El grupo de senderistas noveldenses, han disfrutado este domingo del inigualable marco natural del paraje de La Vall de la Gallinera y la Peña Foradada, con sus envidiables campos de cerezos a punto de ser cosechados. Este paraje está situado al norte de la provincia de Alicante. (PINCHA GALERÍA DE FOTOS) – (ESTA NOTICIA CONTIENE VÍDEO)
Fotografía y vídeo: Luis Pacheco
Descripción del recorrido por Luis Pacheco:
Salimos desde la población de beniali.siguiendo hasta benissiva y iniciamos
la subida a la peña foradada de dificultad madia baja y de una bellaza casi inimaginable desde su inicio. Primero con sus campos de cerezas llenan la vista y el resto de sentidos de todos los caminantes. Seguimos por una senda romana, pasando de época y viviendo los antiguos pasos de animales y mercaderías en un estado casi perfectamente conservado y al final la peña foradada que da una dimensión espectacular del valle a tan solo 820 m. de altitud. A la vuelta hallamos una nueva maravilla de esta época una granja natural que utilizaban los pastores de la época para pernoctar y tener el ganado reunido dentro de ella. Esta es una ruta que no se puede perder.
Descripción obtenida de Internet:
Tiene la Vall de la Gallinera una curiosa simetría geográfica: sus dos extremos quedan prácticamente cerrados por dos gargantas, antaño de difícil acceso, como son el estrecho de Adsubia al este y el Valle de la Encantada al oeste. A las puertas de ambos estrechos, dos enormes montañas con dos espectaculares castillos custodian el valle: El Almiserat con el Castillo de la Gallinera, y el Tossal de la Creu con el castillo de Benilisi, también conocido como el castillo de Alcalá. Prácticamente, en el centro geográfico de la cadena montañosa, se eleva la Peña Foradada, que da nombre a la sierra que enmarca el valle. Y la rambla del río Gallinera parte longitudinalmente todo el valle, entre la umbría y la solana.
Pero tiene también, desde el punto montañero, una curiosidad geológica que quizás os pueda parecer tan solo una licencia mía. En otras crónicas me he referido decenas de veces al inmenso mar de montañas con que nos regala la Naturaleza en el Sur de Valencia y el Norte de Alicante. Pues bien, si pudierais ver desde las alturas el Vall de la Gallinera no se si coincidiríais conmigo: y es que es en este Valle donde ese mar de montañas forma dos de sus inmensas olas. Una de ellas va construyéndose lentamente desde la Vall d’Ebo y la Vall de Alcalá hasta alcanzar su cresta justo por encima de la Gallinera en lo que sería la Serra Foradada, donde rompe en un desnivel de centenares de metros. Justo al otro lado del valle, la ola se regenera y vuelve a crecer suavemente por la Serra del Almirall hasta romper, esta vez sí, como un enorme tsunami, sobre el Circo de la Safor y el valle del Serpis