Desde que tengo uso de razón, los partidos de izquierda han pretendido ser los únicos defensores de la Sanidad Pública (y del arte, la cultura, el ecologismo, el feminismo, la accesibilidad, la diversidad etc…).
Afortunadamente la realidad les desmiente, ya que basta con contestar unas simples cuestiones para comprobar los frutos del “desgobierno” del Consell del Botanic (PSOE, Compromís y Podemos) ¿Es fácil lograr que nos atiendan personalmente en el ambulatorio? ¿Para cuando me darían la cita? ¿Cuantas llamadas hacen falta para que cojan el teléfono? ¿Como van las listas de espera? Cada uno tendrá sus propias respuestas, pero la mía es que, en general, y a pesar de contar con los mejores profesionales sanitarios, la sanidad pública está peor que nunca, debido a la pésima organización impuesta desde la Conselleria de Sanidad.
Como muestra, la polémica por la intención del Consell del Botanic de “re-centralizar” los Centros de Información y Coordinador de Urgencias (CICU) de Castellón, Valencia y Alicante en un único CICU en Valencia.
Entiendo que esta reunificación es otra consecuencia de la nefasta gestión económica del Consell, ya que el deplorable estado de las arcas públicas valencianas les obliga a hacer “recortes”.
Parece obvio que el funcionamiento óptimo del CICU aconseja acercarlo a los diferentes territorios, con una sede en cada provincia, dado que ello repercutirá necesariamente en que pueda destinar los recursos más adecuados y desde el lugar más cercano para llegar al paciente cuanto antes, estabilizarlo y acudir al hospital más indicado.
En el último Pleno Municipal, la moción presentada por el Partido Popular instando a la Conselleria de Sanidad a la retirada de esta normativa y a trabajar junto a colegios y sindicatos profesionales en una nueva normativa, fue rechazada por el voto del PSOE.
Pero esta, es solo mi opinión y podría ser interesante, especialmente para aquellos partidos que se les llena la boca hablando de consensos y acuerdos, atender a los actores que sí conocen este asunto “desde dentro”.
En este sentido colegios de médicos y sindicatos profesionales se oponen a la centralización pretendida por el Consell del Botanic, entre otras cosas, por el empeoramiento de la calidad asistencial que dicha re-centralización inevitablemente, conllevará.
Están a tiempo de detener la reforma, buscar los consensos y elaborar una normativa que permita mejorar la atención sanitaria pública, pues, en uno u otro momento, todos somos usuarios y estamos interesados en que funcione lo mejor posible.