Bajo el lema que aparece en el encabezamiento, un grupo de noveldenses organizó el pasado 22 de noviembre una cena-fiesta donde se rindió homenaje a la década de los 70, su música y algunos símbolos emblemáticos de aquella época en Novelda como lo fue la Discoteca Venus. Artículo de ADELINO CALATAYUD PINA. Fotografía: IMAGEN ENFOQUE Y DISEÑO
La idea rondaba hacía tiempo por mi cabeza. Muchos amig@s repetían aquello de “…a ver si nos vemos” “…podríamos quedar” y demás formas que al final eran una manera de despedirse y no concretar nada.
Pues bien. En la última despedida del estilo de las citadas, dije: “No vamos a ver cuando quedamos, vamos a hacerlo y a poner fecha”. Y es más: “¿Dónde vamos a ir, qué podamos cenar y después buscar un garito para que nos pongan la música que queremos oír?” Solo lo podemos hacer si organizamos una boda. Sí. Una boda. Y los “novios”, que serían todos los que acudan, decidirán como será su fiesta.
Dicho y hecho. Decidimos que cada uno, a través del boca-oreja, fuese avisando a aquellos con quien tuviese más relación. Teníamos un mes escaso (había que hacerlo antes de diciembre) y al final conseguimos reunir a más de 125 personas.
Mientras tanto, yo iba preparando la música: para la cena, música lenta, de “bailar agarrado”: Carole King, Otis Redding, James Taylor, Santana, Marvin Gaye… Y después, sesión a base de Rock, Soul, y Funk para que las piernas y el cuerpo no se puedan controlar: Aretha Franklin, Osibisa, Creedence Clearwater Revival, James Brown, Rolling Stones, Alice Cooper…
Y llegó el día. Vinieron noveldenses desde Valencia, Alicante, Elda, Elche, Calpe. Algunos hacía 30/35 años que no se veían. La emoción trajo las lágrimas. La satisfacción no podía ocultar la perplejidad: “pero Adelino, ¿cómo has podido organizar esto?” Más lágrimas: “Gracias por haberos acordado de mí”
Y después de la cena (enhorabuena al Cucuch por la calidad y servicio), una sorpresa:sesión de vídeo del año 1973 de la discoteca Venus con concurso de baile de Rock’n’Roll entre otros y proyección de fotos de la época. Creo que también fue un momento emotivo y difícil de superar si hay continuidad en próximos años.
Y por último el baile y las copas. La gente llenó la improvisada pista y hasta el final estuvo disfrutando con la música, con los amigos y con los recuerdos y el momento que estaban viviendo.
No sé si tendrá continuidad lo que hicimos. Yo no me lo planteaba a corto plazo. Tal vez a medio… Pero me van llegando mensajes de gente que quiere que no se deje estar y se repita todos los años, ofreciéndose a colaborar y ayudar en la organización.
¡Ojalá lo consigamos!