Artículo de opinión | José Penalva Navarro
Como Cristo, todos, cuando nos vamos a la otra vida, resucitamos, y por ello seguimos viviendo en otro plano de la existencia, con posibilidad de comunicarnos con nuestros seres queridos, dependiendo del adelanto espiritual de esas almas y siempre con la voluntad de Dios.
De esa creencia nacen estas comunicaciones con mi madre que se fue al Cielo.
Glorioso despertar
Mi despertar fue hermoso.
todos estaban allí,
esperando mi venida,
con los brazos abiertos,
y mi Jesús fue mi guía.
La luz es hermosa
la tranquilidad también,
las flores están bien puestas
en estos caminos del Edén.
Los hermanos y familiares,
compartían el séquito,
de mis acompañantes celestiales
y ellos me guiaron
por estos parajes
que van a ser esenciales..
Gracias hijos y nietos queridos,
habéis sido mis apoyos sustanciales
para emprender el camino
que Dios y Jesús me guardaban
en este cielo glorioso,
donde nacen las bondades.
y donde mi espíritu tiene su luz,
y donde vuestro padre
de nuevo lo tengo en mi mano
diciéndome que me quiere,
y con sus siempre verdades.
Gracias de nuevo os doy,
por vuestro trato,
y por vuestras bondades,
sé que sufristeis
viendo mi agonía,
que fue muy suave.
y que me cogísteis de la mano,
y que me besábais de amor
y esas caricias vuestras
me llegaban al corazón.
Sed buenos con vosotros mismos.
ayudaros con tesón,
y (LA MARE) desde aquí,
os ayudará con fervor.
Que Dios os acompañe,
y que Jesús os bendiga,
y os abrazo a todos,
en esta despedida.
Hasta otro momento,
Leticia.
A mi madre que está en el Cielo
Hemos sabido de ti,
nos has regalado tu sentir,
nos has dado tu amor,
incluso desde allí.
Sabemos que has estado acompañada.
en esos caminos de luz,
y que Jesús está contigo,
que te esperaba,
junto a tus familiares queridos.
Tenemos nuestros sentimientos
enfrentados y esperanzados,
lloramos de alegría.
de saber que estás con él.
sabiendo que le querías,
y que sentías pasión por él,
pero al mismo tiempo
lloramos por no tenerte,
se nota mucho tu ausencia,
pues era hermoso verte,
y sentir tus caricias,
y también poder besarte.
Sentada en tu sillón,
recibías nuestro cariño,
y nuestros cuidados,
y también nuestros desvelos,
por poder verte feliz,
y necesitar tus besos.
Fuiste madre ejemplar,
estuviste siempre alerta,
cuidando a todos los tuyos,
y enseñándonos a ver la luz,
la que tu ahora ves.
desde ese Cielo hermoso.
No te preguntamos quien es Dios,
por que tú ya nos lo has enseñado,
desde aquí, desde esta tierra,
donde tú has estado,
impartiendo tu enseñanza,
y dándonos ejemplo,
con tu vida consagrada
a ese valor supremo,
de conocer la verdad
la que nos has entregado
con tu infinita bondad
Tu hijo
Pasión de Madre
Como os quiero, hijos,
no lo puedo evitar,
dirigirme a vosotros,
es como hacerlo
a un hermoso manantial.
Manantial de flores
esencia de mi vida,
de mis desvelos
y de mi amor celestial.
Todo eso está en mis recuerdos,
bellos todos ellos,
de haber estado con vosotros
y de haberos tenido conmigo,
y haberos querido
y también de haberos ofrecido,
mi amor y todo mi cariño.
Amores de mi vida,
singulares flores
de mi bello jardín,
quiero que sepáis
que siempre estaré cerca
que os diré cosas hermosas,
y procuraré estar alerta
en vuestros desvelos
y vuestras incertidumbres,
y siempre ayudaré
con el permiso de Dios,
él es el que nos da la vida
y él es el que nos ayuda
a caminar por siempre.
La Mare vos besa a tots.