Hace tiempo que desde el actual equipo de gobierno municipal tratan de “vendernos” sus faraónicos e idílicos proyectos (Puerto Seco, el Distrito Digital, el plan del cauce del Rio Vinalopó, etc.). Como en el antiguo Egipto, tienen una necesidad, casi patológica, de que se les recuerde, y eso les impulsa a focalizar su actuación en esos grandes proyectos imaginarios, o en las obras que realmente pueden hacer con las subvenciones que van consiguiendo del Gobierno Central, el Autonómico o de la Diputación.
Olvidan que son los pequeños detalles los que hacen que la gente se sienta cómoda, esas pequeñas cosas que aportan la calidad de vida que deseamos para nuestras familias. En el caso de los Faraones, su elección era divina (eso pensaban) y no les importaba como vivía su población.
Por el contrario, en nuestra ciudad somos los ciudadanos los que elegimos a nuestro equipo de gobierno y merecemos que su PRIMERA PREOCUPACION sea nuestra calidad de vida. No es de recibo encontrar contenedores para el reciclaje completamente llenos. Si nosotros cumplimos y separamos los diferentes residuos, no parece demasiado, pedir que nos faciliten su depósito.
No es admisible que la Avda. Jesús Navarro Jover, la primera imagen que damos a quienes nos visitan, esté tan descuidada, con hierbajos entre el asfalto y las aceras o en sus rotondas.
Por si eso fuera poco, cada vez que llueve se forman enormes charcos que duran días. En otras zonas, hay calles olvidadas, con socavones y con aceras y asfalto en mal estado. Los caminos rurales están siendo engullidos por las hierbas de sus márgenes, mientras el Ayuntamiento impone multas desproporcionadas a los propietarios de parcelas colindantes a dichos caminos por no adecentarlas, siempre claro, según criterio municipal.
Por toda Novelda podemos ver pasos de cebra cuya pintura casi ni se ve, señales, farolas y tapas de arquetas y alcantarillas muy deterioradas e incluso semáforos con muchos de sus puntos de luz fundidos, con el consiguiente incremento de los riesgos para todos. El cauce del Rio, está hecho un desastre.
Es posible que la exuberante vegetación, sea autóctona, pero los mosquitos también lo son y la primera, tan abundante, aumenta el riesgo de inundaciones y los segundos hacen la vida imposible a la gente.
Seguro que a todos se nos ocurrirán otros muchos “detalles”, pero lo interesante sería que fuese el Ayuntamiento quien tomase la iniciativa, sin esperar quejas y denuncias, ya que, en mi opinión, en la atención a los pequeños detalles está la diferencia entre la mediocridad y la excelencia.