Tribuna de Opinión de Lluís Deltell
La gestión municipal no es una tarea fácil. Trabajar en el presente y proyectar el futuro de nuestra ciudad implica trabajo y sacrificio, siempre pensando en el interés general de la ciudadanía.
Y todavía con mayor sentido, teniendo en cuenta las últimas noticias que hemos recibido de los pufos heredados del pasado. Por eso nos duele tanto la oposición que tenemos en Novelda. Porque en lugar de ¨cañicas y palicos¨, como decía el señor Beltrá, parece que sólo quieran poner palos en las ruedas.
Que Novelda retroceda a los tiempos en los que estaba estancada y no levantaba cabeza, eso es lo que desean. Pero de lo que no se dan cuenta, es que su oposición no es contra el Equipo de Gobierno -que se podría entender, esta es la política barata que tenemos hoy en día- sino que la oposición la están haciendo contra el progreso de nuestro pueblo.
Ya anunciamos que esta se trataba de una legislatura de cambios estructurales, de reformas profundas que llevaban estancadas años por las que merecía la pena sacrificarse en pos de un futuro próspero. Pero la oposición no lo entiende. Su visión cortoplacista, oscura y destructiva no se corresponde con la realidad. No se corresponde con la Novelda de la calle. Aun así, vamos a seguir trabajando con determinación por un proyecto de ciudad más sostenible, abierta, dinámica, sentando las bases de la Novelda que será en las próximas décadas.
Y como decía al principio, hemos recibido malas noticias en las pasadas semanas. La sentencia del CSAD cae como una jarra de agua fría sobre nuestra población. Nos obliga a replantear proyectos, a reenfocar inversiones, pero siempre bajo la misma premisa: que el desarrollo y el crecimiento de Novelda no se estanque, como algunos parece que desean.
Los mismos ¨populares¨ políticos que hoy piden explicaciones al Equipo de Gobierno actual por un ¨milagroso¨ pufo en el CSAD que viene del año 2005, no son capaces de pedir perdón por la terrible gestión de antaño. Entonces, ¿el PP de hoy qué PP es? Este nuevo Partido Popular se parece peligrosamente al de entonces.
Echo de menos a esas concejalas populares con las que, teniendo visión ciudad, se podía acordar, pactar y dialogar. Aquellas que entendían que por encima de las siglas estaba Novelda. Una pena.
La política municipal es algo muy serio, esto no son ¨cañicas y palicos¨, señor Beltrá. Es el futuro de Novelda lo que está en juego.