Pido perdón
No se equivoquen. Esto no es un partido de fútbol. Después de unas elecciones, aquí no ganan o pierden los políticos. Sobre todo, el que acaba ganando o perdiendo son ustedes. Ni más ni menos. Aunque, bueno, visto que algunos nada más llegar se suben los sueldos, la verdad es que igual sí hay quienes siempre ganan, ¿verdad?
Pero hay cosas que no dejan de extrañarme y que quiero preguntarles. ¿Qué ha hecho el Partido Socialista en Novelda para tener una mayoría absoluta? ¿Qué oposición? ¿Fue acaso por haberle hecho una moción de censura? ¿Sí? ¿Ese ha sido el motivo? Entonces, si eso siempre pasa factura, ¿por qué no ha sido así para este PSOE de Pedro Sánchez? ¿Ha sido acaso porque Fran Martínez tenía un proyecto maravilloso para Novelda que impedimos que llevara adelante? ¿Pero nadie recuerda que esta misma persona estuvo como alcalde durante más de un año? ¿Nadie recuerda lo que hizo? Porque no fue precisamente maravilloso que se diga…
Pero como en unas recientes intervenciones, se nos recriminaba que tratábamos a los ciudadanos por tontos, por no saber votar, y se nos urgía a pedir perdón; voy a hacer aquí acto de contrición y confesarme.
Pido perdón. Pido perdón por haber conseguido dejar este Ayuntamiento sin facturas pendientes. Pido perdón por haberlo dejado un poco mejor que como nos lo encontramos. Por sacar adelante muchas cosas, que llevaban décadas olvidadas, y por dejarlo con dinero en las cuentas corrientes. Por haber aumentado sus ingresos sin sablear a los de siempre. Pido perdón por haber reducido la deuda con los bancos a la mitad. Y por esos dieciséis millones menos de deuda también pido perdón. Pido perdón por haber mejorado el servicio de limpieza, la recogida de basura en las calles, por haber sacado adelante más de dos millones de euros a infraestructuras e inversiones en edificios, en calles, en caminos. Pido perdón por haber conseguido pagar a todos esos proveedores de Novelda que antes tardaban años en cobrar. Y pido también perdón por haber conseguido, por primera vez en veinte años, que los ingresos y gastos reales del Ayuntamiento arrojasen un saldo favorable.
Ahora parece que todas estas cosas son «gracias a todos». Y es bueno saberlo. Gracias a todos, sí, pero gracias a unos más que de otros, supongo… El caso es que al final no puedo evitar preguntarme que, si al final era lo que todos queríamos, ¿por qué aquí nadie hizo antes todas estas cosas?
En fin. No olviden algo importante: Piensen en quienes toman a los demás realmente por tontos y estúpidos. Y si quieren saberlo, les pido que me respondan a una sencilla pregunta: ¿Aparte de con quien no quiere discutir, a quién le daría usted siempre la razón en todo?