Opinión de Mariló Flores, de Ciudadanos Novelda
“Todos tienen el derecho a la educación. Se reconoce la libertad de enseñanza”
En el artículo 27 de nuestra Constitución queda recogido el derecho de las familias a elegir proyectos educativos que coincidan con sus propias convicciones. Esa libertad incluye que los padres deben tener garantizados una esfera privada en la que puedan desarrollar y lograr sus proyectos vitales, y uno de los más importantes es la elección de la educación de sus hijos.
Es obvio que formamos parte de una sociedad plural y que esa pluralidad queda reflejada en la existencia de modelos educativos variados; y por ello queremos promover y defender el ejercicio del derecho de los padres a elegir cuál consideran el más apto para sus hijos.
La sociedad posee como uno de sus mayores activos la educación; y es el eje central del futuro de nuestros jóvenes. Partimos de una base primordial, y es que prioritariamente son los padres, y no el Estado, quienes mejor conocen a sus hijos y sus necesidades educativas.
Respetamos las razones y baremos que, en cada familia, inclinen la balanza para uno u otro lado en la libre elección de educación: sea la cercanía de centro, un entorno seguro, el modelo educativo, que el centro cuente con servicios de orientación laboral y académica etc. Pero sería devastador alcanzar a ver cómo quedan arruinados sus planes familiares educativos por perder sus derechos de libertad de enseñanza.
“Nosotros solamente queremos elegir dónde puede estudiar mi hijo y no donde diga el Estado o el Ayuntamiento. No queremos que Novelda se divida en distritos y por tener tu casa en una calle, o en otra más allá, deba llevar a mi hijo a un centro o a otro” son solo muestras textuales de distintos comentarios de padres preocupados que me han querido hacer llegar recientemente.
Al final habrá que luchar también por el empoderamiento de la familia y que no siga perdiendo derechos inalienables a sus valores y pensamientos. Con los derechos no se puede mercadear ni jugar alegremente. El Estado debe facilitar la libertad educativa y no impedirla ni poner obstáculos. Es una conquista garante constitucionalmente desde 1978. No debemos olvidar que “la educación no es un problema, es una oportunidad”.
De todo esto solo podemos concluir que no debemos sentir mermados nuestros derechos. Solo luchando y defendiéndolos conseguiremos que la libertad de educación, perseguida, amenazada y que ya forma parte de las especies en peligro de extinción, no se declare OFICIALMENTE EXTINTA.