le podemos dejar salir por su propio pie.
Que se esconda ( tampoco es tan difícil dar con un intrigante de su categoría, la verdad: ¿ dónde iba a estar sino en Novelda ?), que llame a su nodriza y que patalee un poco. Vale, pero luego no hay que permitirle que dimita: hay que echarle. A un tipo con semejante catadura moral no le podemos admitir en ningún otro puesto de responsabilidad, buscando como no, en ponerse más medallas, con la complicidad de los políticos de turno.. No es tolerable que a su incompetencia y mala fe añada tanto cinismo, tanta chulería y unas ideas acartonadas que apestan a alcanfor. Por eso mismo, suplico ( o reclamo) que no se le permita dimitir, por favor.
Señor X, por otra parte, no es sino el (muy vil) instrumento de algunos políticos para conseguir sus objetivos, como es el poder, aunque tenga que pisar por delante, la dignidad, de sus subordinados. ( muy vil). Solamente el pensar que un indiviudo con esos antecedentes, se permita la osadía de decir que su trayectoria es limpia o honrada. Podríamos empezar a contar desde su inició su trayectoria profesional. A X en cambio hay que convertirle en lo que es: el burro explosivo. Cuentan que haya por el año 1990 y 1991 se azuzaba contra sus propios subordinados cargado como un burro, y con la mecha encendida. El burro trotaba y, cuando alcanzaba el supuesto enemigo (sus subordinados), explotaba Como el hombre X: ha causado tanto daño, pero al menos que reviente el burro explosivo.
El derecho a la presunción de inocencia que solicita el señor X. ,nunca fue otorgado a sus supuestos enemigos, a la hora de intervenir en unos expedientes disciplinarios. Como ser humano, como ciudadano me siento indignado ante la persecución que se esta produciendo, en torno a los expedientes incoados. Yo personalmente soy partidarios de que quien la hace que la pague, pero respetando sus derechos “ a la presunción de inocencia”, algo que no tuvimos algunos….La verdad esta generando una situación de crispación, nunca conocida en nuestros políticos. Hay un sector dentro de ese colectivo más rancio y conservador de la sociedad que ha salido a la calle y esta haciendo uso de la demagogia, la mentira y la intimidación intentando imponer el miedo y el que creen, según su criterio, que es el modelo de control de sus iniciativas, negándoles la libertad de expresión y de iniciativa profesional.
Siento vergüenza de vivir en esta comunidad, en la que no se respeta “la presunción de inocencia” (sean judiciales o administrativos) y los derechos fundamentales de la persona, no se respeta un derecho como la “presunción” tal como establece la Ley. Por ello nuevamente mi total repulsa a estas actitudes contrarias a derecho . Las personas que no participamos de ese estrafalario pensamiento debemos mostrar abiertamente, más que nunca, nuestra repulsa ante cualquier retroceso social de esta institución profundamente reaccionaria, caduca y antidemocrática. Yo me preguntó: ¿ hasta qué punto los políticos de turno son culpables de participar en este escandaloso nombramiento ?
Y Usted qué opina
Espero que los ciudadanos descubramos a este personaje.
1º premio. Una medalla al mérito
2º premio a la intriga
3º premio al perjurio.
Las opiniones son para decir lo que uno piensa, y si lo que se pretende es medio decir, medio dar a entender y criticar sobre lo desconocido no se publican. Además no me he enterado de nada. Quizás sea una ignorante, pero ya que mi coeficiente no alcanza al del escritor, éste debería bajar el listón, y adecuarse al nivel de los demás, para instruir a los lectores, que para eso sirve la prensa. Además no comprendo porque una opinión lleva una especie de apartados que separan los temas. Lo dicho, permitanme una crítica desde el desconocimiento, porque este texto no me ha aclarado nada.