Es doctora en Historia del Arte perteneciente al Cuerpo Facultativo de Conservadores de Museos, y miembro de la Asamblea Amistosa Literaria. También autora del libro "El tesoro del Delfín", una obra que recoge la colección que se exhibe en el Museo del Prado, de piezas de cristal de roca y ornamentales enriquecidas con guarniciones de oro y plata, diamantes, rubíes, esmeraldas, perlas y otras gemas que el rey Felipe V, nieto de Luis XIV, heredó de su padre, el Gran Delfín de Francia.
La sede de la Asamblea Amistosa Literaria abrió sus puertas para recibir la visita de una de sus miembros, Letizia Arbeteta, doctora en Historia del Arte perteneciente al Cuerpo Facultativo de Conservadores de Museos, para pronunciar la conferencia: "EL GALEÓN DE MANILA Y SUS TESOROS".
La charla, que comenzó a partir de las 20:00 horas, versó sobre descubrimiento de la línea de navegación llamada "Nao de China" o "Galeón de Acapulco" (la ciudad donde finaliza el recorrido en la Nueva España), como alternativa a las rutas portuguesas. De esta forma, productos de los confines del mundo comienzan a llegar a los territorios hispanos, ocasionando un auténtica revolución estética, cultural y económica. Esto produjo una temprana globalización mediante un tráfico comercial de oro y plata labrados, bellos muebles y objetos diversos de maderas exóticas, nácar, carey o laca, delicadas esculturas en marfil y, sobre todo, la seda y la porcelana, en sus más variados diseños, como testimonio de la excelencia del arte chino, indio y el de otras naciones asiáticas.
Finalmente, tras el cierre de esta ruta en 1812 a causa de la independencia de México, se optó por utilizar la antigua ruta portuguesa que bordea África para comunicarse con el archipiélago. Letizia Arbeteta explica que, entre los productos que se importaron, se encuentran los mantones llamados "de Manila", abanicos o diversos elementos de uso personal y ajuar doméstico, conservados todavía como lo que son: auténticos tesoros.
La doctora no reside en Novelda pero comenta que tiene una larga lista de antepasados que sí vivieron aquí, algo que ha podido descubrir gracias a un trabajo de recopilación de todos los apellidos de quienes residieron en la localidad. Por este motivo, Arbeteta se siente “Noveldera de pata negra” y considera que, “más que una Asamblea, esto es un tipo de academia” del que forman parte un grupo de amigos “que nos apreciamos mucho, y estoy dispuesta a colaborar siempre que me pidan algo”, finaliza la conferenciante.
La escritoria también estuvo firmando ejemplares de su libro "El tesoro del delfín" en La Farándula en el Día de las Librerías.