Luis Miguel Salar Amorós, “Luismi” (luchador de Muay Thai; artes marciales) | Deportistas Noveldenses de Vicente Díez
Ya se publicó su biografía inicialmente con el nº 141, de fecha 23/2/2020. Ahora conoceremos sus logros tras sus triunfos y estancia en Asia, en países como Tailandia. Desde entonces, nos situamos en el fatídico año 2020, el de la pandemia del Covid-19. Luismi alega que antes fue campeón de España, combate celebrado en Ponferrada (León) con la incertidumbre de ir o no ir a tal campeonato nacional por el rumor del Covid, pues la Federación tenía una tarea difícil, como juntar a tantos que querían ir.
Por parte de la Comunidad Valenciana se hizo previamente un Campeonato Autonómico y Luismi se clasificó llegando a la final frente a uno de los favoritos. Fue una batalla épica, ya que ambos púgiles querían conseguir el título. Este campeonato se celebró en La Nucía e iba muy preparado y no le costó excesivamente vencer; además, venía de enfrentarse en el Campeonato Europeo. El seleccionador le avisó que se enfrentaba a un luchador muy ágil; un karateka. La costumbre de pelear Luismi era avanzar y golpear con mucha contundencia, marcando inicialmente la agresividad. Incluso afirma que le costó arrinconarlo, pero consiguió alcanzarlo con golpes certeros y llevarlo a su juego con golpes severos y contundentes.
Tras este título, el seleccionador nacional le propuso ir al Mundial, el cual no se celebró por el Covid. Otra pelea que tenía en París, también fue anulada.
Tras regresar de Tailandia, hubo de entrenar casi en la calle, pues el equipo o grupo existente en Novelda y dirigido por su entrenador y maestro, Arturo Ayala; “el número uno” para Luismi, había desaparecido. Al verse “solo ante el peligro” y no tener dónde acudir o entrenar de veras, reinició su preparación en la calle: en los Campitos; en la pista de atletismo; imitando a Rocky subía y bajaba aquellas escaleras… a veces, incluso saltando la valla para colarse.
Nuestro protagonista de hoy vivía entonces en la calle de Mª Cristina y un amigo también luchador y ruso de nacimiento, Ivan Bachalov, “el terrible de Kazajistán” y residente en Elche, le sugirió entrenar en su club ilicitano. Allí conoció a Robert Rubio, quien le orientó y pulió su estilo y preparación. Fue para Luismi casi como un padre. Allí iba de lunes a sábado, después de su trabajo en la construcción como montador de andamios. En aquel gimnasio de entrenamientos había otros luchadores, los cuales de inmediato fueron sus amigos y compañeros.
Entre los luchadores hay divisiones según el peso, casi como en el boxeo. Incluido e instalado sentimentalmente en el club ilicitano, de nombre Evolution Boxing se enfrentó a grandes rivales, de los cuales de alguno se oía sobre ellos el murmullo de “mejor no te enfrentes a ese”; si bien, como buen noveldense nunca dudó. “Adelante y a por todas y que sea lo que Dios quiera”.
En sus últimos combates tuvo algunas lesiones importantes; se le rompió el brazo derecho por una patada y además sufrió fractura en el pómulo, mostrando una fotografía que asusta de ver su cara. Son riesgos de un deporte que puede conllevar lesiones importantes. Todo ello le impidió luchar durante un año y medio; llevaba instaladas placas en el ojo. Comenta que no se arrepiente de nada; volvería a enfrentarse al mismo rival
Acostumbrado a la rutina de actividad durante seis días a la semana, se vio en el parón total y al año, le sugirieron unos conocidos de Novelda que les impartiese clases privadas. Se amplió con videos a las redes, lo que aumentó el número inicial de alumnos. Damián Soria, culturista y amigo (ver biografía nº 126, de fecha 20/1/2020), le propuso abrir un club deportivo, para lo cual encontró un local en la calle del Maestro Parra y tuvo que comprar de todo para instalar aquello: el tatami, sacos, paos (sacos para golpear) y manoplas. Se aporta una foto con el logo, denominado Club deportivo Muay Thai Kai99. El correo electrónico o email del club es: muaythaikai99@gmail.com, por si alguien desea contactar Actualmente, cuenta con unos sesenta alumnos y actúan como monitores dos compañeros: el ruso Vladimir Petrov y el monovero Rubén Salguero.
Se imparten clases de lunes a viernes y a veces, en fines de semana para quien tenga que preparar alguna competición cercana. Abrieron en Agosto/23 y a día de hoy entre los alumnos hay cuatro campeones nacionales y considerados deportistas de élite; los cuatro, residentes en Novelda y que son: Javier Díaz Calderón, Mohamed Zelmat, Marius Ionut y Mario Razvan, así como dos subcampeones y otro con medalla de bronce en Campeonatos de España.
Luismi vive actualmente en Alicante y se desplaza al club de Novelda tres días a la semana para dirigir e impartir clases. Con sus amigos, compañeros y alumnos viajó a distintos lugares de nuestro país, como Andalucia, Guadalajara, Albacete, Valencia, Murcia… por combates. Un sueño sería tener a varios luchadores en diversos países y tener qu elegir a cuál de ellos acudiría para orientar a su alumno luchador. En una ocasión en un mismo fin de semana, coincidieron tres combates a algunos de sus alumnos: en Alicante, Murcia y Valencia.
Nuestro protagonista ya decidió retirarse y enseñar a los que empiezan y el hecho de tener a chicos que no conocían este deporte, actualmente aumentan su prestigio al lograr campeonatos nacionales y medallas; es la máxima satisfacción para él.
Ha visto u observado a alguno que quería aprender para ser “el matón del barrio, o del instituto”, incluso por problemas como el bulling. A éstos, la gimnasia les trae amistades en el deporte y fuera de él y les produce seguridad.
Tras las clases hay fotos del grupo, que luego les sirven de recuerdo con el transcurrir del tiempo. Hubo entre el grupo, quince nacionalidades distintas, de países como Polonia, Rumanía, China, Bélgica, Marruecos, Argelia, Kazajistán, Rusia, Italia, Colombia, Ecuador, Honduras, Argentina o Tailandia, quizás conocido como la cuna de esta actividad de artes marciales. Parte de ellos habitan en Novelda o en ciudades cercanas, que vienen a entrenar y prepararse.
Comparte su vida y familia con la alicantina Marina Candela, que aportan tres hijos: Jaime de 13 años, Gabriel de 8 años y Miguel de pocos meses. Gabriel, como a todo niño, considera al papá como su héroe e intenta imitarlo, aunque también juega al fútbol. Luismi afirma sentirse plenamente feliz y quiere tiempo para estar con ellos.
Luismi, es un gran placer tenerte de nuevo por estas páginas. Sigue promocionando el deporte, pues es lo mejor para sacar a la juventud de malas inclinaciones y además, ¿quién sabe?, quizás pronto tengamos a una figura mundial, como Ilia Topuria.


























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