Marina y la noche
Agosto es un mes propicio para encuentros inesperados. El mio con Marina, ocurrió una noche paseando por la orilla de la playa. Era la única persona que estaba allí, me acerque a ella poco a poco, para que me viera llegar, le salude con un ola y entre en el mar.
El agua estaba fresca, sentirla en el cuerpo fue una sensación casi sensual. Al salir, me senté cerca de ella y le dije que el agua estaba ideal para bañarse, si, me contesto, he estado toda la tarde dentro de ella, si bañarte disfrutar de esa refrescante sensación, como el recibir la llegada lenta, suave, silenciosa, de las olas, es un autentico placer.
Me gusta como hablas del mar, yo y mi familia estamos enamorados de el. Mis padres compraron cuando era niña aquella casa que hay enfrente de la fachada azul; a la que venimos a menudo varias veces al año a disfrutar del mar en todos sus sentidos: La pesca de madrugada en la barca de mi abuelo. Las travesías a nado hasta aquel islote. Y sobre todo, estar acostados en la playa hasta el amanecer.
Soy feliz rodeada de este mundo marino, de hay mi nombre Marina, igual que el de mi madre y mi abuela. Tus palabras Marina son muy emotivas y entrañables. Mi nombre es Ulises y también soy un enamorado del mar, mi padre marinero me puso este nombre en homenaje a aquel hombre de los mil recursos, símbolo del navegante que venció todas las dificultades para llegar a su destino ITACA su patria añorada. El se ha pasado la vida navegando por todos los mares, y yo y mis hermanos, esperábamos ansiosos, impacientes, el regreso de sus largos viajes para que nos contara sus aventuras marinas.
A mi también me han gustado mucho tus palabras Ulises, te diré que somos como dos almas gemelas. Ademas nosotros los mediterráneos, nos podemos consideran como dioses, pues tenemos la fortuna de disfrutar de este clima, formado por mañanas de luz intensa, que entra por todos los rincones, y de noches vividas como ahora, en las orillas del mar, iluminados solo, por el tenue resplandor de la luna, reflejado en sus aguas.
Amaneció sin darnos cuenta del paso de la noche, y despiertos entre sueños reales nos fuimos a dormir.