INDULTOS
Como ya se sabe el Tribunal Supremo emitió un informe el pasado 26 de mayo del presente año, en el que indica claramente su negativa a “la concesión de cualquier forma de indulto a los condenados en la sentencia del procés”.
Es un informe demoledor aprobado por unanimidad, y que se suma al que en su día emitió la Fiscalía. Sin el arrepentimiento de los condenados por gravísimos delitos y con los informes contrarios de la Justicia, el único camino posible que tiene el Gobierno es rechazarlo.
El TS indica en su informe que “no puede hacer constar la más mínima prueba o el más débil indicio de arrepentimiento” y por ello constata la falta clara de arrepentimiento y “su voluntad de reincidir en el ataque a los pilares de la convivencia democrática”.
Para el TS, estas son las razones por las que el indulto se presenta como una solución inaceptable para la anticipada extinción de la responsabilidad penal.
Nada lo justificaría, salvo un acuerdo político de Sánchez con sus socios independentistas, que son precisamente aquellos que tienen como objetivo acabar con el sistema constitucional.
Con estas actuaciones lo que se rompe es una norma de la Democracia.
No hay precedentes en Democracia de indultos a condenados por sedición y rebelión sin que hayan solicitado perdón o con informes contrarios del Tribunal sentenciador.
Sería otra línea roja sobrepasada por Sánchez. Lo ético es cumplir la ley y la obligación del Gobierno es defender la legalidad, no corregir la sentencia dictada por el Supremo, como pretende Sánchez.
El indulto colocaría al Gobierno contra lo dictado por la Justicia y pidiendo perdón a unos delincuentes condenados por delitos de sedición, malversación y desobediencia.
Necesitamos que se escuche al verdadero PSOE, si Sánchez no quiere escuchar a Pablo Casado porque para él es remar al contrario, lo que tiene que hacer es escuchar a uno de sus antecesores, a Felipe González y a otros muchos de su partido que han tenido importantes responsabilidades de gobierno.
Y que abra bien los oídos porque como ha dicho quien presidió España casi 14 años, no se dan las condiciones para el indulto.
La Constitución no admite que se rompan las reglas de juego, pero claro a Sánchez todo esto le da igual, porque lo único que quiere y a costa de lo que sea es mantenerse en el cargo.