Un reconocimiento a su trabajo sobre “El papel de las isoflavonas de la soja en la menopausia”
Elena Sala Segura, noveldense y estudiante de 3º de Farmacia en el campus de San Juan de la Universidad Miguel Hernández comenzó en las Carmelitas de Novelda. En 2º de la ESO se trasladó al Padre Dehon, donde finalizó sus estudios previos a la universidad. Ya en 4º de la ESO comenzó a sentir la atracción de las ciencias y del mundo de la química, por lo que se decantó por seguir estudiando en la rama científica.
Durante esos años, investigó las diversas carreras y profesiones de este ámbito, hasta que dio con el papel del farmacéutico: “Fue una decisión muy vocacional porque me gustaba muchísimo el papel del farmacéutico en la oficina de farmacia; es al primero al que acudes y está en primera línea”, explica Elena Sala. Además, la carrera de Farmacia proporciona numerosas salidas profesionales, algo que también le gustó a la noveldense.
Una vez entró en la universidad, Sala pudo comprobar que se trata de una carrera “muy difícil y que requiere mucho trabajo”. Farmacia incluye asignaturas relacionadas con la química y la ciencia, e incluso con farmacología, el estudio de los fármacos.
A pesar del trabajo, la carrera está cumpliendo con sus expectativas: “Estoy todos los días estudiando y siempre tengo que hacer trabajos y exámenes. Tenía claro que me iba a costar mucho pero es que yo quería ser el día de mañana farmacéutica”.
Sala se enteró por redes sociales de la existencia de un Congreso Nacional de Estudiantes de Farmacia y decidió apuntarse, sin saber si podría o no, por cuestión de tiempo, llegar a presentar su trabajo. A dos días de que se cumpliera el plazo para presentar el proyecto, la noveldense redactó su abstract (un resumen) sobre “El papel de las isoflavonas de soja en la menopausia”.
Posteriormente, no solo consiguió que su trabajo estuviera entre los seleccionados, sino que logró el 2º premio de este congreso, celebrado de forma telemática el pasado 26 de febrero: “Cuando dijeron el nombre de mi trabajo no me lo creía, estaba contentísima”.
Sobre su trabajo, la noveldense explica que las isoflavonas son unos fitoestrógenos que están en la planta de la soja, de manera mayoritaria. Escogió este tema porque es controvertido, ya que siempre hay mitos sobre si la soja es buena o no y empezó a leer artículos científicos que mostraban que los síntomas de la menopausia eran menos severos en los países orientales. Según Sala, estos mismos estudios concluyeron que en los países occidentales consumían mucha soja y que, probablemente, los bajos efectos de la menopausia se debían a las isoflavonas de esta planta.
Sin embargo, Sala concluye que aún quedan muchos estudios por realizar para poder concluir si la soja es efectiva o no: “No se puede asegurar ni una cosa ni la otra, lo interesante es que hubieran más estudios”.
