“La intención de la corporación local es reabrir completamente el centro deportivo, incluso la piscina climatizada, independientemente del devenir de la conclusión judicial” manifestaciones realizadas por los socialistas el 12/04/2023, al comunicar en los medios “la grandísima noticia para la ciudadanía de Novelda”, “hemos sido beneficiados por una subvención de casi 1,5 millones de euros, Novelda podrá disponer por fin de esa piscina climatizada que tanto y tanto, nos demanda la ciudadanía, no solo son intenciones, es una realidad, pese a no conocer todavía los plazos de ejecución, la reapertura del CSAD, se marca fecha tope para el final de obra, que es el 31/03/2026.”
Sin embargo, unos cinco meses antes de producirse esas declaraciones, el Tribunal Superior de Justicia, había condenado al Ayuntamiento al pago de 4,8 millones de euros. El Ayuntamiento presentó un recurso de casación, se trata de un recurso extraordinario con el objeto de anular una sentencia judicial.
Ahora con la desestimación del recurso, todo ha cambiado, donde dije digo, digo Diego, es un negocio ruinoso, un pufo heredado del PP, como escuchamos en el Pleno de septiembre y que la herencia a futuro no entra en sus planes, ¿cómo qué no?, la sentencia se pagó el viernes, contra el préstamo concertado hace unos meses para tal fin, con la particularidad que se empezará a amortizar en el ejercicio 2027, o sea, la próxima legislatura, que estarán Uds. o no, al final también será una herencia.
Hablando de pufos, pondremos como ejemplo uno heredado del PSOE, el Velodromo, más de 30 años sin resolver y que ni se sabe lo que ha costado durante todo este tiempo, hasta la anterior legislatura que por fin se terminó.
Sr. alcalde, no haga los números tan grandes, hablando de 9 millones de ruina, poner el CSAD en marcha, costaba 2,9 millones, de los cuales casi 1,5 a cargo de la subvención europea anunciada, las arcas municipales deberían aportar el resto, casi otro millón y medio y el pago de la sentencia con la quita de medio millón, 4,5 millones, hablamos de 6 millones, tan sencillo como darle una vuelta a su plan de inversiones, ¡no nos tome por tontos!
Resultado: 55.000 euros de intereses por devolución de la subvención, pasando de puntillas, como el que no quiere la cosa, sin informar a la oposición que podría haber aportado alguna alternativa y 4,5 millones por un edificio sin uso, una herencia a futuro, debido a su mala gestión. Si los políticos tuvieran responsabilidad por la toma de decisiones, serían más prudentes y no nos costaría a los ciudadanos, tanto dinero su mala gestión.