Tribuna de opinión de Lluís Deltell
La elaboración de un presupuesto municipal, conlleva una cantidad inmensurable de horas de trabajo, puesto que planifica al detalle los ingresos y gastos a acometer a lo largo del próximo ejercicio 2024. Pero un presupuesto, es algo más que números; algo más que sumas y restas que deben cuadrar. Un presupuesto municipal es la hoja de ruta a seguir para los próximos doce meses del año, una suerte de diario de abordo en el que se plasman todos los proyectos y ambiciones del nostre poble.
Si bien, como en todo gran viaje pueden surgir imprevistos, pero el enfoque en el horizonte es claro. Cuando se plantean las primeras reuniones para redactarlo, siempre se parte de una premisa: ¿dónde queremos ver a Novelda en diciembre de 2024? ¿Cuál es la Novelda que queremos ver al echar la vista atrás? El presupuesto que el equipo de Gobierno plantea para este nuevo año que pronto comienza es un documento sensato y prudente.
Un compendio que refleja de forma fiel la situación económica de las cuentas del Ayuntamiento; las de todos y todas. En esta ocasión, nos aproximamos a los 26 millones y medio de euros, algo más de un 7% de incremento en comparación con el actual.
Pero los grandes números, en ocasiones, no son más que eso y es importante desgranar los epígrafes para conocer dónde queremos hacer hincapié desde l’Ajuntament. Una gran parte del esfuerzo presupuestario estará dedicado a fomentar el comercio, el turismo y a apoyar a las pequeñas y medianas empresas, con una inversión que se incrementa un 100%.
La educación (incremento del 27%), los deportes (+18%) o el fomento del empleo (+58%) son algunas de las áreas que consideramos críticas para que nuestra ciudad continúe la senda de recuperación y mejora de la calidad que vida que inició hace ya algunos años. Planteando además grandes inversiones, que nos permitirán materializar los anhelos de los y las noveldenses: la renovación progresiva de las luminarias, la inversión en energías renovables que reduzcan la factura eléctrica, las reformas de nuestros centros educativos, planes de asfaltados viarios y de caminos rurales, el mercado o la puesta en marcha del museo del modernismo…
Proyectos financiados, por una parte, a través de una mejora en los tributos que no dependen de los contribuyentes, y por los impuestos de la ciudadanía — que permanecen congelados un ejercicio más a excepción de la ya conocida tasa de basuras forzada por Generalitat y Diputación. En definitiva, hacer de nuestra Novelda, una ciudad para vivir.