Artículo de José Fernando Martínez (Charly Rebel).
I’ll be your mirror, The Velvet Underground
Carta de un soldado
12 de julio 1988
Querida amiga:
Son las tres menos cuarto de la mañana. En este momento, me incorporo a mi tercera imaginaria que durará con lentitud hasta las cinco menos cuarto. No hay nada mejor que este silencio, en el que se escucha a los grifos estropeados derramar agua, para escribir esta carta e imaginarte leyéndola. Ese constante gotear me hace pensar en el dripping de Pollock y en Robert Smith sentado en la pila de la cocina, desesperado, escuchando el grifo aplastando gotas como segundos interminables y sin esperanza; un sábado por la noche mientras no viene su novia y lo único que le llega es ese solo de guitarra desgarrador que le sigue.
Como te comentaba el otro día, antes de que te fueras como si te persiguiera un viento envenenado, hay cosas que podríamos entender mejor si nos enviáramos cartas. We Could send letters, de Aztec Camera, sonaba en el radiocasete del cuatro latas amarillo en el que nos despedimos cada noche y cuya cinta había preparado estratégicamente para que sonara cuando te propuse que nos escribiéramos, con el propósito de recrear y saborear las historias que nos contamos delante de buenas tazas de té.
Acabo de matar un mosquito que parecía pertenecer a la Isla Misteriosa de Julio Verne. Aquí los llamamos mosquitos elefante y este parecía el jefe de la manada.
Ahora la contienda la tengo con una cucaracha americana (esto era antes una base americana, y las cucarachas son importadas). La muy borde pretende invadir la mesa sobre la que te escribo. Trato de detenerla con el bolígrafo, pero se esconde, con gran rapidez, en la grieta de la pared sobre la que esta pegada esta mesa tan castrense.
Yo también extraño nuestras conversaciones y tus frecuentes frases-silencio y preguntas sin repuesta, túneles sin salida, palabras que no te retienen, como soldados rotos. ¿Te acuerdas de la canción de Bony, de Prefab Sprout, que tanto escuchabas y cantabas cuando te daba clases de inglés?
Esta carta parece que al final no va a contener todo lo que maquinaba decirte, tan solo espero que te haga sonreír cuando la leas.
No te lo vas a creer, pero ha venido el pariente más cercano del mosquito que maté anteriormente y he tenido que hacerle un hane goshi chapucero para acabar con su insolencia.
Cuesta tanto entrar en un corazón cerrado con parches que supuran. El pasado nos persigue en sueños y en duermevela. Procura mantenerte muy ocupada para vaciar esos armarios de fotos desenfocadas del pasado y ponte la cámara al cuello y salgamos a fotografiar nuestras andanzas, por los territorios donde nos perdemos en aventuras, el próximo permiso de fin de semana.
Cuando dices en tu carta que has estado viviendo en el paseo, creí que decías que habías estado viviendo en el pasado o que era algún tipo de metáfora. Pensé que pasear convertía tu vida en pensamientos. ¡Qué despiste! Había olvidado que tenías una casa en el El Paseo de Novelda.
Me preocupa leer palabras como “inestabilidad” e “inconformidad” tan peligrosamente juntas. ¿Cuál es tu plan? ¿Qué es lo que quieres o crees que quieres?
Cuesta tanto entrar en un corazón cerrado con parches que supuran. Es tan difícil encontrar tu mirada en la mía, cuando tus ojos andan errantes por desiertos y marismas.
Para acercarse a lo que uno quiere se requiere no tener prisa, aconsejan lo viejos sabios. Busca espejos en los que encontrarte, lagos tranquilos en los que puedas verte reflejada, tal como te gustaría verte. El espejo puede ser una persona o una idea. Encuentra tu mirada mirándote y penetra en el mundo de lo que anhelas en el fondo, en el abismo, si fuera necesario.
Si no sabes por dónde empezar, si te sientes inundada por una noche eterna y triste, y las interpretaciones de tus sueños ya no te sirven, I’ll be your mirror, reflect what you are, in case you don’t know (yo seré tu espejo y reflejaré lo que eres en caso de que no lo sepas).
Te he grabado un cassette con estas canciones y otras sorpresas, como Enjoy the Silence, de Depeche Mode, para que las escuches mientras lees estas palabras de un soldado perdido en una silenciosa imaginaria. Lo que más deseo, lo que siempre he deseado, lo encontrarás en el estribillo.
Escribe pronto, please.
Lots of love,
Charly
Lo que habría dado yo por recibir una carta como ésta.