Raúl Asencio: El Dulce, un regalo que se comparte

La naturaleza a puesto en nuestras necesidades más importantes el placer físico, la reproducción, la alimentación y el descanso. Y el placer espiritual en las necesidades psicológicas, el amor a los padres, a la pareja, a los hijos, el altruismo y la autoestima. De este modo la naturaleza nos guía por el buen camino. Los creyentes vemos detrás de esto a Dios.

Esta noticia tiene video-tutorial

Y que tiene que ver todo esto con la pastelería?.

Los dulces en su expresión general lejos de ser caprichos banales son protagonistas insustituibles en infinidad de situaciones de nuestra vida. Unen el placer físico con el espiritual convirtiéndose muchas veces en el regalo más apreciado simplemente porque es siempre un presente que se comparte.

De esto iremos hablando en esta sección además de recitar o recetar formulas que iremos acompañando de videos tutoriales para que nada quede en meras intenciones.
En esta primera entrega vamos a elaborar un postre típico de este tiempo de pascua que son lo sequillos.

Para su elaboración dispondremos de un perol de acero inoxidable a ser posible, o de plástico apto para alimentación

En el depositaremos 12 huevos enteros. A continuación iremos añadiendo 1 litro de aceite de oliva virgen.
Empezaremos a mover esta mezcla de modo que quede homogénea.

En otro recipiente cernemos 750 gramos de harina de media fuerza con 40 gramos de impulsor de masas de bizcocho.

Iremos vertiendo la harina cernida con el impulsor sobre la primera mezcla.
Con una paleta de plástico moviéndola de forma circular.

La masa debe trabajarse en el perol un mínimo de media hora.

Este proceso se puede hacer mas cómodamente utilizando una batidora con el utensilio de la pala.

Una vez amasado( sobre un papel para bizcochos) escudillaremos en forma de palotes de una medida entre seis y ocho centímetros de largo y 1,5 cm de diámetro. También se puede hacer en forma de rollo.

Se cuecen a 200ºC durante aproximadamente 20 minutos con el tiro cerrado.

Después de cocerlos se despegan del papel y se cubren con merengue o chocolate y se dejan secar.

Una variante que voy a aportar de mi propia cosecha es añadir 20 gr de sal 100 gr de pipas peladas, nuez moscada, pimientas y cualquier otra especie al gusto de cada uno y escudillar porciones más pequeñas y así tendremos unos deliciosos sequillos salados para nuestros aperitivos.

Deseo que estas recetas os hagan felices al realizarlas y al compartirlas con vuestros seres queridos.

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