El agua de los aspersores instalados a primera hora de la mañana acaba mojando toda la calzada por lo que las motocicletas que atraviesan esa zona pueden sufrir algún accidente. Las rotondas dirección a Monóvar y La Romana, o la que conecta con la ronda sur-este camino de Aspe, siguen este mal ejemplo que puede terminar en un trágico suceso
Todas las mañanas de invierno y verano, desde su construcción, llevan a cabo el mismo ritual. Mojan la calzada que, plagada de agua, termina por convertirse en un suelo resbaladizo que pone en peligro la vida de ciclistas y conductores de moto que pasan a diario por la zona. Una trampa que podría terminar, algún día, en un trágico suceso.
Toda esta situación se produce por el uso irresponsable del riego de césped en las rotondas. Una utilización incorrecta del agua de los aspersores instalados en estas vías que, desde primera hora de la mañana, bañan la carretera y pone en serio riesgo la vida de los usuarios.
De esta forma, las rotondas dirección a Monóvar y La Romana, o la que conecta con la ronda sur-este camino de Aspe (en la imagen) siguen este mal ejemplo que contaría con una rápida solución al realizar una pequeña modificación de la dirección con que riegan estos aspersores. Por todo ello, la concejalía de Tráfico del Ayuntamiento de Novelda debería actuar con celeridad para solventar esta problemática que podría tener males mayores en un futuro.
